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Carmen Maura y dos amores con finales infelices: de la pérdida de la custodia de sus hijos a la ruina económica

Es una de las actrices más reconocidas de España. Su talento y versatilidad le han otorgado un lugar privilegiado dentro de la historia del cine, participando en más de 100 películas. De hecho,...

Carmen Maura y dos amores con finales infelices: de la pérdida de la custodia de sus hijos a la ruina económica

Es una de las actrices más reconocidas de España. Su talento y versatilidad le han otorgado un lugar privilegiado dentro de la historia del cine, participando en más de 100 películas. De hecho,...

Es una de las actrices más reconocidas de España. Su talento y versatilidad le han otorgado un lugar privilegiado dentro de la historia del cine, participando en más de 100 películas. De hecho, Carmen Maura fue pionera en recibir el apodo de “chica Almodóvar” al ser una de las primeras musas del director español. ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, Mujeres al borde de un ataque de nervios, ¡Ay, Carmela!, La ley del deseo y Volver son algunos de sus títulos más memorables y que le valieron varios premios.

Podría decirse que todo el éxito que tuvo en su carrera escaseó en su vida personal, una vida digna de un guion cinematográfico. Es que, detrás del brillo y los aplausos, la actriz protagonizó una historia de abandono, lucha, soledad y estafas. “He tenido a veces la sensación de que no estaba haciendo bien las cosas y sin saber por qué, lo que es muy angustioso”, confesó Maura en una entrevista con la revista ¡Hola! de 2022. Su entorno más cercano fue el que se convirtió en su mayor enemigo, ese que no estaba contento con sus elecciones y que le puso una y mil trabas en el camino. “Me he visto con mucha dificultad para contentar a la gente y hacer lo que se esperaba de mí”, reconoció.

A pesar de que esta profesión le trajo sus mayores problemas en el ámbito privado, fue también la que la salvó del verdadero infierno que vivió durante décadas. “Ser actriz me ha salvado de volverme loca”, aseguró quién tuvo una tormentosa vida amorosa. Mientras que su primer marido le sacó la custodia de sus dos hijos (a quienes no vio durante años), su segundo esposo la estafó y la endeudó.

Su primer matrimonio: el gran infierno de su vida

A pesar de su gran éxito en la industria, Carmen Maura no planeaba convertirse en actriz. “De pequeña, no creí que fuera a trabajar. Pensaba que iba a ser una mamá con marido”, reveló esta madrileña en su biografía de 2018. Un aviso que decía: “Se buscan semiprofesionales para un grupo de teatro en el Ateneo de Madrid” cambió sus planes por completo. Intrigada por saber de qué se trataba, Maura se presentó y no hubo vuelta atrás. Desde entonces, ha trabajado de manera ininterrumpida coleccionando un éxito tras otro.

Sin embargo, puertas adentro esa decisión no cayó muy bien. Por aquellos años, Carmen tenía 24 años y estaba casada (desde hacía tres) con el abogado Francisco Forteza Pujol, un hombre de origen mallorquín dueño de varias empresas de tabaquería. “Se armó la de San Quintín”, recordó, dando a entender que al padre de sus hijos no le gustó nada la idea de que se metiera en la industria. De hecho, él le había puesto una galería de arte en el piso de abajo de su despacho.

“Pasé una noche horrorosa. Él diciéndome todo tipo de cosas. ‘Eres muy vieja para empezar ahora, no te pienso ayudar, no te va a ayudar nadie. Acabarás loca, tirándote delante de un camión’. Recuerdo frases terribles”, relató quién no imaginaba la pesadilla que viviría por culpa de su decisión.

Desde entonces, la convivencia fue un infierno y, en 1970, la artista se atrevió a dar un paso muy osado para la época: le pidió el divorcio. “Es una separación con mucha agresividad por parte de su exmarido, que le hace la vida bastante complicada”, contó por aquel entonces Fernando Colomo, director del film ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?.

Por supuesto que su valentía pagó un altísimo precio. Su ex, con poderosas conexiones en el ámbito judicial, consiguió arrebatarle la custodia de sus hijos María del Carmen (actual productora de cine) y Pablo (músico de jazz), haciendo que la intérprete no los vea durante años. Según el juez, ser actriz no era “una profesión respetable” para educar niños, además de su ajetreada agenda laboral que consideraba imposible de compaginar con la crianza de los pequeños. “Sufrí muchísimo cuando me los quitaron. Eran míos y les quería mucho. Pero llegó un momento que dije: ¿O te mueres o qué?“, reveló casi dándose por vencida.

