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Andrés Bordoy, asistente de Los Pumas: “Todavía tenemos la espina de lo que pasó en julio con Inglaterra”

Ni All Blacks, ni Springboks, ni Francia ni ningún equipo logró lo que los Pumas el último domingo. No se habla de ...

Andrés Bordoy, asistente de Los Pumas: “Todavía tenemos la espina de lo que pasó en julio con Inglaterra”

Ni All Blacks, ni Springboks, ni Francia ni ningún equipo logró lo que los Pumas el último domingo. No se habla de ...

Ni All Blacks, ni Springboks, ni Francia ni ningún equipo logró lo que los Pumas el último domingo. No se habla de remontar una desventaja de 21 puntos ni marcar cinco tries en 22 minutos. Se hace referencia, en cambio, a que Escocia se retiró de Murrayfield envuelto en silbidos, con muchos hinchas escoceses que incluso dejaron el centenario estadio prematuramente. No hay antecedentes de esa escena de frustración. Una imagen más potente que cualquier estadística. Se apreció por televisión y lo subrayaron todas las crónicas anglosajonas, tal su valor simbólico.

“Los abucheos resonaban en Murrayfield antes de que terminara este impactante partido, y varios aficionados ya se levantaron de sus asientos y se marcharon cuando Justo Piccardo apoyó el quinto try de la Argentina”, se leyó en las páginas de The Scotsman. “Por primera vez desde que se tenga memoria, Murrayfield despidió a su equipo con abucheos. En un siglo de test matches en este estadio, ésta fue la desintegración que superó a todas las desintegraciones”, repitió The Times. Misma tónica en las crónicas del Herald Scotland, The Telegraph y The Guardian.

La reprobación hacia el seleccionado local es todo un reconocimiento al equipo argentino. La manera en cómo nunca se dieron por vencidos, se mantuvieron enfocados y fueron a buscar el triunfo cuando olieron sangre habla de la fortaleza mental de estos Pumas. “Son momentos: un equipo toma la iniciativa, el otro no. Hay que aprovecharlos y estar presentes todo el partido. Saber que habrá dificultades y cómo salir de ellas”, resumió Andrés Bordoy, entrenador de forwards de los Pumas en diálogo con la prensa vía zoom.

Hacía 16 años que Los Pumas no ganaban en Murrayfield y 11 que no finalizaban la gira europea con saldo positivo. Como premio adicional, la Argentina se aseguró terminar el año entre los seis mejores del ranking, lo que les permitirá evitar compartir zona con otra potencia en Australia 2027. “Sabemos lo que significa ser cabeza de serie para el Mundial. Pero no es el foco número uno: nos focalizamos en el rendimiento”, agrega el rosarino.

El último escalón de esta ventana de noviembre de dificultad ascendente será Inglaterra, el domingo a las 13.10 en Twickenham, equipo con el que perdieron los dos partidos en la Argentina en julio y que viene de vencer a los All Blacks: “Conocemos mucho a Inglaterra. Todavía tenemos la espina de lo que fue julio, cuando no tuvimos el rendimiento deseado. Está en un muy buen momento y será un desafío grande”.

–¿Qué significa para ustedes este triunfo ante Escocia?

–La victoria confirma y paga el trabajo. Reconforta que lo planteado se dé con un buen resultado. A veces no se da y eso no invalida la preparación. Jugamos contra rivales del top 6 o 7, donde la exigencia es altísima. Ganar en Murrayfield después de tanto tiempo, con un grupo de jugadores y staff que nunca había ganado acá, representa muchísimo. Nos prepara para lo que viene y nos da una oportunidad gigante en esta gira: competir en tres partidos en Europa. Tener tres victorias en noviembre sería algo inédito, aunque no es el objetivo principal. El foco es el rendimiento. Pero la situación es muy desafiante.

–¿El equipo se acostumbró a ganar partidos importantes?

–Creo que esa mentalidad ya está. Hemos demostrado que podemos ganarles a casi todos los rivales que enfrentamos. No hay dudas de que podemos competir de igual a igual contra los mejores. Lo que debemos mejorar es la consistencia: ganar un partido importante y después otro, y otro, hacer una serie consecutiva. En los últimos años nos ha costado. Es una estadística: después de ganarle por primera vez a British & Irish Lions, no pudimos sostenerlo; tuvimos dos derrotas con Inglaterra, se perdió con Nueva Zelanda y luego se ganó, y después contra Australia fue una de cal y una de arena. Buscamos esa consistencia. El trabajo del grupo es tremendo: compiten muy fuerte entre ellos y eso le da un plus al equipo para ganar partidos grandes, como el del domingo.

