El coraje de huir y de disentir
Una cosa es disentir y otra es huir. El jurista y ensayista español Antonio Pau, un pensador original, ofrece buenas razones para distinguir lo uno de lo otro en dos de los trabajos que integran s...
Una cosa es disentir y otra es huir. El jurista y ensayista español Antonio Pau, un pensador original, ofrece buenas razones para distinguir lo uno de lo otro en dos de los trabajos que integran su obra, compuesta por más de cincuenta libros. Uno se titula Herejes, y el restante Manual de escapología. Vienen al caso porque ambos temas, la disidencia y la huida, encuentran diferentes maneras de manifestación en este tiempo. “Tengo especial interés por entender a quienes no piensan como yo”, suele advertir Pau, quien aclara que entender no significa acordar. Tremendo desafío en sociedades cada vez más sesgadas, en donde las personas tienden a conformar tribus entre quienes piensan, quieren, sienten y gustan igual, no aceptan lo diferente y consideran a las demás tribus como enemigos mortales e irreconciliables. Ocurre no sólo en la política (donde en época de elecciones el fenómeno alcanza una visibilidad total), sino aun en las cuestiones más comunes y cotidianas.
Se trata de ofrecer argumentos y alternativas para potenciar lo distinto y ampliar los horizontes del pensamiento
En Herejes Pau traza los perfiles de 22 personajes cristianos que, en diferentes momentos de la historia, se apartaron del dogma, pero no del sentido religioso profundo, aun a costa de sus propias vidas. Van desde Valentín el gnóstico hasta el Maestro Eckart, desde Isabel de la Cruz a María de Jesús Agreda, desde Pelagio a Janet Horne, pasando por tantos otros, tan apasionados como apasionantes. Pau refiere sus actitudes a la época actual. “Estos herejes son un modelo de conducta para nuestro tiempo. Hoy más que nunca necesitamos disidentes, gente con criterio propio y con la valentía de defenderlo en un contexto complicado. La imposición de lo políticamente correcto y del pensamiento único nos encasilla y provoca que cualquiera que se salga de esos moldes reciba un aluvión de críticas”. Tampoco es cuestión de disentir porque sí, caprichosamente. Se trata de ofrecer argumentos y alternativas para potenciar lo distinto y ampliar los horizontes del pensamiento. Un reto extremo cuando tienden a predominar la pereza mental y el seguimiento ciego de gurúes, modas y tendencias. Formas espurias de pertenecer.
Para disentir hay que estar. Para observar, pensar y regresar con argumentos que ayuden a crear algo nuevo y mejor es necesario retirarse
Antonio Pau refiere su experiencia personal en el tema que trata. “Siempre me entendí muy bien con quienes piensan de manera radicalmente distinta de mí. Me enriquecen mucho. Es que creemos que no hay manera de ponerse de acuerdo, de que el adversario es enemigo. No se piensa que el otro pueda tener el mismo interés por el bien común que tiene uno”. Esa atmósfera de incomprensión extendida es, probablemente, la que lleva a buscar vías de escape. De eso se ocupa en Manual de escapología, ensayo en el que estudia diferentes búsquedas de huidas sanadoras hacia realidades mejores, más oxigenadas mental y espiritualmente, y toma a los epicúreos, los estoicos, los esenios, los hippies y los creadores de utopías, entre tantos otros. “Hay que dar a las realidades dolorosas su espacio propio, pero su espacio justo. Agotado ese espacio, hay que tener la valentía de huir”, incita Pau. “Se trata, en el plano social, de un fenómeno parecido a las mareas: hay horas en que el mar se retira y retira los despojos que flotan sobre el agua, y horas en que el mar se encrespa y arroja los despojos a la orilla. El mundo que nos ha tocado vivir es de marea alta: arroja a los individuos a la huida”.
Huir no sería, sin embargo, alejarse para siempre, del mismo modo en que la marea nunca se retira para no volver. Sería una manera de acompasar el ritmo de la vida. Retiro y contacto. Durante la respiración nos retiramos cuando inspiramos y nos contactamos cuando exhalamos. La respiración es el principio de la vida. Y volvemos a los dos temas de Pau. Para disentir hay que estar. Para observar, pensar y regresar con argumentos que ayuden a crear algo nuevo y mejor es necesario retirarse. Disentir cuando es necesario, escapar cuando es preciso. Dos estrategias para habitar un mundo complicado.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/conversaciones-de-domingo/el-coraje-de-huir-y-de-disentir-nid07092025/