Cómo fue el primer día de Russo en Boca y qué refuerzos le pidió a Riquelme para el Mundial de Clubes
Apenas el vehículo gris de su representante asomó la trompa por el Camino Presbítero González y Aragón, el portón del Boca Predio pareció abrirse más rápido de lo normal. Reclinado lev...
Apenas el vehículo gris de su representante asomó la trompa por el Camino Presbítero González y Aragón, el portón del Boca Predio pareció abrirse más rápido de lo normal. Reclinado levemente sobre el asiento del acompañante, de saco gris y una sonrisa de oreja a oreja que se traslucía detrás del polarizado, saludó con un gesto a los muchachos de la garita y enfiló derechito hacia la zona de los vestuarios. Allí lo esperaba Juan Román Riquelme y los miembros del Consejo de Fútbol para entregarle la ropa de entrenamiento y darle otra vez la bienvenida a casa.
Miguel Russo no precisó presentación en su primer día como técnico de Boca. El DT ya había estado el jueves por Ezeiza para diagramar la semana de entrenamientos y charlar con el presidente acerca de las novedades en el mercado de pases. Pero recién este viernes pudo hacerse cargo del equipo y dirigir su primera práctica. Por la mañana rescindió su vínculo con San Lorenzo y por la tarde firmó contrato con el Xeneize hasta junio del 2026.
Russo, de 69 años, conoce el predio como la palma de su mano. El plantel, de hecho, se instaló definitivamente en Ezeiza a comienzos de 2020, durante su ciclo como técnico de Boca. Miguel saludó uno por uno a los empleados (utileros, cocineros, personal de limpieza), cruzó unas palabras con Javier García, a quien dirigió en sus anteriores dos etapas en el club, y reunió a los futbolistas en el gimnasio para presentarse frente al grupo y pedir “trabajo, trabajo y más trabajo”.
Los jugadores se movieron a las órdenes del preparador físico Adrián Gerónimo y en la parte final del entrenamiento realizaron ejercicios tácticos con pelota. La idea del cuerpo técnico era alivianar un poco las cargas luego de la práctica de fútbol del jueves y evitar lesiones musculares en la previa del Mundial de Clubes. Y a partir de este sábado empezaría a probar variantes con vistas al debut frente a Benfica. Para ir poniéndose en clima, el plantel se entrenó con las pelotas azules, rojas y blancas que se utilizarán en Estados Unidos. Entre Russo y la dirigencia decidieron que no haya conferencia de prensa. “Quiere enfocarse en el equipo”, confiaron desde Ezeiza. En principio, el DT tendrá su presentación oficial en los primeros días de la semana que viene.
Por lo pronto, Russo volvió a sentarse con Riquelme para definir las altas y las bajas del plantel. El técnico desea incorporar entre tres y cuatro jugadores. Las prioridades son un volante mixto y uno o dos delanteros por afuera. Si bien la última palabra la tendrá Román, Russo propuso una serie de nombres con los que pretende contar en el futuro inmediato. Este viernes se confirmó que Miguel Merentiel obtuvo la ciudadanía argentina y ya no ocupará cupo de extranjero, por lo que Boca podría incorporar jugadores de cualquier nacionalidad. Por ejemplo, a los colombianos Marino Hinestroza, de Atlético Nacional; John Córdoba, de Millonarios; o Jáminton Capaz, de Rosario Central, las tres posibilidades deslizadas por Russo. El otro apuntado es Walter Mazzantti, de Huracán, que este domingo jugará la final del Apertura con Platense.
En cuanto al mediocampista, hay tres apellidos que pican en punta: Aníbal Moreno, Fausto Vera y Leandro Paredes. El primero juega en Palmeiras y sacarlo de Brasil costaría alrededor de 11.000.000 de dólares. El exArgentinos recuperó la titularidad en Corinthians y su intención sería continuar en el fútbol brasileño. Lo de Paredes dependerá pura y exclusivamente de lo que quiera hacer el volante. En marzo, el campeón del mundo en Qatar incluyó una cláusula en su contrato con la Roma que le permite llegar a Boca a cambio de 3,5 millones de euros, aunque el salario actual del futbolista escaparía al presupuesto del Xeneize.
Russo avisó que en el resto de las líneas se arreglará con lo que tiene, pero que está abierto a incorporar más jugadores en caso de que aparezcan “oportunidades de mercado”. Una de ellas podría ser la de Malcom Braida, el polifuncional hombre de San Lorenzo cuya cláusula de rescisión es de 1,2 millones de dólares. Una cifra relativamente baja para los números que se manejan hoy en día, pese a que existe un “pacto de caballeros” mediante el cual los dirigentes se comprometen a no “robarse” futbolistas. Braida puede jugar de lateral, volante o extremo por la izquierda, por lo que solucionaría varios problemas en uno. Además, es un hecho que Frank Fabra no renovará su vínculo (vence en diciembre de este año) y Marcelo Saracchi también podría emigrar en caso de que llegue una buena oferta.
El DT también tendría en sus planes a Marcos Rojo, quien fue titular en su ciclo anterior y aún no tiene asegurada la continuidad después del Mundial de Clubes. Le quedan seis meses de contrato y la dirigencia aún no le ofreció renovar, aunque la idea del técnico es utilizarlo de todas maneras. La dirigencia, en cambio, está decidida a sumar otro zaguero. Marco Pellegrino (Huracán) y Lautaro Gianetti (Udinese) son del gusto del Consejo de Fútbol, aunque Russo también sugirió el nombre de Gastón Hernández, otro exdirigido en el Ciclón. En ese sentido, el técnico recibió otra buena noticia en su primer día con el plantel: Ayrton Costa está cerca de obtener la visa de trabajo y podría ingresar a Estados Unidos como parte de la delegación.
Russo ya puso primera y ahora espera por la llegada de refuerzos para empezar a darle forma al plantel y a la lista de buena fe para competir en el Mundial de Clubes. Anoche se fue tarde del predio y esta mañana volverá a Ezeiza para seguir con la puesta a punto, sin tiempo que perder y con mucho trabajo por delante.