Córdoba tiene el primer hotel del mundo hecho en aviones y solo tiene ocho habitaciones de lujo
CÓRDOBA.- La ciudad de Oncativo, en la provincia de Córdoba, tiene el primer hotel que funciona en aviones. Son ocho habitaciones dobles con balcones con jacuzzi sobre las alas, a las que se ingr...
CÓRDOBA.- La ciudad de Oncativo, en la provincia de Córdoba, tiene el primer hotel que funciona en aviones. Son ocho habitaciones dobles con balcones con jacuzzi sobre las alas, a las que se ingresa por una pasarela externa. El empresario Oscar Scorza es el autor de esta iniciativa; fue quien compró tres aeronaves que pertenecieron a Southern Winds (SW) que, envuelta en un escándalo, dejó de volar hace dos décadas. “No tenía idea de lo que iba a hacer -confiesa-. Quería una para un cartel del frente de mi compañía, y terminé con las tres. Armar el hotel nos llevó un año de trabajo intenso”.
Scorza es dueño de Econovo, una empresa especializada en maquinaria para higiene urbana que vende en la Argentina y afuera. Hace unos años puso en marcha Nono Luigi, un hotel de campo cinco estrellas, en cuyo predio ahora están los “Air Damasco”. Señala que “no quiere ni saber cuánto dinero le destinó” al proyecto.
“Compré una manga para el primer avión, pero como tenía que comprar dos ya me decidí a que ambos fueran parte del proyecto -cuenta a LA NACION-. Este es el primer hotel en el mundo con estas características. Hay casas en aviones, incluso con piletas, pero no hoteles. A lo sumo, algunos tienen aeropartes”.
Describe que para ingresar se sigue el mismo esquema que en un aeropuerto: “La manga tiene fotos de lugares turísticos de la región. Después hay un ‘museo’ de los aviones. Están las bauleras, las cajas negras, las cocinitas. Sigue una sala VIP, donde los huéspedes pueden leer, tomar algo. Es todo muy diferente y estoy orgulloso de que lo tenga Oncativo”.
Las ocho habitaciones matrimoniales (las camas king size se pueden separar) tienen 4x4 cada una, cuentan con baños con la última tecnología (inodoros japoneses, duchas con bluetooth y luces ambientales), televisores smart, conexión wifi y climatización personalizada.
Los nombres de cada una se vinculan a los paísesen los que Scorza, con su empresa, hace negocios: India, China, Turquía, España, Estados Unidos, Italia, Perú y Uruguay. Quien ocupe la habitación uno tiene acceso a lo que era la cabina del avión.
“No sé qué se me dio por comprar los aviones. Tenía que hacer un cartel al frente de mi empresa para llamar la atención y quería uno, pero me quedé con los tres en el remate. En el 2019 pagué una cifra irrisoria, poco más de $500.000 -puntualiza-. Traje uno primero a Oncativo que es un salón de eventos y bar y, cuando quise traer los otros dos, casi abandono porque no me habilitaban el traslado por la ruta. Finalmente, se pudo hacer”.
Los huéspedes del inédito hotel podrán acceder al spa y restaurante de Nono Luigi. La tarifa es de $250.000 la doble. Oncativo está a 80 kilómetros de la ciudad de Córdoba, en el departamento Río Segundo.
Los aviones de SW estuvieron abandonados al costado de la pista del aeropuerto Córdoba, el Ambrosio Taravella, desde 2005. En el primer remate los compró “Prensadora Ciudadela” pero nunca los retiró. Los Boeing fueron vendidos como lote de chatarra.
Del boom al cierreLa aerolínea SW fue fundada por los cordobeses Juan y Cristian Maggio en 1996 y estableció su hub en esta provincia, desde donde volaba a varias de las principales ciudades argentinas sin pasar por Buenos Aires. Empezó con unos jet Bombardier para 50 pasajeros; llegó a tener 1500 empleados. En 2001 cambió el modelo de negocios, incorporó los Boeing y empezó a hacer destinos internacionales.
Se asoció con la estatal Lafsa y en 2004 ya los vuelos internacionales tenían problemas.
El 17 de septiembre de 2004 aparecieron en el aeropuerto de Madrid cuatro valijas que habían viajado en un avión de SW sin pasajero, lo que está prohibido. El membrete decía “Embajada Argentina en España” y habían sido cargadas con prioridad en el compartimiento preferencial de la tripulación, para que bajaran primero. Cuando la Guardia Civil las abrió encontró 58,90 kilos de cocaína pura, equivalentes a 1,5 millones de euros.
El 16 de marzo de 2005 SW se presentó en concurso preventivo y el 25 de noviembre dejó de operar. En 2009 la Cámara de Casación Penal confirmó las condenas por contrabando agravado de Walter Beltrame (empleado de SW, encargado de los controles en Ezeiza) y de los pasajeros González Villar y Toimil Batán. Los Maggio fueron desprocesados. En 2011 Juan Maggio fue condenado a tres años y medio de prisión y $90.000 de multa como autor de apropiación indebida de tributos (por retener tasas aeroportuarias).