El BID espera prestarle US$10.000 millones al país entre este año y 2028
El Grupo BID (Banco Interamericano de Desarrollo) definió su plan de desembolsos para los próximos años en el país, que contempla préstamos por un total de US$10.000 millones entre 2025 y 2028...
El Grupo BID (Banco Interamericano de Desarrollo) definió su plan de desembolsos para los próximos años en el país, que contempla préstamos por un total de US$10.000 millones entre 2025 y 2028. Así lo estableció el organismo en una “hoja de ruta” que diagramó junto al Gobierno argentino.
Según anunció el BID, este plan comprende US$7000 millones para el respaldo de iniciativas del sector público y otros US$3000 millones que se destinará a programas de fortalecimiento de la inversión privada en diferentes sectores productivos, mediante BID Invest y BID Lab.
El cronograma de desembolsos comprendidos en este programa se ejecutará a lo largo del período, asociado a la aprobación del directorio del BID y al avance y cumplimiento de los diferentes proyectos a los cuales se asignan los fondos girados, a diferencia de otros préstamos, como los del FMI, que el Gobierno considera de “libre disponibilidad”.
En términos netos, el flujo de capital del BID al país entre 2025 y 2028 será de alrededor de US$5000 millones, porque en ese lapso se contemplan también repagos del país por US$5340 millones correspondientes a préstamos anteriores.
La estrategia del BID en el país, informó el organismo, tiene tres pilares, que centralmente se enfocan en las “reformas fiscales en favor de la sostenibilidad y la eficiencia del gasto”, el avance en la “liberalización de la economía para desbloquear la inversión privada” y el apoyo a la “población vulnerable para reducir la pobreza”, con especial atención a lograr “mayor eficiencia en el sistema de salud”, la educación de jóvenes y “mejoras en las condiciones urbanas y sanitarias”.
Para este año, el flujo de desembolsos proyectado podría llegar a un máximo de US$3100 millones, de acuerdo al esquema diagramado por el organismo.
Ese total contempla cinco proyectos, de los cuales dos ya fueron ejecutados. Uno estuvo asociado al giro de US$500 millones, vinculado al Financiamiento Especial Para el Desarrollo (SDL, en la jerga del BID) ejecutado en el marco del acuerdo que el país firmó con el FMI en abril, y el segundo se relaciona con un proyecto de apoyo a la sostenibilidad en el transporte público y la eficientización en el gasto de subsidios al sector.
Los otros tres programas contemplados para este año tienen que ver con una iniciativa de apoyo a reformas fiscales y mejora en la eficiencia del gasto público, que está en etapa de diseño, otro vinculado a un plan que apunta a mejorar la competitividad y desregulación del comercio, y el último enfocado en el PAMI.
Si bien se esperan desembolsos ya en este mes, las fechas y el cronograma dependerán de la aprobación de cada una de estas iniciativas por parte del directorio del BID. El plan del organismo ya no contempla giros vinculados al acuerdo vigente con el FMI.
“Las acciones y los ejes transversales propuestos por el Grupo BID para esta estrategia están alineados con los objetivos gubernamentales planteados en la Ley Bases, el Pacto de Mayo, el proyecto de ley de Presupuesto 2025 y el discurso de apertura de las sesiones legislativas 2025, y en su visión de país para el futuro″, indicó el documento oficial del organismo, que ratifica que las pautas y objetivos fueron trazados en diálogo con el gobierno argentino.
En ese mismo plan de acción, sin embargo, el BID analizó los “riesgos potenciales para la implementación de la estrategia del país”, y contempló factores políticos y económicos. En el primer segmento, incluyó a las “mayorías legislativas”.
“Los tiempos de reformas clave pueden extenderse por falta de mayoría en el Congreso y la potencial fatiga social ante medidas de ajuste”, advierten en el organismo.
En cuanto a los factores económicos, los “principales riesgos” se vinculan con los “de naturaleza fiscal y de sector externo”, y lo relacionan con la “posición de liquidez externa”.
“Shocks externos que deterioren los términos de intercambio y las condiciones financieras internacionales pueden impactar sobre costos operativos y el espacio fiscal y sobre las inversiones privadas. La estrategia de mitigación incluye fortalecer la agenda social y mejorar el sistema de protección social y diseminar los resultados esperados para facilitar el dialogo y el consenso”, detallan en el BID.