Cuatro hábitos mentales para cerrar el año con menos estrés
El cierre de año suele venir acompañado de exigencias personales, laborales y sociales que pueden generar estrés, ansiedad e incluso agotamiento físico constante. Las metas que no se cumplieron...
El cierre de año suele venir acompañado de exigencias personales, laborales y sociales que pueden generar estrés, ansiedad e incluso agotamiento físico constante. Las metas que no se cumplieron, las reuniones familiares, los cierres laborales y la presión por “terminar bien” el año pueden convertirse en una carga emocional difícil de gestionar para muchas personas.
Es por eso que, desde Fleni, centro especializado en neurología y rehabilitación de Buenos Aires, se recomiendan incorporar hábitos mentales sencillos que ayudan a reducir la tensión y a atravesar esta etapa con más calma y equilibrio.
1. Aceptar lo que no se logró en el añoEl fin de año invita a hacer balances, pero esa revisión no debería transformarse en culpa. Las metas pueden cambiar y las prioridades modificarse con el tiempo. Es importante practicar la autocompasión, permitirse mirar el camino recorrido sin juicio y sin castigarse por aquello que quedó pendiente.
2. Ajustar las expectativas en torno a las fiestas familiaresLas fiestas no tienen por qué ser perfectas y cada individuo debe poder elegir con quién pasarlas. Aceptar que no todo saldrá exactamente como se planeó ayuda a aliviar la presión y a disfrutar de lo que sí sucede. La clave está en priorizar la armonía por sobre la perfección de los encuentros, ya sea con amigos o familia.
3. Desconectarse y priorizar el autocuidado personalDiciembre acumula tareas, encuentros y compromisos. Por eso es fundamental reservar momentos personales para recuperar energía. Meditación, lectura, descanso consciente o actividades relajantes pueden equilibrar el sistema nervioso y evitar el agotamiento emocional. A su vez, muchas personas suelen descuidar su alimentación, por lo que tomarse el tiempo para disfrutar sin culpa es primordial para no sufrir desbalances.
4. Evitar la comparación constanteLas redes sociales se llenan de imágenes y videos que muestran vidas “perfectas”, tanto de personas que conocemos como de famosos de todo el mundo. Compararse solo alimenta la frustración. Cada persona tiene su proceso y su forma de cerrar el año. Centrarse en el propio camino es clave para reducir el ruido mental que suele crearse en estas fechas.
¿A quiénes afecta el estrés de fin de año?La psicóloga Tahina Chiang, de Clínica y Universidad de los Andes, advirtió que el estrés de fin de año no solo afecta a los adultos, sino también a adolescentes y niños, sin distinción de edad o género. Según explica, muchas veces la presión se multiplica por una “exigencia emocional” que atraviesa a todas las etapas de la vida.
Experta explica cómo afecta el estrés en niños, adolescentes y adultosPor eso, remarca la importancia de priorizar lo esencial y conectar con un espacio interno de calma. Chiang recomienda habilitarse a decir “no puedo” o “no quiero” cuando sea necesario y respetar los propios límites al momento de asumir tareas o compromisos. “Poder reconocer las propias capacidades permite actuar desde un lugar más sano y evitar el desborde emocional”, sostuvo la experta.
La especialista también recordó que fin de año es un momento simbólico para cerrar ciclos, y que vale la pena generar espacios para uno mismo y para los afectos. Estas fechas pueden servir para recordar, reconocer, transformar y agradecer lo vivido. De esta forma, las experiencias vividas en el 2025 ayudarán a cada individuo a enfrentar los desafíos que traiga el 2026.