–¿En algún momento, en el entretiempo o al momento de hacer los cambios, hicieron algún ajuste para revertir el partido o simplemente siguieron insistiendo con lo mismo?

–Seguimos insistiendo con lo mismo. La diferencia en el segundo tiempo fue que tuvimos situaciones dentro de sus 22, algo que no había ocurrido antes. En el primer tiempo sólo tuvimos una oportunidad real: un line que terminó en un free-kick por un movimiento incorrecto. Fueron decisiones que no nos permitieron tomar posesión en territorio rival. En el segundo tiempo generamos más fases y secuencias largas. Sabíamos que Escocia era un rival parecido a nosotros y que iba a ser un partido de 80 minutos, que podía definirse al final para cualquiera de los dos. El banco aportó una energía extra fundamental. Los que empezaron hicieron un gran trabajo y la energía de los que entraron inclinó la balanza.

–En varios partidos, el equipo parece hacer un click dentro del mismo encuentro. ¿A qué lo atribuyen?

–No hablaría de que se desconecta o se conecta. Son momentos. El otro equipo también tiene los suyos. Escocia fue muy clínico cuando llegó a nuestras 22. Hay cosas para corregir, pero lo importante es que estuvimos en cancha los 80 minutos. Mucho del trabajo del primer tiempo terminó pagando en el segundo. Hubo secuencias largas, intentos, pero no tuvimos recompensa como sí la tuvo Escocia. En el segundo tiempo sí capitalizamos. Son momentos: un equipo toma la iniciativa, el otro no. Hay que aprovecharlos y estar presentes todo el partido. Saber que habrá dificultades y cómo salir de ellas.

–¿Qué autocrítica hicieron de lo que pasó en el primer tiempo?

–Cada uno del staff está haciendo su análisis por su lado; aún no tuvimos reuniones colectivas. Siempre hay cosas para mejorar. En cuanto al planteo, el partido se dio como lo habíamos previsto: uno de 80 minutos que podía abrirse recién al final. Arrancar 21-0 no es ideal, pero el equipo no entró en pánico y siguió con su plan. Sabíamos que Escocia era un gran equipo, muy peligroso en el juego y en la obtención. Lo remarcable es que pudimos llevarnos el resultado en el segundo tiempo. Pero en obtención tenemos cosas para ajustar, más aún porque viene un rival como Inglaterra, con un poderío muy grande en ese sector.

–Se habló mucho de los puntos para el ranking y de mantenerse entre los seis primeros. ¿Lo conversan entre staff y jugadores?

–No pensamos ni hablamos del ranking. Felipe lo dice seguido: el ranking se cuida solo. Refleja la actualidad del equipo. El punto está en llevar a cabo lo que queremos hacer. El resultado será consecuencia de eso y, por consecuencia, afectará al ranking. Sabemos que es importante y no lo vamos a ocultar. Sabemos lo que significa ser cabeza de serie para el Mundial. Pero no es el objetivo número uno: nos focalizamos en el rendimiento.

–¿Cómo van a encarar el partido contra Inglaterra?

–Nos mentalizamos en lo que queremos hacer y cómo queremos hacerlo. También debemos conocer las amenazas del rival; eso es parte del análisis semanal. Pero la mayor parte del enfoque tiene que estar en nosotros. Conocemos mucho a Inglaterra. Todavía tenemos la espina de lo que fue julio, cuando no tuvimos el rendimiento deseado. Pero eran equipos distintos: a ellos les faltaban los jugadores que estaban en British & Irish Lions y nosotros también teníamos bajas por descansos. Inglaterra está en un muy buen momento y será un desafío grande. Sería un error concentrarnos 100% en ellos; perderíamos la perspectiva de lo que podemos hacer nosotros para hacerles daño.

–¿Haberse asegurado ser cabeza de serie para el Mundial les permite salir a jugar contra Inglaterra más sueltos, con mayor tranquilidad?

–Tranquilidad no. Cada semana arranca de cero, con un diagnóstico del partido anterior: cosas a mejorar y cosas buenas para sostener. Competimos semana a semana contra rivales muy exigentes. Esta ventana es durísima: Gales, Escocia e Inglaterra, subiendo de calidad de rival. Entrar tranquilo a preparar un partido no sería bueno. Necesitamos atención y profesionalismo para encarar cada semana de la mejor manera. Somos lo que mostramos en el último partido y en el que viene. Un gran partido contra Inglaterra confirmará lo hecho ante Escocia; si no es tan bueno, habrá cosas para mejorar, pero será un reflejo del nivel actual. El desafío es seguir mejorando en la competencia más alta del mundo.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/rugby/andres-bordoy-asistente-de-los-pumas-todavia-tenemos-la-espina-de-lo-que-paso-en-julio-con-nid18112025/

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