“Catarata de reservas”: el factor detrás del boom de arribos de último momento que empieza a registrar la costa
PINAMAR.- Algunas dudas que tanto reinaron durante estas últimas semanas se empiezan a apagar cuando se ve esa rotonda de ingreso a Pinamar con doble fila de autos a ritmo lento hacia la costa, do...
PINAMAR.- Algunas dudas que tanto reinaron durante estas últimas semanas se empiezan a apagar cuando se ve esa rotonda de ingreso a Pinamar con doble fila de autos a ritmo lento hacia la costa, donde las playas ganan concurrencia entre pleno sol y temperatura en ascenso. Y hoteles e inmobiliarias que atienden pedidos de último momento, con arribos espontáneos que por primera vez en este verano permiten a los servicios de alojamiento coquetear con momentos de ocupación completa.
“Si hay que bancar calor, que sea acá”, dicen Soledad y Salvador, con el pecho colorado de las dos primeras horas de sol previas al mediodía y con el agua que les chorrea por el cuerpo después de otra incursión en el mar para refrescarse frente al parador Marbella. “Allá estaba insoportable. Armamos bolsos, salimos antes de los cortes de luz y alquilamos departamento mientras íbamos en ruta”, cuenta a LA NACION la pareja oriunda del barrio porteño de Boedo, con vacaciones programadas también en Pinamar, pero para la segunda quincena de enero.
Los que habían apostado con anticipación a instalarse aquí durante este fin de semana y con intenciones de permanecer hasta la fiesta de Año Nuevo acertaron ampliamente. Las nubes desaparecieron por estas playas durante estas jornadas, las máximas diarias andan entre los 25°C y los 28°C, y no hay lluvias a la vista por lo menos hasta el próximo domingo.
“Estamos teniendo una catarata de reservas en los últimos días para el 31”, reconoce Hernán Szkrohal, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata, y se reconoce sorprendido por esta dinámica que marca un giro a consultas y pedidos que marchaban a ritmo moderado y mucho más apuntados a la segunda mitad de enero.
Este fin de semana, con última medición entre asociados, la ocupación en este sector alcanzaba al 73%. “Y creciendo”, remarca el directivo a LA NACION, conforme y expectante.
La ola de calor con foco previsto en la Capital y Gran Buenos Aires se mira desde aquí como una oportunidad adicional de incrementar presencia de turistas que dudaban o no tenían en sus planes andar por la costa en estas fechas. Es inevitable relacionar este repentino cambio de ritmo de demanda con ese horno metropolitano del que tantos quieren escapar por estas horas.
En los distintos destinos se confirma que, a partir del sábado a la mañana, se multiplicaron los llamados y confirmaciones. Los pedidos dejaron de mirar la fiesta de Año Nuevo y arranque de enero para apuntar a un ingreso inmediato. “Hay muchos pedidos desde hoy hasta el 2 o el 3”, detalla Néstor Gonnet, principal operador inmobiliario de alquileres en la zona céntrica marplatense.
Silvia Melgarejo, al frente de Constructura del Bosque, en Cariló, también destaca esta variedad de fechas y períodos solicitados. Cuenta a LA NACION que entre este sábado y el 31 hay ingresos a tomar propiedades, inquilinos y también dueños. “Por fin de año y hasta el 13 o el 15; también varios hasta fin de mes”, describe.
La particularidad que cita de este año es un incremento de la cantidad de alquileres logrados desde el arranque de la segunda mitad de diciembre. “Algunos hasta hoy domingo y otros hasta el 3 de enero”, precisa. Afirma que para la noche de Año Nuevo “estará todo a pleno”.
“Esta semana todo alquilado, lleno, gracias a Dios”, celebra Joaquín Bustillo, de Celtis, que opera con apartamentos de categoría en Cariló. “La gente nos pide pero ya no tenemos nada para estos días”, explica a LA NACION, y agrega que ese ritmo de ocupación completa se extiende casi hasta fin de mes.
Similar situación advierten en Costa Esmeralda, donde se había conseguido una muy buena cantidad de alquileres con anticipación y en estos últimos días repuntaron los pedidos de casas por períodos breves, con foco en esperar por allí el arranque de 2026.
El arribo de viajeros en número cada vez más importante termina de determinar la puesta en marcha de una temporada que ya había dado algunas primeras señales de luz verde. En el caso de Mar del Plata, la cartelera teatral abrió el 6 de diciembre y desde este último viernes se comenzaron a sumar estrenos que se multiplicarán y completarán en el arranque de esta semana y después de Año Nuevo. También están en marcha muestras inmersivas como “Love Up” y “Puertas a Mundos” y, para los más chicos, la impactante y realista “Dinosaurios y Mundo Jurásico”.
ExpectativaEn todo el frente de balnearios bonaerenses se entusiasman con este repunte, pero también tienen claro que no alcanza. Acá se necesita una temporada intensa y también extensa, más allá de enero. Saben bien que la competencia fuerte de destinos del exterior, en particular Brasil, tendrá su impacto sobre el negocio turístico de la costa atlántica. La duda es cuánto.
“Hay mucho movimiento con recambio de gente que ya llegó o andará por aquí para pasar la semana y también la fiesta de Año Nuevo”, confirma Hugo Tavelli, responsable del hotel Marcin de Cariló, y anticipa algunos momentos de enero que ya sabe que tendrá ocupación de 100%. “La incógnita es febrero”, dice a LA NACION.
El entusiasmo en Pinamar creció con buen repunte de reservas, en particular sobre la segunda mitad de enero, período que por historia es el más fuerte del destino. “En esa segunda quincena estamos completos”, indica el operador inmobiliario Lucio Vera Tapia y añade que en la primera “algo queda”, pero con demanda activa. “Fin de año vamos a estar al 90%”, arriesga.
Año Nuevo marcará, también, la catapulta del movimiento fuerte que desde la pospandemia ostenta Mar del Plata con el segmento de turismo joven, consolidado como una de sus locomotoras de las últimas temporadas. El combo de playas y nocturnidad convirtió a este destino en un escenario casi sin competencia en estas costas.
Bruto, corazón de la noche en Playa Grande, celebró aniversario hace pocos días con un megaevento que coronó con la actuación de Nicky Jam, cantante de reggaeton estadounidense. Mute, epicentro de fiestas electrónicas a metros del faro, también desembarcó temprano con su opening party y desde la noche de Año Nuevo programa el paso de DJ internacionales como Wade, Boris Brejcha, Chris Stussy y Artbat, y coloridas fiestas: la Bresh, ya un clásico, y la primera vez de Elrow en Mar del Plata.
Con foco también en ese segmento de público se conformó una gran grilla de recitales. Por Bendu, en el puerto, pasarán Ciro y los Persas, Divididos, El Plan de la Mariposa, Él mató a un policía motorizado, La Konga con La Delio Valdez, La Mágica y Karina. Por Umano, también en el faro, Las Pastillas del Abuelo, Ysya, El Kuelgue, Guasones y La Vela Puerca. Y en el estadio polideportivo se anuncian shows de Pimpinela, Diego Torres, Luck Ra y Don Osvaldo.