Avanza la privatización de la concesión de las represas del Comahue
El sector energía y el concepto privatización avanzan de la mano, y cada vez a mayor velocidad. El Ministerio de Economía impulsó las licitaciones de venta de acciones de Nucleoléctrica S.A., ...
El sector energía y el concepto privatización avanzan de la mano, y cada vez a mayor velocidad. El Ministerio de Economía impulsó las licitaciones de venta de acciones de Nucleoléctrica S.A., pero mañana será un día clave en la licitación de otros activos del sector público: las empresas a cargo de la concesión de las represas del Comahue.
La compulsa tiene muchos interesados, ahora devenidos en competidores. Se disputan la adquisición del 100% del paquete accionario de las sociedades concesionarias de los complejos hidroeléctricos Alicurá, El Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila. Tal como publicó LA NACION, se estima que el Gobierno podría llegar a obtener US$500 millones por estas ventas.
Es decir, las represas no están en venta, sino las compañías que las concesionan. La adjudicación habilitará la reprivatización de las concesiones por un período de 30 años, en un esquema similar al implementado en 1993, durante la administración de Carlos Menem.
El misterio alrededor de los ganadores y el monto que le podrá quedar al Estado finalizará mañana, cuando se abran los segundos sobres de esta licitación. Estos son los que contienen las ofertas económicas de los interesados.
De hecho, el Gobierno ya avanzó en la apertura del primer sobre. En consecuencia, publicó en el Boletín Oficial el listado de empresas que preclasificaron para la apertura de la segunda etapa, denominada por fuentes oficiales como “la etapa económica”.
Las empresas que presentaron oferta fueron: IPS Renewal, Central Puerto, Central Costanera, Hidroeléctrica Futaleufú (Genneia, Aluar y Futaleufú), BML Inversora (MSU Green Energy), Enel Argentina, AES, Pampa Energía y Edison Inversiones. De todas ellas, tal como confirmaron fuentes oficiales, sólo una quedó afuera de competencia de cara al segundo sobre de la licitación. “se desestimó la oferta de IPS Renewal S.A., al no cumplir las condiciones exigidas”, detallaron en la Secretaría de Energía.
Entonces, a las 10 de la mañana del 28 de noviembre, se conocerá el número que ofertaron los competidores. En consecuencia, el Gobierno podrá hacer cálculos sobre cuánto dinero le quedará tras desprenderse de las empresas que creó especialmente “para asumir, de manera transitoria, la actividad de generación eléctrica” en las represas, según explico en los considerandos de la resolución publicada en el Boletín Oficial.
El vencimiento original de estas concesiones había ocurrido a mediados de 2023, pero tanto el gobierno anterior como el actual fueron prorrogando los contratos. En consecuencia, las centrales continuaron operadas por las mismas empresas hasta la finalización del proceso licitatorio que ahora entrará en zona de definición.
Las represas incluidas en la licitación son cinco: Alicurá (1050 MW de potencia instalada), operada por la estadounidense AES; El Chocón y Arroyito (1417 MW), administradas por la italiana Enel; Cerros Colorados y Planicie Banderita (472MW), bajo la concesión de Aconcagua Energía, y Piedra del Águila (1440 MW), operada por Central Puerto.
Todas están emplazadas sobre los ríos Limay y Neuquén, entre las provincias de Río Negro y Neuquén. En conjunto, suman una potencia instalada de 4170 MW, equivalente al 10% de la oferta total de energía eléctrica del país.
De acuerdo con lo instruido por el Poder Ejecutivo, la Unidad Ejecutora de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas será la encargada de coordinar las acciones necesarias para que la venta quede concluida antes del 31 de diciembre. Sin embargo, en la práctica, el proceso podría extenderse hasta el primer semestre de 2026.
El esquema fijado en el pliego establece que una parte de la energía producida se venderá a través de los contratos de concesión, mientras que el remanente podrá comercializarse de manera privada, ya sea mediante contratos a término libremente pactados o en el mercado spot. Inicialmente, el 95% de la energía se destinará al esquema regulado y el 5% a la venta libre. Esa relación se irá modificando año tras año hasta alcanzar, en el año 21 de la concesión, un 100% de energía libremente comercializable.
En paralelo, las provincias también tendrán un beneficio directo: los gobiernos de Río Negro y Neuquén percibirán un 12% en concepto de regalías sobre el precio de venta de la energía, además de un canon provincial del 2% por el uso del recurso hídrico, repartido equitativamente entre ambas jurisdicciones.
El desafío adicional será la necesidad de realizar fuertes inversiones para extender la vida útil de las centrales. El Chocón, por ejemplo, se inauguró en 1973 y requiere un desembolso considerable para continuar en operación bajo estándares de seguridad y eficiencia. Este aspecto es central, ya que la antigüedad de la infraestructura pone presión sobre las compañías que resulten adjudicatarias.