Cómo hacer un altar del Día de Muertos para honrar a los espíritus, según una experta
Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad hace más de 20 años por la Unesco, ...
Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad hace más de 20 años por la Unesco, el Día de Muertos es una celebración con raíces profundas en la cultura mexicana. Esta tradición ha sido incorporada a nivel mundial por personas que no poseen lazos concretos con México, pero que hacen homenaje a esta tradición.
Paola Briseño-González es productora del festival de Día de Muertos que se realiza en el Hollywood Forever Cemetery de Los Ángeles, uno de los más grandes de EE.UU. En diálogo con Los Angeles Times contó cuáles son las claves sobre este ritual anual que se celebra a inicios de noviembre. Briseño-González, que creció realizando el ritual en su México natal, plantea que pese a la comercialización del festejo, el Día de Muertos continúa siendo un “testimonio de la resistencia y la identidad de las comunidades indígenas mexicanas”.
Las claves para honrar a los antepasados“El Día de Muertos no es solo otro día para disfrazarse. No es el nuevo Halloween”, plantea contundente Briseño-González, quien explica que la celebración es un momento ideal para compartir “nuestra humanidad” más allá de las diferencias culturales.
En ese sentido, explica, que crear un altar es “una expresión colectiva de dolor y amor” inconmensurable que acerca a las personas, por lo que todos aquellos que quieren conmemorar a sus seres queridos pueden sumarse a la celebración.
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Fechas para recordarSegún sindica la experta, en cada zona de México hay costumbres que difieren. En general, los altares se comienzan a realizar hacia fines de octubre, aproximadamente a partir del 27, ya que el día 28 la tradición indica que los espíritus empiezan a viajar hacia el mundo de los vivos. Los primeros en llegar son los niños, porque “se fueron inesperadamente” y a ellos se los celebra el 1° de noviembre. El 2 de noviembre, en tanto, se conmemora a las personas adultas que fallecieron. El 3, los altares se retiran.
Cómo se arma el altarLos altares tienen algunas características comunes, aunque cada uno se considera único. Pueden honrar a una persona o varias y tener entre 2 y 7 niveles, “que representan los niveles que el alma debe atravesar para llegar a su lugar de descanso final”. Lo usual es realizar un altar de tres niveles y adornarlo con flores, fotos, comida, bebidas y artículos que recuerdan a los seres queridos.
La base del altar puede ser una mesa y los niveles se pueden realizar con cajas o mesas más pequeñas, “incluso pilas de libros” se pueden utilizar para armar los niveles, enseña Briseño-González. Un mantel liso es suficiente para cubrirlos y tener lista la superficie sobre la que se dispondrá la ofrenda.
Como elementos adicionales se puede sumar un petate, que es una especie de tejido hecho de hojas y hierbas secas que simboliza comodidad, descanso y hogar. Asimismo, se puede poner un arco realizado con flores, que es “una puerta para que las almas encuentren su camino hacia nosotros”.
Como consigna general, más allá de la opción que se elija, es preciso tener siempre presente que no existe una manera de hacer mal el ritual si se lo realiza con amor y respeto. “Reúnanse alrededor del altar, suban el volumen de la música, generalmente del tipo que su ser querido disfrutó en vida, y festejen y beban para nutrir tanto a los vivos como a los espíritus”, enfatiza la experta.
Los nivelesEn el primer nivel, la experta recomienda disponer flores, especialmente caléndulas y flores de naranjo, si es posible. La cresta de gallo, es otra buena opción y muy utilizada, aunque finalmente, todas las flores son válidas. Junto a ellas, la sal es otro de los elementos que no pueden faltar en el primer nivel. Según explica la productora, la sal sirve “para asegurar la pureza del alma, ayudándola a no perderse en el viaje hacia y desde el más allá”.
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En el segundo nivel se deben disponer las velas para “iluminar el camino para nuestros seres queridos durante su visita”. Junto a ellas se pueden disponer ofrendas de los alimentos preferidos de las personas que se recuerdan y también de sus bebidas favoritas, además de un vaso o una jarra con agua. Quienes quieren rendir el homenaje tomando algunas de las tradiciones típicas de México pueden incorporar aquí el denominado pan de muerto, que es un pan dulce horneado decorado con huesos y calaveras, que se puede conseguir en la mayor parte de las tiendas de productos típicos por esta época.
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En el tercer nivel, que es la parte superior del altar, se ponen las fotos de las personas que se recuerdan. Si se realizó un arco, las fotos deben quedar en su centro. Si se poseen objetos que pertenecieron a las personas que se han ido, también se pueden sumar en este nivel. Nuevamente, quienes quieran darle una impronta tradicional pueden sumar calaveras de azúcar o barro, que son un símbolo que recuerda que “la muerte siempre está presente en la vida”, explica Briseño-González.