Forteza se llevó a los niños a vivir a Canarias, por lo que el vínculo fue casi nulo. “He tenido momentos muy duros porque cuando arranca mi carrera tenía muy poco dinero”, reveló quien estuvo 12 años luchando para que le devuelvan a sus hijos. Si bien al varón pudo verlo cada tanto, con su hija mujer no tuvo la misma suerte. Recién volvió a verla cuando la adolescente cumplió los 17 años y se presentó en el teatro, dispuesta a escuchar su versión de la historia. “Me empiezo a ocupar de mis hijos cuando se muere su padre, cuando empiezan a ser mayores y empiezan a venir”, contó.

Mientras su vida personal se desmoronaba, su vida profesional crecía de manera meteórica. De hecho, fue durante esta etapa que la actriz ha encarnado los personajes más fuertes de su carrera. Definitivamente, su trabajo se convirtió en su vía de escape. “Yo creo que si no hubiera decidido ser actriz, estaría bastante loca. En los peores momentos, en esos en los que la angustia es tan fuerte que quieres morirte, mis funciones eran la única cosa del mundo que me hacía feliz”, reflexionó.

El abuso de un fanático

Corría el año 1975 y Carmen Maura era un ícono gracias a títulos como ¿Qué he hecho yo para merecer esto? y La ley del deseo. Alejada de sus hijos, la actriz vivía sola en un piso en Madrid. Un día, mientras esperaba que la pasen a buscar para una sesión de doblaje, un fan se presentó en su domicilio. Cuando Maura abrió la puerta, fue brutalmente atacada por este hombre que iba armado con una pistola.

Un golpe en su rostro fue suficiente para dejarla inconsciente, y entonces el hombre abusó de ella. “Lo siguiente que recuerdo fue que recuperé el conocimiento y tenía una pistola aquí (señalándose la sien). Y nada, todo lo que conlleva eso, la violación”, contó en 2015 en un programa televisivo. “El proceso que siguió fue peor que la violación en sí, que fue muy desagradable, pero no me desequilibró”, advirtió.

“Subieron dos guardias civiles y me hicieron contarles todo. Agarraron el teléfono y dijeron: ‘Sube, que parece que es verdad’. El fiscal era más repugnante que el violador”, recordó dando cuenta del maltrato que recibió en una época donde la víctima era tratada como “la culpable”.

Tras el hecho, Carmen llamó a un amigo íntimo, le contó lo que había pasado y le pidió que fuera rápido para su departamento. “Le dije: ‘Yo no quiero quedarme traumatizada sexualmente para el resto de mi vida, así que ven’. Nos echamos un polvo suavísimo, sin un atisbo de violencia, muy cariñoso”, confesó.

Viudez y ruina económica

“Me hubiera gustado tener mejor ojo para la selección de los hombres. Eso no lo he hecho nada bien. Uno me quitó los niños y el otro todo el dinero“, aseguró Maura en su documental. Es que Forteza Pujol no fue su único fracaso amoroso: su segundo marido, Antonio Moreno Rubio, no sólo la estafó, sino que la dejó con varias deudas. Con él estuvo casada 13 años hasta que falleció, en 1995.

Fue recién ahí cuando Maura descubrió lo impensado: “Como le di poderes generales, un día me entero de que tenía todo hipotecado. Me dejó con dos millones y medio de euros de deuda, con mis casas embargadas, mi campo embargado... En ese momento me dio un bajón”, relató.

Para una mujer con su carácter y personalidad, un mes fue suficiente para volver a levantarse y hacerle frente a la vida (¡y a sus acreedores!): “Una persona normal hubiera desaparecido, pero como yo no era normal... Tenía una profesión que como para desaparecer. He estado cerca de 20 años pagando deudas”, recordó.

De estas dos decepciones sentimentales, Carmen aprendió una gran lección: “Mejor estar sola que mal acompañada”. “Cuando me separé estuve una semanita diciendo: ‘Qué raro estar sola’ y ahora le he cogido vicio. ¿Novio? Ni loca. He tenido una vida muy movida, pero ahora no“, revelaba allá por los años 2000. Y esa regla parece no haber cambiado al día de hoy.

A sus 80 años, esta madrileña podrá haberse jubilado del amor pero no de su profesión. Mientras sigue sumando títulos a su legado (su última película, Calle Málaga, ha brillado en los festivales de Venecia y Toronto), Maura también disfruta de su hogar y de la compañía de su perro. “Adoro no tener compromisos. Muchas veces miento porque digo que estoy ocupada y no es verdad”, confesó la ganadora de cuatro premios Goya que, en su tiempo libre, ama ir al gimnasio, cocinar y ordenar.

Sin dudas, la vida amorosa de esta actriz ha estado alejada de los convencionalismos de “felices para siempre”. Hoy, asegura sentirse cómoda con su soltería y que cada dolor fue una lección. “No necesito a nadie para sentirme feliz”, advierte quién hizo de la soledad su mayor conquista.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/personajes/carmen-maura-y-dos-amores-con-finales-infelices-de-la-perdida-de-la-custodia-de-sus-hijos-a-la-ruina-nid19112025/

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