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Campero, el “radical con peluca” que votó con Milei, ahora reclama gestos del gobierno: “No se puede pensar un país próspero sin universidad pública”

Aliado clave del oficialismo en la Cámara de Diputados, el tucumano Mariano Campero sorprendió esta semana al ...

Campero, el “radical con peluca” que votó con Milei, ahora reclama gestos del gobierno: “No se puede pensar un país próspero sin universidad pública”

Aliado clave del oficialismo en la Cámara de Diputados, el tucumano Mariano Campero sorprendió esta semana al ...

Aliado clave del oficialismo en la Cámara de Diputados, el tucumano Mariano Campero sorprendió esta semana al votar con la oposición para forzar el tratamiento en comisiones de dos temas incómodos para el Gobierno: el financiamiento universitario y la emergencia pediátrica. Lo hizo junto a Martín Arjol, de Misiones, su compañero en la “Liga del Interior”, el bloque de radicales que rompió con la conducción de Rodrigo de Loredo y construyó un vínculo directo con la Casa Rosada.

Ambos respaldaron todos los proyectos clave del oficialismo, incluidos los vetos presidenciales. Pero su último movimiento encendió señales de alerta. ¿Se trata de una advertencia? ¿Un gesto para evitar quedar fuera del armado electoral en sus provincias?

Campero lo niega, se define como aliado del Gobierno, pero reclama que el Presidente empiece a mostrar un horizonte a sectores sensibles. Y defiende su decisión: “No se puede pensar un país próspero sin universidad pública”.

—¿Cómo interpreta lo que ocurrió en la última sesión en Diputados?

—Lo que pasó en la sesión de ayer es uno más de los planteos de la oposición, que obviamente ha agarrado temas nobles y busca, con mala fe, romper el equilibrio fiscal. Estaban universidades, el Garrahan, salud pública, todos temas nobles, y también la baja de retenciones a productos del agro. Entonces hay una incoherencia: dicen que aumentemos los costos y saquemos recursos. Por eso votamos en contra de los proyectos que propone la oposición.

—Pero usted votó a favor de que esos temas se traten en comisión.

—Sí, porque hay situaciones como lo que está ocurriendo en la universidad, donde desde enero no se actualiza el salario docente ni de investigación. Me parece que ahí el Gobierno tiene que tener un gesto. Por eso votamos con Martín Arjol el emplazamiento en los dos temas, salud y educación. Nos parece clave que el Gobierno tenga la instancia en las comisiones para plantear una hipótesis de luz: un proyecto a un año, a diez, a quince.

—¿Qué cambió ahora, si hasta acá usted fue uno de los que más defendió al Gobierno en estos temas?

—Nos hacemos cargo, seguimos apoyando al Gobierno. Votamos todo con el Gobierno. Votamos las dos leyes negativamente. Y vamos a seguir acompañando el concepto de equilibrio fiscal, de gobernabilidad y de darle las herramientas necesarias para que pueda sacar adelante al país. Lo que votamos nosotros fue el emplazamiento. El año pasado, en todos los medios y con Milei mismo, dijimos que cuando se logre el equilibrio fiscal, los primeros indicios deberían ir a estos lugares. Porque son temas nobles que necesitan respuestas. Ya está logrado el equilibrio fiscal. Nos sentimos parte de eso. Ahora hay que demostrarle a la comunidad educativa que no fue una acción agresiva contra la universidad. Mostrar una salida, un horizonte. Lo mismo con la emergencia pediátrica.

Nos parece clave que el Gobierno tenga la instancia en las comisiones para plantear una hipótesis de luz: un proyecto a un año, a diez, a quince.

—¿Qué significa exactamente haber votado el emplazamiento?

—Significa que la comisión se reúna y trate el tema. No estamos votando la ley. Las leyes son agresivas, sí. Pero queremos que el Gobierno haga una oferta, convoque a paritarias, se siente a definir algo tan estratégico como la universidad. No se puede pensar un país próspero sin una universidad pública.

—¿Tienen pensado impulsar un proyecto propio?

—Nuestra idea es llevar un dictamen propio. Que ponga en valor los salarios docentes, de investigadores y no docentes, y que cuente también con auditorías. Con las auditorías se pueden bajar costos para afrontar nuevos gastos.

 Lo mismo está pidiendo el sector productivo, que también necesita un plan para no agobiar a las economías regionales.

—Arjol fue excluido del armado electoral de La Libertad Avanza en Misiones y en Tucumán tampoco hay un acuerdo a la vista. ¿Lo que votaron tiene que ver con su situación política?

—Cero. No tiene nada que ver. A mí me queda un año y medio más de mandato. En Tucumán ya están diciendo que podría jugar con Roberto Sánchez -diputado nacional por la UCR-, con quien vengo trabajando hace muchos años.

—¿Y eso es así? ¿Va a jugar con Sánchez?

—Siempre y cuando él me dé una mano en dos o tres cosas: poner jugadores nuevos en la lista, hablar de la construcción de Tucumán… ahí están los concejales, los intendentes, todo lo que hemos construido. Pero también hay muchas chances de que pueda jugar con el alfarismo, la construcción de Germán Alfaro, el exintendente de San Miguel de Tucumán, que se enfrentó conmigo.

—¿Y lo haría como parte del radicalismo?

—No. Yo tengo un partido acá que se llama Cambia Tucumán. Y con el radicalismo no tengo ningún sentimiento de rencor, pero la verdad es que hoy la construcción no va por ahí.

—¿Por qué solo ustedes dos en el bloque votaron el emplazamiento?

—Los dos hemos sido docentes, conocemos la universidad. Los dos fuimos estudiantes, egresados. Lo sentimos como propio.

—Usted dijo que el Gobierno tiene que dar indicios. ¿A qué se refiere concretamente?

—Le doy un ejemplo. El año pasado pedimos que el Gobierno hiciera una oferta al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y lo hizo. Llamó a paritarias e hizo una propuesta. No gustó, pero la hizo. Este año no se convocó ni siquiera esa paritaria. Igual vamos a seguir defendiendo el equilibrio fiscal. Si la ley lo rompe, no la vamos a votar.

—¿Y si el Gobierno no da señales?

—Le pedimos que haga lo mismo que el año pasado. Pero más que nada, que haya un norte. Un plan de acá a tres años, no sé. Porque si no parece que los que tomamos la posición en aquel momento estábamos en contra de la universidad, y no es así. Yo quiero que al país le vaya bien. Estoy a favor del equilibrio fiscal, de la gobernabilidad. Y un año después, siendo uno de los que puso el cuero para que haya equilibrio fiscal, digo: ¿se puede sentar a conversar este tema?

—Ahora se están discutiendo y es probable que el Senado convierta en ley tres proyectos que el Presidente dijo que vetaría: el aumento jubilatorio, la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad. ¿Usted apoyaría un nuevo veto?

—Bueno, falta mucho para eso. Falta mucho.

—¿Cómo evalúa esa tensión?

—Hay que tener una visión inteligente, responsable, identitaria de esta reconstrucción que está haciendo Milei. Y me parece muy importante el tema de la universidad pública. Insisto con este concepto: un camino, un horizonte a mediano y largo plazo. Lo mismo está pidiendo el sector productivo, que también necesita un plan para no agobiar a las economías regionales.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/politica/campero-el-radical-con-peluca-que-voto-con-milei-ahora-reclama-gestos-del-gobierno-no-se-puede-nid03072025/

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