Agustina Peñalva, tras hacer pública su denuncia contra un acosador: “Me escapé unos días para volver a mi eje”
La periodista de C5N ...
La periodista de C5N Agustina Peñalva contó públicamente el miércoles por la noche que, desde hace dos meses, es víctima de acoso. El hombre acusado y denunciado en la justicia es Walter Graziano, un economista que hizo algunas participaciones en Duro de domar, ciclo que se emite por el mismo canal en que ella trabaja.
“Desde principios de agosto, una persona llamada Walter Graziano me viene acosando. En principio, en las redes sociales, hostigándome con muchísimos mensajes, más de 20 o 30 por día. Hasta que tuve una pequeña alerta cuando me anunció que estaba esperando el momento para encontrarme a solas. En ese momento lo bloqueé, nunca hubo una respuesta de mi parte, solamente miraba los mensajes porque me llamaba la atención la cantidad que me mandaba. De ahí se trasladó a Twitter. Lo bloqueé pero se empezó a abrir otras cuentas”, relató Peñalva muy angustiada, desde la señal de cable.
Según sus dichos, la persecución comenzó en redes sociales hasta que el economista la contactó personalmente en dos oportunidades: Primero, en un restaurante mientras ella estaba comiendo con amigas. Luego, en el gimnasio al que la joven asiste habitualmente. Ante esta situación, la encargada de seguir la campaña del club San Lorenzo de Almagro realizó tres denuncias, la última se radicó el viernes pasado en la Fiscalía 18 de la Ciudad y está caratulada como “hostigamiento”. Agustina recibió un botón antipánico, por lo que el acosador está imposibilitado de acercarse a la periodista y de contactarla a través de cualquier medio.
“Fueron unos días un poco complejos. Ahora estoy en Tucumán, estoy trabajando a full porque estoy cubriendo a San Lorenzo”, le dijo Peñalva a LA NACION este mediodía. Respecto a esta persecución de la cual es víctima desde agosto, la periodista deportiva prefirió no dar más detalles: “Me han llamado para hablar de distintos lugares pero me está costando un poco repetir una y otra vez la historia porque me angustia bastante”, confesó notablemente conmovida.
A pesar del difícil momento que está atravesando, la comunicadora nunca dejó de trabajar, ya que “la agenda laboral también demanda”. “Ahora me escape estos días a ver si volvía un poco a mi eje; uno intenta recuperar”, concluyó quien aprovechó esta escapada con “El Ciclón” para despejar su mente.
La denuncia de PeñalvaEl miércoles por la noche, Agustina Peñalva conmovió a todos los televidentes de C5N con esta inesperada confesión. Tras contar que la persecución comenzó de manera virtual, la locutora dio detalles de cómo fueron los encuentros cara a cara con su acosador. El primero de ellos fue el pasado 24 de agosto, cuando la periodista estaba junto a un grupo de amigas en un restaurante. Allí, este hombre que suele frecuentar el canal donde ella trabaja se acercó para preguntarle por su trabajo. “Yo no sentí ninguna alerta ni ninguna alarma, y se despidió”, contó la víctima sin imaginar que se trataba del mismo hombre que desde hacía unas semanas venía hostigándola en redes.
“A los pocos días, una persona le empezó a escribir a la chica que me hacía las manos, diciéndole que me quería regalar un servicio. Esto ya me puso en alerta porque empecé a atar cabos y era la misma persona que venía bloqueando desde varias cuentas, era este hombre”, reveló. El segundo encuentro sucedió días después cuando la joven estaba en el gimnasio, haciendo bicicleta. “ como si me conociera, diciéndome si esa noche pensaba trabajar o no. Yo en ese momento salí disparada porque automáticamente mi cabeza asoció a este hombre con el del bar, con el de los mensajes , con el que me decía que estaba esperando encontrarme sola”, explicó quien al averiguar descubrió que Graziano se había anotado una semana antes.
