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Artista y prostituta, exhibe en un museo de Puerto Madero su “archivo de experiencias sexuales”

“Soy trabajadora sexual y titulé esta obra PyME porque entiendo mi cuerpo como un negocio, como una empresa”, dijo sin rodeos Graciela Álvarez Maroccolo al presentarse en Colección Amalita. ...

Artista y prostituta, exhibe en un museo de Puerto Madero su “archivo de experiencias sexuales”

“Soy trabajadora sexual y titulé esta obra PyME porque entiendo mi cuerpo como un negocio, como una empresa”, dijo sin rodeos Graciela Álvarez Maroccolo al presentarse en Colección Amalita. ...

“Soy trabajadora sexual y titulé esta obra PyME porque entiendo mi cuerpo como un negocio, como una empresa”, dijo sin rodeos Graciela Álvarez Maroccolo al presentarse en Colección Amalita. Explicó luego qué envasó al vacío dentro de los sobres de plástico transparente que exhibe en el museo, como parte de su instalación: desde condones usados y jabones con pelos que se llevó de los hoteles alojamiento donde tuvo relaciones, hasta limpiadores anales y preservativos femeninos sin usar, que incluyó a modo de “piezas educativas”. Cada uno está valuado en cien dólares, aproximadamente lo mismo que ella cobra por hora por sus servicios.

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“Es un collage, un archivo de experiencias sexuales. Desde 2019 me interesa hacer público lo privado de un cuerpo, como los mocos o la sangre. Que siempre es asqueroso, pero es totalmente normal”, explicó a LA NACION Álvarez Maroccolo, nacida en Mendoza en 1988 y radicada en Buenos Aires, que se considera “artivista” y reconoce entre sus referentes a Tracey Emin y Liliana Maresca. Mientras que esta última realizó fotoperformances desnuda ante las cámaras de Marcos López en 1983 y de Alejandro Kuropatwa una década después, cuando ofreció su cuerpo “para todo destino” en la revista El libertino, su colega británica presentó al Premio Turner de 1999 su propia cama deshecha y acompañada por objetos íntimos, como preservativos usados y una bombacha manchada con sangre.

Mientras el arte erótico gana terreno en Buenos Aires, la instalación de Álvarez Maroccolo se exhibe ahora con las otros 25 artistas y curadores que participaron durante el último año y medio de la XVI Edición del Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). Todos produjeron una pieza para la muestra final, A Pekín, alojada hasta fin de mes en el edificio de Puerto Madero diseñado por Rafael Viñoly. Entre ellos se cuentan Trinidad Metz Brea, Amparo Viau y Carolina Martínez Pedemonte, ya conocidas en la escena local gracias a su participación en arteba.

“La obra de Graciela fue una de las más movilizantes del conjunto, porque trabaja con temas que son difíciles para la sociedad, o tabú –admitió Leopoldo Estol, uno de los profesores principales de esta camada, junto con Lucrecia Lionti-. Pone sobre la mesa lo difícil que es hablar del deseo, o asimilar cierta cuestión vital a nuestra práctica. Muchas veces las obras de arte son objetos preparados para la eternidad, para la durabilidad. Y nosotros, como personas, no. Entonces nos abisma un poco en esta sensación de lo permanente y de lo transitorio”.

En esta pieza, según él, es clave transitar “el camino entre el lejos y el cerca”: acercarse a esos envases de apariencia minimalista hasta reconocer las sustancias más orgánicas. Eso hizo hasta tocarlos Carla Acevedo-Yates, reconocida curadora de origen portorriqueño que integra el jurado de la Residencia para artistas FAARA 2025, y fue invitada a Buenos Aires por la Fundación Ama Amoedo para dar una charla e investigar sobre la escena local.

Si bien evitó referirse a uno en particular, se manifestó “muy sorprendida con el alto nivel de los artistas argentinos jóvenes”. “Toman muchos riesgos –agregó-. Parece que en esta exposición la mayoría de ellos están adentrándose en nuevos caminos en sus obras o en su práctica, y hay una reflexión sobre el arte argentino histórico: ya sea desde la abstracción, la figuración, los años noventa, los usos de materiales, de lo cotidiano. Y eso me parece bien interesante”.

En el recorrido de algunos artistas como Álvarez Maroccolo, esta muestra reveló un upgrade según la curadora Carla Barbero, que asesoró al grupo como tutora. “Me parece que antes tenía un gesto más directo y ahora el material se volvió más plástico –opinó-. Empezó a ‘ordenar’ una información, pensando en gestos del collage. Hay una composición en cada una de estas bolsitas al vacío: podés encontrar formas, colores, volúmenes distintos. El material deja de tener esa afectación básica o literal con el punto de realidad, para pasar a ser otra cosa”.

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Mucho más literal fue Novia de alquiler, la performance que Álvarez Maroccolo realizó en la vereda del espacio Dulce Estudio, en Chacarita. Entonces se tiró desnuda sobre una parrilla, a modo de “tira de asado”, y transmitió la acción por streaming en la plataforma pornográfica CAM4. “Todas las que se publican en OnlyFans o que son modelos webcam son trabajadoras sexuales también, pero no se hacen cargo –opina-. Me interesa sacarle el estigma de que el trabajo sexual es algo negativo. A mí la palabra puta me encanta, la reivindico, la tengo tatuada en mi cola”.

Para agendar:

A Pekín: muestra final del Programa de artistas de la UTDT XVI edición, hasta el 29 de junio en Colección Amalita (Olga Cossettini 141). De jueves a domingos, de 12 a 20. Entrada: $4000. Hoy a las 18 habrá una visita guiada gratuita.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/artista-y-prostituta-exhibe-en-un-museo-de-puerto-madero-su-archivo-de-experiencias-sexuales-nid19062025/

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