Generales Escuchar artículo

¿Cómo engañan al cerebro los nuevos fármacos para adelgazar?

Una ...

¿Cómo engañan al cerebro los nuevos fármacos para adelgazar?

Una ...

Una investigación científica publicada este lunes en la revista Nature Medicine detalla por primera vez en humanos el mecanismo neurológico de los fármacos para adelgazar. Especialistas de la Universidad de Pensilvania observaron de forma directa cómo estos compuestos actúan sobre el núcleo accumbens, una región cerebral clave en la gestión del placer, lo que explica su eficacia para reducir el apetito y la ingesta compulsiva de alimentos.

Cómo engañan al cerebro los nuevos fármacos para adelgazar

Los medicamentos más recientes para la pérdida de peso modifican la actividad cerebral para suprimir el deseo de comer. Un estudio analizó la actividad neuronal de cuatro personas con obesidad y trastorno del atracón mediante electrodos implantados directamente en el cerebro. Los científicos descubrieron que los momentos de antojos intensos se relacionan con un aumento de señales de baja frecuencia, llamadas actividad delta-theta, en el núcleo accumbens.

En una de las participantes, una mujer de sesenta años que recibía tratamiento con tirzepatida, el fármaco demostró la capacidad de anular esa señal específica. La supresión de esta actividad neuronal se tradujo en una notable reducción de los antojos y, consecuentemente, en una pérdida de peso.

“Ahora podemos comenzar a entender qué hacen los medicamentos en esta región del cerebro”, explicó Casey Halpern, neurólogo de la Universidad de Pensilvania y autor principal del estudio. Este hallazgo, aunque preliminar por el efecto a corto plazo observado, abre una vía para el desarrollo de nuevos tratamientos para diversas afecciones ligadas al control de impulsos.

Qué son las incretinas y cómo funcionan los medicamentos

La base del funcionamiento de estos fármacos reside en la imitación de hormonas naturales llamadas incretinas. Cuando una persona come, el intestino libera estas hormonas para estimular la producción de insulina y enviar al cerebro una señal de saciedad.

Las dos incretinas más relevantes son el GLP-1 y el GIP. En individuos con obesidad o diabetes tipo dos, este sistema de señalización a menudo no funciona correctamente, lo que provoca que continúen la ingesta aunque su cuerpo no necesite más energía.

Andreea Ciudin, coordinadora de la unidad de tratamiento de la obesidad del Hospital Universitario Vall Hebron, aclara que los análogos de incretinas replican los efectos de estas moléculas. “Engañan a tu páncreas y a tu cerebro; les dicen que ya comiste”, detalla la especialista.

La primera generación de fármacos, como la semaglutida (comercializada como Ozempic o Wegovy), solo imita al GLP-1 y logra una pérdida promedio del 15% del peso corporal. Las composiciones más nuevas, como la tirzepatida (Mounjaro), suman el efecto del GIP. Esto crea un compuesto dual mucho más potente que eleva la pérdida de peso hasta un 22%. Según Ciudin, una hipótesis es que el GIP potencia la acción del GLP-1 a otros niveles cerebrales.

Un hallazgo con implicaciones para las adicciones

Antes de esta investigación, la idea de que estas moléculas alteraban los circuitos neuronales del placer y la adicción era una especulación. Existían pruebas en ratones y estudios observacionales, como uno publicado en Nature que reportó un 50% menos de riesgo de consumo de alcohol en usuarios de semaglutida. Sin embargo, no se había demostrado una relación causal directa en humanos.

El estudio actual lo consigue al registrar la actividad cerebral en tiempo real. La implantación de electrodos es un procedimiento invasivo, por lo que la oportunidad de analizar de esta manera el cerebro humano es extremadamente rara.

Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA a partir de un artículo firmado por Enrique Alpañés para El País.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/como-enganan-al-cerebro-los-nuevos-farmacos-para-adelgazar-nid19112025/

Volver arriba