“Él lo que hizo fue mirar las etiquetas de mis redes sociales. Cuando me enteré que se había anotado hacía una semana, me acerqué a la Policía, hice la primera denuncia, el 4 de septiembre. Él no paró de hostigarme con estos mensajes constantes, comentando absolutamente todo lo que hacemos y decimos en el programa”, siguió.
Como su actitud no se detuvo, Peñalva volvió a acercarse a la Policía. “Hice una segunda denuncia. En ese momento me dieron el botón antipánico”, expresó. “Lamentablemente, este hombre sabe dónde vivo, cómo me muevo, dónde voy. Sigue a mis amigas, los emprendimientos de mis amigas, y les manda mensajes absolutamente todo el tiempo preguntándoles dónde me puede llevar obsequios, dónde me puede encontrar, dónde me puede interceptar”, acotó.
El último episodio, según su relato, ocurrió el viernes cuando ella salió de la cancha de San Lorenzo y se generaron incidentes por el reclamo de los hinchas al respecto de los escándalos que hay en el club con la comisión directiva. “Yo estaba grabando contenido para YouTube, porque es lo que hago siempre después de que termina cada partido. Y mi grupo de amigas estaba un poco más alejado de donde estaban los hinchas. En un momento me acerqué a mis amigas porque fui a buscar mi matera, y vi que había un hombre de espaldas. Se dio vuelta, me puso un libro en el pecho y, cuando lo vi, se me cayó el mundo", contó y continuó: “En la cancha tuvimos un forcejeo, él me decía que lo único que quería era estar conmigo; que si estaba con él, no me iba a lastimar; que por favor le aceptara el libro . Yo le decía ‘por favor, no quiero nada con vos, necesito que lo entiendas, me da miedo lo que estás haciendo’“.
Ante este nuevo hecho, Peñalva radicó su tercera denuncia, esta vez en el fuero porteño a cargo de Juan Cruz Ártico. El fiscal le impuso una serie de medidas restrictivas al economista: entre ellas, está imposibilitado de acercarse a la periodista y de contactarla a través de cualquier medio. Además, pidió medidas de prueba. “Hoy estuve desde las siete de la mañana hasta casi las 11, encerrada en un cuarto, respondiendo preguntas sin parar, de una forma que es completamente angustiante. Respondiendo y repasando cada uno de los episodios de este chabón acercándose, de este hombre hostigándome, de este hombre no entendiendo que no es no, que no quiero nada de él, que no quiero sus bombones, que no quiero sus flores, que no quiero que me hable, que no quiero que aparezca nunca más en mi vida”, exclamó.
Según planteó la periodista, se enteró de que su acosador estuvo preso un mes “en un lugar para personas que no están bien de salud mental” por hostigar y acosar a una colega suya, como así también que su exmujer lo denunció. “Lo declararon insano para convivir con terceras personas. ¿Me podés explicar por qué yo, teniendo tres denuncias y un botón antipánico, y él habiendo sido una persona que estuvo un mes preso con antecedentes exactamente iguales, cómo la Policía el otro día lo larga atrás mío? Sabiendo que este hombre sabe dónde vivo, dónde trabajo, a dónde voy al gimnasio, que este hombre sabe cada uno de los lugares que visito y que frecuento, y que se ocupa de hacérmelo saber a través de sus redes sociales constantemente, ya que menciona los lugares en los que estoy. O sea, me persigue. Y, es más, les digo algo más grave todavía: vive a ocho cuadras de mi casa“, narró.
“Yo no puedo respirar, no puedo salir tranquila de mi casa. Desde el viernes mi vida se ha convertido en una dependencia total y absoluta de otras personas“, sostuvo Peñalva, quien también dijo que sus allegados la acompañan en cada momento de su día para que no esté sola. “Hacés una denuncia, hacés dos denuncias, te dan un botón antipánico, ya hay denuncias previas... La pregunta es: ¿qué tenemos que esperar? ¿Qué tengo que decir yo? ¿Están esperando que me encuentren en una bolsa?“, remarcó.
