Ataques armados y detenciones sacuden Rosario en un domingo de violencia extrema
ROSARIO.- Un sicario mató a un chico de 13 años e hirió a otro de 8 el domingo a la madrugada, cuando los niños estaban dentro de una casa y jugaban con sus celulares, mientras los mayores dorm...
ROSARIO.- Un sicario mató a un chico de 13 años e hirió a otro de 8 el domingo a la madrugada, cuando los niños estaban dentro de una casa y jugaban con sus celulares, mientras los mayores dormían. Hasta ahora lo único que se pudo determinar en la investigación es que el asesino fue trasladado en un auto hasta el barrio Tío Rolo, donde se produjo el ataque, cuyas causas aún se desconocen, porque, según la familia, no habían recibido amenazas previas. Desde el hospital Provincial, donde está internado el niño de ocho años, Thiago González, informaron que el chico, que sufrió dos heridas de bala, evoluciona de manera favorable y es probable que este martes sea dado de alta.
Unas horas después de este terrible ataque contra los dos menores, se produjo un hecho extraño arriba de un colectivo de la línea 110, también en la zona sur de Rosario. Un hombre subió al ómnibus, sacó un arma y comenzó a disparar y desatar el pánico entre los pasajeros, uno de los cuales sufrió heridas en un ojo por el estallido de los vidrios. No murió nadie de casualidad. Este episodio ocurrió el domingo a las 19 en un colectivo de línea a la altura del bulevar Seguí al 3300. En un primer momento, la información que surgió es que el ataque había sido hecho desde fuera del vehículo, pero cuando realizaron los peritajes –según señalaron en el Ministerio de Seguridad de la Nación- llegaron a la conclusión de que se había producido en el interior.
Estos dos hechos extraños ocurrieron el mismo día en que fueron detenidos dos integrantes de la banda Los Menores, que está acusada de ser el brazo operativo del doble crimen de Andrés “Pillín” Bracamonte y Ricardo “Rana” Attardo, jefe y lugarteniente de la barra de Rosario Central, que ocurrió el 9 de noviembre pasado. El jefe de Los Menores, Matías Gazzani, que se encontraba prófugo desde marzo del año pasado, fue detenido en diciembre del año pasado en Tigre, en la provincia de Buenos Aires. Su socio en la organización criminal se llama Lisandro Contreras.
“Mirko Yedro” tiene 18 años y la policía lo venía siguiendo desde hacía al menos dos años. Su pareja es la hija de Juan José Raffo, el exsubcomisario que fue detenido en marzo pasado en el barrio de Barracas, en la ciudad de Buenos Aires, después de estar tres años prófugo. A pesar de su corta edad, Yedro pasó a tener relevancia en esta banda criminal que ganó territorio durante los últimos meses y que nació en el barrio 7 de Septiembre, en el noroeste de Rosario.
La detención de “Mirko Yedro” se dio a partir de la investigación de la Central de Inteligencia que forma parte de El Bloque y la Unidad de Capturas de Alto Perfil, recientemente puestos en funciones por el gobernador Maximiliano Pullaro.
Esta nueva unidad opera bajo el Bloque Interagencial de Capturas, un espacio que articula el trabajo del Servicio Penitenciario, la Policía de Santa Fe, organismos de inteligencia y el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
En el Gobierno provincial generó preocupación el ataque a los dos chicos en Tío Rolo. Se evalúa cuál podría ser el móvil de los disparos que hizo un sicario que terminó con la vida del chico de 13 años.
El homicidio ocurrió alrededor de la 1.30 de este domingo en una casa de Camino de los Quinteros al 2800, una calle que se abre hacia el oeste a la altura de Ovidio Lagos al 6700, a metros del polideportivo del colegio San José.
De acuerdo con un parte policial sobre el caso, un familiar de los niños fue quien dio cuenta de lo sucedido con un llamado al 911. Al llegar a la escena, los policías se encontraron con vainas esparcidas en un patio interno y ningún testigo directo sobre la mecánica de la agresión.
Los menores baleados fueron trasladados por sus parientes en un auto particular hasta el Hospital Clemente Álvarez. Juan Cruz Osuna, de 13 años, llegó con heridas de arma de fuego en el hombro izquierdo, en el costado derecho de la espalda, en el glúteo y muslo derechos y murió a poco de llegar por la gravedad de las heridas.
T. J. O., de 8 años, que sobrevivió, tiene dos heridas de arma de fuego: una en la pierna y otra en la región posterior del maxilar inferior. El niño fue trasladado al Hospital de Niños Víctor J. Vilela. Las autoridades de ese centro asistencial aseguraron que el menor llegó consciente y estable. Y ayer por la tarde fue derivado al Hospital Provincial, donde durante las últimas horas había mejorado.
La investigaciónLa investigación quedó en manos de la fiscal de Violencias Altamente Lesivas, Marisol Fabbro. De acuerdo con fuentes de la investigación, en medio de la conmoción por el suceso, la familia de los chicos no pudo aportar precisiones sobre el motivo del ataque: dijeron desconocer de dónde venía y por qué pasó.
Los padres de las víctimas dijeron que al momento del atentado estaban durmiendo en sus respectivas viviendas mientras Juan Cruz y Thiago jugaban en una habitación que da al frente de la casa baleada. Indicaron que el patio estaba a oscuras y el interior iluminado, de manera que de adentro hacia afuera no se veía, pero sí a la inversa.
Se cree, por eso, que la imagen de los dos chicos era visible desde afuera. Estaban junto a una ventana que no está protegida por persianas. No está claro si eran ellos el objeto directo del ataque o si la intención era la de una balacera para amedrentar, pero lo cierto es que los disparos impactaron directamente en partes vitales. La policía secuestró en el lugar 7 vainas servidas que serán peritadas.
Los familiares dijeron que se sobresaltaron con las detonaciones, pero detallaron que no presenciaron el momento de los disparos porque todos dormían. Un adolescente de 16 años, que es hermano del chico muerto, se encontraba en su habitación, de modo que tampoco presenció cómo ocurrió el ataque.
Los padres de los niños atacados son hermanos y ambos manifestaron que trabajan como changarines, indicaron fuentes de la pesquisa. La fiscal dispuso el secuestro de teléfonos celulares que serán peritados en los próximos días, así como la apertura de una caja fuerte en la cual se incautó una suma de $1.580.000. También ordenó que se verifique la documentación de un vehículo marca Audi usado en el traslado de las víctimas al hospital.