Caputo confirmó que si baja el riesgo país, el Gobierno buscará salir al mercado para pagar deuda en enero
El ministro de Economía, Luis Caputo, aclaró este miércoles cuáles son las opciones que evalúa el Gobierno para afrontar en enero el pago a bonistas privados de US$4200 millones. La estrategia...
El ministro de Economía, Luis Caputo, aclaró este miércoles cuáles son las opciones que evalúa el Gobierno para afrontar en enero el pago a bonistas privados de US$4200 millones. La estrategia primaria es esperar una baja del riesgo país que permita refinanciar los vencimientos mediante la colocación de nueva deuda a una tasa razonable. Si ese escenario no se concreta, confirmó que mantiene negociaciones con bancos internacionales para cubrir los compromisos.
Durante el tradicional almuerzo del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp) en el Alvear Palace Hotel de Recoleta, Caputo señaló que, con las iniciativas que el Gobierno impulsa en el Congreso —como la reforma tributaria, la ley de inocencia fiscal, la reforma laboral y el Presupuesto 2026—, “lo más probable es que el riesgo país vaya a converger a los 300 puntos básicos”. Hoy el indicador ronda los 640 puntos, por lo que sería necesario una fuerte caída.
El ministro admitió que es difícil prever los tiempos de esa compresión, aunque confió en que los fundamentos macroeconómicos prevalecerán en el mediano y largo plazo. La Argentina no coloca nuevos bonos desde la reestructuración de 2020. “Como no tenemos la bola de cristal y no sabemos si este proceso se va a dar en los próximos treinta días, igualmente, precavidos siempre como somos, estamos hablando con los bancos para que, eventualmente, si no tenemos esta opción, cuando tengamos que hacer el pago de enero, podamos hacerlo sin que haya una caída en el nivel de reservas”, explicó.
Caputo indicó que las entidades financieras “ofrecieron” entre US$6000 y US$7000 millones, aunque no precisó qué bancos son ni qué formato tendría el crédito. Tampoco definió cuánto de ese monto tomaría finalmente la Argentina.
Según supo LA NACION de fuentes al tanto de las conversaciones, entre los bancos involucrados figuran JP Morgan, Bank of America y Citi, además de contactos con otras entidades. Morgan Stanley, por ahora, no forma parte del esquema. La fórmula elegida sería un pase pasivo (repo), una operación en la cual una institución vende un título y se compromete a recomprarlo en una fecha futura a un precio determinado, equivalente a una tasa de interés.
A diferencia de las dos operaciones anteriores, que sumaron US$3000 millones y estuvieron bajo la órbita del Banco Central (BCRA), esta vez el Tesoro asumiría el compromiso. Aún no está claro cuál será la garantía que ofrecerá Economía.
La operación convive con otras alternativas que analiza el equipo económico, como una recompra de bonos Globales 2029 y 2030 que podría incluir un canje por títulos más largos, y el esquema de “deuda por educación” anunciado hace un mes. Caputo también mencionó la posibilidad de usar el swap con China o con Estados Unidos para asegurar los vencimientos.
En enero vencen poco más de US$4200 millones: US$3700 millones en manos de privados, US$500 millones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses y US$13 millones correspondientes al BCRA, según cálculos de Romano Group.
El titular del Palacio de Hacienda afirmó que recuperar el acceso a los mercados permitirá avanzar el año próximo en un proceso de acumulación de reservas, uno de los puntos más cuestionados por economistas y bancos internacionales junto con el actual esquema de bandas cambiarias que también fue ratificado por el funcionario. La idea es que, si el país vuelve a financiarse, no será necesario usar divisas del BCRA para cancelar en efectivo los vencimientos, como ocurrió en lo que va de la gestión Milei.
En ese marco, Caputo reiteró ante empresarios del Cicyp que la compra de reservas estará atada a la demanda de dinero y a la oferta disponible en el mercado, con el fin de no presionar el tipo de cambio. “No vamos a hacer eso que algunos sugieren de salir a comprar como loquitos dólares para subir el precio y tener un dólar artificialmente alto y hacerle creer al mundo que somos competitivos”, afirmó. De todos modos, proyectó que el Gobierno podría sumar entre US$7000 millones y US$21.000 millones el año próximo, por una mayor demanda de pesos y una oferta más amplia de divisas en la cuenta capital.
En los últimos días, al menos dos bancos internacionales advirtieron sobre la debilidad estructural que implica el bajo nivel de reservas, según publicó LA NACION. Barclays sostuvo que, aun con recompras de deuda y acceso al mercado, el país seguirá necesitando adquisiciones “considerables” de dólares. JP Morgan, por su parte, estimó que avanzar en la acumulación de reservas debería ser una “prioridad” para el gobierno de Javier Milei y prevé que la Argentina podría regresar a los mercados en la segunda mitad de 2026.