Convencida de que el tratamiento de su caso fue “totalmente injusto”, pidió no tener que llegar a situaciones más graves para que actúe la Justicia. “El extremo no puede ser la bolsa, el extremo no puede ser una zanja, el extremo no puede ser una valija, no pueden ser cenizas. En el medio pasan cosas que nos dan miedo, que nos asustan, que nos preocupan”, dijo, en un fuerte llamado de atención, y siguió: “Entonces, loco, si tenés a un tipo caminando en la calle, que no sabés cómo está porque es una persona que se encuentra insana, que han declarado que no puede convivir con terceros, ¿por qué no lo ponés en cana? ¿Por qué no lo ponés en un lugar para gente que está mal de salud mental? ¿Por qué nosotros tenemos que estar aguantando esta situación? Yo estoy presa en este momento. Tengo que salir de mi casa y mirar para todos lados. Tengo a personas que están controlándome y yendo a cada uno de los lugares a los que yo voy para cuidarme. Es una locura".
En eso, Peñalva pidió que la Justicia sea más ágil. “No es justo que yo sea la presa y que él esté libre; que yo me tenga que resguardar y me tenga que encerrar, y que mi rutina cambie, y que no pueda trabajar. No puedo ir a eventos, porque no los puedo promocionar. Digo banalidades como para que entiendan cómo se transforma la vida", ejemplificó.
Se quejó, también, de que el botón de pánico se queda sin batería a las tres horas y que, por eso, “tiene que estar enchufado constantemente” por lo que no puede llevarlo a la cancha o a otros lugares que frecuenta.
Luego, se dirigió directamente a su acosador: “Le estoy hablando a Walter, a este tipo. Vos mirás absolutamente todos los programas, flaco, yo no quiero nada de vos. No quiero que me regales flores, no quiero que me des un libro, no quiero que me des chocolates. Yo lo único que quiero es volver a vivir mi vida de una forma normal. Quiero poder trabajar tranquila, quiero poder salir tranquila, quiero poder ir a tomar un mate a la plaza si tengo ganas, quiero poder ir al supermercado tranquila. Te tengo miedo, chabón. Te tengo miedo y no quiero nada tuyo. No te conozco, no sé quien sos. Te pido por favor, déjame tranquila. No te hice nada, no me conocés, no te conozco. Te pido por favor, si estás mirando este programa, no me molestes más. Necesito realmente, de corazón, recuperar mi vida. Quiero volver a la normalidad. Hace dos meses que parece que vivo dentro de una película de terror. No quiero nada tuyo. Si tenés problemas psiquiátricos, hacete atender, internate. Pero date cuenta: ya tenés una mujer que te dijo que no, otra mujer que te dijo que no. Por favor, no lo hagas más”.
A su vez, planteó que esta situación es “angustiante” y le da “muchísimo miedo”. “Sueño todo el tiempo que está entrando por el balcón de mi casa. Desde el viernes que pasó esto que no duermo bien”, dijo.
“¿Qué tengo? ¿Que caer con un ojo morado? ¿Me tienen que encontrar tirada? Lo único que pido es que les presten atención a las chicas. Cuatro comisarías recorrí para que me den un botón . Me mandaron a una, no había. Me mandaron a otra, no había. Me mandaron a otra, no había. A cuatro comisarías. ¿Cuántos femicidios hubo esta semana? Contamos un montón de muertes de pibas. Agilicen la Justicia. No les cuesta nada. Y los casos intermedios también son violencia de género. Los casos de acoso también son violencia de género. Lo único que pido es que se haga justicia", llamó la atención de las autoridades.
Y, por último, volvió a dirigirse a Graziano. “A este señor: si está mirando. Por favor, no me molestes más y no molestes más a nadie. Deseo de corazón que te puedas curar y que te puedas sanar. Realmente deseo de corazón que te puedas atender y que te mejores. Porque está claro que no estás bien, porque nadie que esté bien puede hacer algo así. No te deseo nada malo. Lo único que te deseo, por favor, es que te atiendas y que intentes curarte la cabeza porque no te funciona, porque con tres denuncias y un montón de veces te pedí, por favor, que no te acerques”, concluyó.