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Cómo sobrevivir al saludo en la oficina: las nuevas reglas para comunicarse en el trabajo

¿Hay que saludar a todos al inicio de una reunión virtual? Me parece que insume mucho tiempo, pero tampoco quiero ser descortés.Todo reunión virtual arranca con el infierno del “hola...

Cómo sobrevivir al saludo en la oficina: las nuevas reglas para comunicarse en el trabajo

¿Hay que saludar a todos al inicio de una reunión virtual? Me parece que insume mucho tiempo, pero tampoco quiero ser descortés.Todo reunión virtual arranca con el infierno del “hola...

¿Hay que saludar a todos al inicio de una reunión virtual? Me parece que insume mucho tiempo, pero tampoco quiero ser descortés.

Todo reunión virtual arranca con el infierno del “hola”, donde cada saludo obliga al otro a gastar tiempo en “desmutearse” para poder responder con otro “hola”. Y a continuación alguno seguro pregunta “¿Cómo andan todos?”, obligando a todos a desmutearse otra vez para responder algo increíblemente ingenioso, tipo “Bien”. Y mientras transcurría todo eso, seguro que a la reunión se sumó alguien más, así que el ciclo arranca de nuevo… En estos casos, hay que aplicar la regla de tres: si en línea ya hay tres personas o más, simplemente saludar con la mano.

Soy germófogo y detesto darme la mano con la gente. Añoro los días de la pandemia, cuando nadie se tocaba con nadie. ¿Alguna recomendación?

Tu mejor opción es usar barbijo: en términos de costo-beneficio, no hay mejor método para hacer que la gente no te extienda la mano. También podés preguntarle a tu empleador si no podés teletrabajar desde tu casa, o desde adentro de un pulmotor… Si te parece que es ir demasiado lejos, podés recurrir a aquel gesto tan propio de la pandemia: extender la punta del codo y esperar que el otro haga lo mismo. Pero lo que en aquel momento tenía algún sentido hoy puede parecer bastante raro…

Me genera ansiedad tener que saludar a la gente, en especial a esas personas que conozco un poco, pero no mucho. Como pasé parte de mi juventud en Japón, para no tener que decidir si abrazar o no a alguien, me detengo un paso de distancia antes y me inclino a la japonesa, ¡y es sorprendente la cantidad de gente que responde inclinándose! ¿Es una buena estrategia?

Todo depende de si seguís allá en Japón… En todo caso, el “saludo anticipatorio” es una buena táctica siempre y en todo lugar. Una de sus variantes es gesticular profusamente a medida que uno se acerca a la persona: saludar a lo loco con la mano y avanzar sonriendo como un idiota, frenar a unos dos metro de la persona, fuera de su alcance, y de ser necesario seguir gesticulando y saludando un rato más. Si logras parecer desquiciado pero extremadamente amigable, diste en la tecla: no necesitas saludar a nadie más.

Nunca sé cómo saludar a mis colegas mujeres, con las que trabajo desde hace años. Puedo darles la manos, como hago con los hombres, pero me parece un poco formal. ¿Alguna sugerencia?

Esta es una de las preguntas que más me hacen, al menos los lectores de Estados Unidos y Europa Occidental. La recomendación tradicional es darse la mano con todo el mundo, sin importar qué tanto uno los conozca. Si funciona como saludo entre los hombres, también tiene que funcionar como saludo entre los géneros. Y si querés sumarle algo de familiaridad, usá ambas manos como señal de calidez, como los líderes mundiales después de firmar un tratado de paz.

Pero hay situaciones en las que darse la mano es realmente muy raro… ¿Qué pasa si casualmente te encontrás con un compañero cercano de trabajo en un evento social? Mi consejo en esos casos es no dar nunca el primer paso: esperá a ver qué hace la otra persona y seguile la corriente. El riesgo es que sacrificás parte de tu capacidad de decisión y podés terminar en un abrazo no deseado, pero al menos no vino de tu parte.

Hace poco tuve un desafortunado “incidente de abrazo” en el trabajo. No calculé bien la distancia y terminé con el lóbulo de la oreja de la otra persona adentro de mi boca. ¿Dónde me equivoqué y qué debería haber hecho?

No hay que olvidar que un abrazo en el trabajo no es un abrazo real, es como el eco de un abrazo. Por eso, cuando abrazamos a alguien en el trabajo tiene que ser como en el juego infantil “Operación”: rodear al otro con el brazo sin tocarle ninguna parte del cuerpo, y mantener tu cara bien alejada de la suya.

En un reciente saludo con besos en la mejilla, no coincidimos en el número de movimientos de cabeza y terminé con la nariz de la otra persona en la boca. ¿Cómo hay que hacer en esos casos?

Podés ir contando en voz alta. Pero acá veo que esta consulta viene de la misma dirección postal que la del devorador de orejas. Ya que tenés esa tendencia tan inusual a mordisquear a tus colegas, por favor acercate a todos desde lejos con la mano ya completamente extendida para un apretón de manos, y escribime para contarme cómo te fue.

(Traducción de Jaime Arrambide)

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/como-sobrevivir-al-saludo-en-la-oficina-las-nuevas-reglas-para-comunicarse-en-el-trabajo-nid18082025/

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