Bienalsur llegó a Mar del Plata, el kilómetro 383 de su nueva gira mundial
MAR DEL PLATA.- Apenas se acaba de despedir Un año de aire, la bella obra de Esteban Álvarez que con sus más de 4.000 botellas plásticas en forma de nube había quedado desde 2023 en las altura...
MAR DEL PLATA.- Apenas se acaba de despedir Un año de aire, la bella obra de Esteban Álvarez que con sus más de 4.000 botellas plásticas en forma de nube había quedado desde 2023 en las alturas del hall central del Museo de Arte Contemporáneo (MAR) a modo de herencia de la última edición de Bienalsur y la nueva versión de esta muestra que no sabe de límites geográficos irrumpe e impacta en ese mismo espacio con Gorriones y eucaliptus rosados, instalación de Fernando Do Campo. El marplatense, radicado hace 28 años en Australia, desplegó con más de 140 m2 de tela, y a medida de esta sede, su visión artística sobre la relación entre ambos países, su propia experiencia migratoria y la introducción de aves y árboles en Latinoamérica.
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Es la apuesta de bienvenida de un despliegue más amplio que alcanza a la Sala 2, ya en la planta alta, con obras de diez artistas que son la expresión en estas playas de un proyecto que se puso en marcha hace una década, va por su quinta experiencia consecutiva y hasta fines de este año tendrá puestas simultáneas con más de 400 artistas en 133 sedes de 80 países, en los cinco continentes.
“Tienen derecho a pensar que estamos locos”, reconoce Aníbal Jozami, creador y director de Bienalsur, convencido que se trata de una idea demasiado ambiciosa y que aun así no solo se ha hecho realidad sino que se sostiene en el tiempo y crece en protagonismo. “Parecía irrealizable, demostramos que se podía y habrá una sexta, una séptima y también una octava”, afirmó para garantizar continuidad a futuro. “Si ser idealistas y propositivos es estar locos, pues bien, eso es lo que hacemos”, apuntó Diana Wechsler, directora artística de este producto de arte global, sin fronteras.
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Una particularidad de Bienalsur es la de marcar con una referencia de distancia cada una de sus escalas. En total son 19.640 kilómetros. El punto de partida es el Centro de Arte Contemporáneo y Museo de la Inmigración en Capital Federal, donde se inauguró la muestra el sábado 5, poco más de una semana después de la apertura de programación, que este año fue en Medellín, Colombia.
Cada sede geográfica está referenciada con la lejanía aquel kilómetro 0 metropolitano. Mar del Plata es el 383 y participa por tercera edición consecutiva, siempre con este monumental escenario frente al mar, en el extremo norte de la ciudad y muy elogiado por organizadores y quienes allí exponen.
Fragmentar la obsolescencia. Primavera silente se titula la muestra marplatense con curaduría de Clarisa Appendino, que para esta cita convocó y seleccionó obras de los argentinos Jesu Antuña, Mariana De Matteis, Fernando do Campo, Iván González, Sandra Guascone, André Komatsu, Florencia Levy (ARG), Juan Reo, el brasileño Márcio Vilela y el español Max de Esteban.
Appendino tomó como referencia el libro Silent Spring, de la científica Rachel Carson, que hace más de seis décadas anticipaba el impacto de pesticidas sobre ecosistemas. “Vienen a denunciar o dar imágenes de comportamientos de la contemporaneidad tomando como referencia las aves”, explicó sobre un enfoque que aporta desde el arte una reflexión sobre la cuestión ambiental.
Esas obras, que incluyen pinturas, instalaciones y videos, estarán en exhibición aquí hasta diciembre, en convivencia con otras tres muestras que ya eran parte de la agenda del MAR y siempre con acceso libre y gratuito para todo público. Un aspecto que Jozami y Weschler remarcaron e incluso, en diálogo con LA NACION, señalaron como distintivo en el conjunto de tantas sedes que Bienalsur tiene en todo el mundo.
“Queremos lograr que la mayor cantidad de la gente pueda ejercer su derecho a la cultura y lo que hacemos, en lugares tan alejados unos de otros, es abrirles oportunidad de ser parte”, dijeron y señalaron que en otros países también gestionan que al menos Bienalsur sea espacio de ingreso gratuito para asistentes.
Do Campo, que se formó y trabaja mucho en Estados Unidos, expone por primera vez no solo en Argentina sino en Latinoamérica. Y se sorprende por la infraestructura del MAR. Su obra se despliega con paños de un metro cuadrado, con colores, letras y un mensaje a descifrar. “Confío en el público”, dice a LA NACION sin revelar el inicio y el fin de esa idea en la que asegura haber volcado su vida entre dos países tan distantes, aves, especies arbóreas y hasta alguna referencia a “El Aleph” de Jorge Luis Borges. “Él en ese libro habla de Queens, donde yo vivo, y usa a Australia como un límite, lo máximo”, dijo y quiso realzar la dimensión del escenario donde puede exponer hoy su obra: “No sé si Mar del Plata y Argentina se han dado cuenta de este museo que tienen”, remarcó.
Las obras repartidas en la sala incluyen pinturas, tecnología con pantallas y sonidos e instalaciones. Una de ellas es con arena, potenciada por la luz de uno de los ventanales próximos. Se llama Un recuerdo nuevo, de Mariana De Matteis.
La entrada a la Sala 2 está plena de colores con el óleo sobre tela que a puro realismo Juan Reos llama Concierto Nacional de Aves. “Es la tercera experiencia en esta Bienalsur”, contó a LA NACION sobre esta pieza que realizó el año pasado y que pone a consideración del público en este MAR que ni siquiera conocía. “Primera vez que lo visito”, reconoció el artista que además participa con otra obra, Los colores de los cielos.
Jozami y Wechsler destacan que el formato de Bienalsur tiene un diseño con muestras que tienen capítulos que se reparten en la cartografía de la experiencia global. Fragmentar la obsolescencia. Primavera silente, que comenzó en Mar del Plata, por ejemplo, tendrá extensión en Luján y San Juan. En Buenos Aires se llama Juguemos en el mundo y tendrá las suyas en otros destinos del país.
Para esta edición de Bienalsur la convocatoria recibió 5.500 presentaciones de artistas de 80 países. Aproximadamente el 10% de esas obras serán expuestas en algún momento de estos próximos seis meses.