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Abróchense los cinturones, lo que viene no está exento de turbulencias

La francesa Pernod-Ricard, dueña de marcas como Mumm, tiene en venta todo su negocio de espumantes en la Argentina. No es la única empresa que está aprovechando el momento para reajustar su nego...

Abróchense los cinturones, lo que viene no está exento de turbulencias

La francesa Pernod-Ricard, dueña de marcas como Mumm, tiene en venta todo su negocio de espumantes en la Argentina. No es la única empresa que está aprovechando el momento para reajustar su nego...

La francesa Pernod-Ricard, dueña de marcas como Mumm, tiene en venta todo su negocio de espumantes en la Argentina. No es la única empresa que está aprovechando el momento para reajustar su negocio en el país. En las áreas de fusiones y adquisiciones hay más movimiento que nunca. Esta semana se presentaron las ofertas vinculantes por la operación de Carrefour y en los próximos días terminará de conocerse la short list de interesados por Raízen, la empresa brasileña que gestiona en el país las estaciones de servicio Shell. Otras, como la marplatense Lucciano’s, le entregaron un mandato a Valo para sondear el mercado, pero desmienten que estén buscando inversores. La Argentina se reactivó después del 26 de octubre, entre los que buscan irse, los que buscan crecer o los que son simples oteadores de oportunidades.

Hay un reacomodamiento en el mundo corporativo de cara a una Argentina que, con el impulso de la elección, se encamina a una fase muy distinta a la que vivió en las últimas décadas. “Hay empresas que están esperando libertad cambiaria para irse de la Argentina. Pero no tanto porque no les guste el modelo de Milei, sino porque ya acarrean años de hartazgo”, reconoce una fuente, que participa con asiduidad de muchos procesos. Ese es el caso de algunos actores que participan del negocio forestal. Es probable que en los próximos meses se vea una salida de varios nombres grandes que habían entrado a comienzos de los 2000 con la intención de instalar plantas de celulosa, pero que en virtud de la pelea del kirchnerismo en su momento por la instalación de la empresa Botnia, terminaron yéndose a Brasil. Pero muchas empresas habían hecho grandes compras de campos para sembrar bosques, que son los que hoy están en venta.

También será un momento de consolidación. En el sector financiero y en el bursátil, es de esperar una depuración de bancos y agentes de Bolsa. En parte, ya comenzó con las compras de Itau por parte de Macro y de HSBC por parte de Galicia. La semana pasada, en tanto, se conoció la adquisición del Grupo CMA por parte de Latin Securities. Y hay otras tantas operaciones en gateras. El volumen de negocios sin brecha cambiaria se achicó fuertemente y ya no todos están en condiciones de mantener las estructuras. Se acabaron los días del dinero fácil.

En un escenario de inflación a la baja e inversiones financieras más riesgosas, las ineficiencias y problemas estructurales de algunos negocios ya no son fácilmente digeribles. La crisis de la industria de seguros de riesgo del trabajo es un ejemplo claro. Esta semana, la Superintendencia de Seguros decidió inhibir a Galeno ART de disponer de sus inversiones, por déficit de capitales. La empresa, hasta hace poco, la tercera jugadora más importante del mercado, tiene 10 días para presentar un plan de adecuación. Pero, admiten quienes siguen de cerca el tema, que será difícil que consiga hacerlo. Galeno, como gran parte de las aseguradoras de riesgo de trabajo, entró en crisis en gran medida producto de la gran litigiosidad que existe en la industria. Según datos de la Unión de ART, la cámara del sector, la litigiosidad es 21 veces superior a la de Chile y 15, a la de España.

Pero, además, los peritos del fuero laboral -que participan porcentualmente de las sentencias- suelen determinar mayores niveles de incapacidad que el que consideran las comisiones médicas independientes -es fácil de compararlo en provincias que tienen peritos independientes-, y definir tasas de actualización para el pago de intereses que muchas veces son muy superiores a las de cualquier activo del mercado financiero. Galeno ART, por caso, pagó en el último año $63.305 millones por 483 juicios laborales. Si se le hubiera aplicado a esos mismos juicios una tasa de actualización de intereses equivalente a la tasa activa del Banco Nación, y no CER más 6%, la cifra hubiera descendido a $5908 millones, informó la empresa. Por su parte la realidad es que la industria también acarrea cuestionamientos. Desde el sector privado denuncian por lo bajo cierta cartelización de las pocas ART que hay. Cuando se sale a licitar aparentemente costaría encontrar oferentes o las cotizaciones serían muy similares.

En un momento en el que el Gobierno promete embarcarse en grandes reformas laborales y tributarias para mejorar la competitividad de las empresas, cuestiones como las de los seguros de riesgo de trabajo son más que atendibles. En promedio, asegurar un empleado hoy representa poco más del 2,2% del salario, pero el costo para que el sistema sea sustentable es prácticamente el doble. El empleo formal no crece en al país por una cantidad de motivos, este es uno.

La apertura de la economía que impulsa el Gobierno libertario no será fácil de administrar con ineficiencias, financiamiento y costos que todavía están lejos de asemejarse a los de países más competitivos. Se despejó, pareciera, el panorama en el Congreso para que el gobierno libertario intente avanzar con sus proyectos de modernización laboral y de reforma tributaria, pero la batalla no terminará allí. Hay que ver cuánto termina por aplicarse y cómo en cada caso. En el Gobierno prima por estas horas el pragmatismo. La idea es ir por lo posible más que por lo perfecto. Suena lógico.

Más allá de que se esperan meses de calma en lo cambiario, también en ese plano el mercado sigue a la espera de definiciones. El cepo a las empresas sigue vigente y la política de acumulación de reservas del Banco Central es materia de debate diario entre economistas. Por ahora, el Tesoro parece estar haciendo apenas compras hormiga de dólares. El martes fueron US$48 millones, el miércoles US$45 millones y el jueves terminó con un neto positivo de US$8 millones (compró primero un bloque de US$100 millones, pero luego se desprendió de US$92 millones).

“Lo que el mercado priceaba en la Argentina eran dos factores de incertidumbre, no uno: el primero, el resultado electoral, que se despejó. Y el segundo factor tiene que ver con el regimen monetario hacia adelante. Si te alejas de la emoción y ves los hechos, el Gobierno viene desdiciéndose hace rato, anunciando cosas que después las cambia. El hecho de que Toto tenga que salir constantemente a defender el regimen de bandas es una señal de que no termina de convencer”, evalúa un hombre que desde los Estados Unidos gestiona una cartera de algunos miles de millones de dólares.

El mercado espera que en los próximos días finalmente Caputo anuncie un préstamo de bancos internacionales por unos US$4000 millones para el pago de los US$4800 millones que vencen en enero. Según informó el Wall Street Journal (WSJ), los bancos internacionales que estaban inicialmente pensando en un préstamo de US$20.000 millones para que la Argentina anuncie un plan de recompra de deuda habrían decidido cajonear la iniciativa. Los bancos contaban con que el Tesoro de los Estados Unidos aportaría parte de las garantías, cosa que no avanzó. La idea original era que la Argentina pudiera usar los dólares para recomprar la deuda que vence en los próximos años, para así bajar el riesgo país y conseguir volver a acceder a los mercados internacionales. Mediante una nueva emisión, ya con tasas mas bajas y mejores condiciones, la Argentina le repagaría parte del préstamo a los bancos. Según WSJ, los bancos temían que, en el medio, cambiaran las condiciones del mercado y la Argentina no lograra liberarlos por completo del riesgo. No siempre al Messi de las finanzas le salen bien todas las jugadas.

Con cautela, la entidad que preside Santiago Bausili sigue aflojando por su parte el torniquete monetario. La actividad económica todavía sigue rezagada. El entusiasmo que se vislumbra en sectores como el minero, el financiero o el de petróleo y gas no derrama en todos los sectores. El consumo sigue planchado y, para peor, la mora que había crecido con fuerza en los meses previos a la elección, no da señales de mejora. En los bancos, señalan que la cartera irregular de créditos se mantiene firme en torno al 5,5% del total, mientras que en tarjetas, la mora a 30 días es del 8,5 por ciento. Los supermercados, que a comienzos de año compensaban con la venta de bienes durables financiados con crédito la menor demandada de bienes básicos, admiten una mora algo superior, del orden del 10 por ciento. “Este mes se estabilizaron los roles de mora de individuos por primera vez. No mejoraron, pero tampoco empeoraron”, reconoce un ejecutivo de un banco de peso en el sistema. Los tiempos de la economía real -las familias, la industria- no son los mismos tiempos del mercado bursátil, que viene viviendo desde el lunes posterior al batacazo electoral del oficialismo un clima de euforia. Pero nadie dijo que sería fácil. “Abróchense los cinturones”, anticipó esta semana el presidente Javier Milei. Nunca una expresión más acertada.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/abrochense-los-cinturones-lo-que-viene-no-esta-exento-de-turbulencias-nid20112025/

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