El Gobierno licitará obras eléctricas y avanza un nuevo proyecto de gas
La Argentina tiene la oportunidad de convertirse en un jugador cada vez más relevante en la transición energética. Pero para liderar este proceso, si bien cuenta con recursos estratégicos, debe...
La Argentina tiene la oportunidad de convertirse en un jugador cada vez más relevante en la transición energética. Pero para liderar este proceso, si bien cuenta con recursos estratégicos, debe superar una serie de barreras tanto macroeconómicas como de infraestructura.
Esta fue una de las principales conclusiones a las que arribaron referentes del sector energético, de las órbitas pública y privada, en el seminario “El futuro de la energía en la Argentina”, realizado hoy por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) en la embajada de Francia en Buenos Aires.
“Tenemos una mirada optimista sobre el futuro de la energía en la Argentina. Pero partimos de una base espantosa, por las políticas implementadas por el kirchnerismo durante tantos años”, cuestionó Daniel González, secretario coordinador de Energía y Minería de la Nación.
En esa línea, precisó: “La peor política que se puede imaginar para fomentar la transición energética es regalar la energía; la eficiencia energética y el mejor uso de los recursos en la demanda es la primera forma para transicionar. Este año, recibimos las tarifas cubriendo el 30% del costo de la energía, mientras que hoy la cifra ya escaló a 80%”.
Para el funcionario, esta se ubica también como una muy mala política pública desde el punto de vista de las inversiones. “¿Quién va a invertir si las compañías pierden plata, no pueden pagar sus dividendos y la gente cree que la energía es gratis?”, graficó.
A la hora de abordar la falta de inversiones, González consideró que, en los últimos años, deberían haberse realizado desembolsos por US$10.000 millones y anticipó que, “en los próximos días”, el Gobierno comunicará la primera licitación de transmisión eléctrica.
“Los privados quieren invertir y el mejor ejemplo de ello es una iniciativa privada de TGS, que probablemente mañana estemos declarando de interés público: el gasoducto Perito Moreno será expandido por un privado con contratos con otros privados. Este cambio de paradigma no es menor. El sector privado está preparado para este cambio; nuestro rol es crear las condiciones para que pueda desarrollarse”, resaltó.
En este marco, el funcionario trajo también a la mesa el caso de Vaca Muerta y la producción hidrocarburífera. “Hay una demanda de petróleo en el mundo que tiene que ser satisfecha. Nosotros producimos el 0,5% del petróleo del mundo, mientras que Estados Unidos, cerca del 20%. Sin dudas, si tenemos un recurso, tenemos que crear las condiciones para que eso se desarrolle rápidamente”, remarcó.
En materia de gas, de acuerdo con González, el Gobierno seguirá trabajando para solucionar los cuellos de botella existentes para que la demanda local siga creciendo, pero no hay tanto espacio para ello. “La Argentina es un país muy gasificado: la única forma de crecer es mediante la exportación”.
“La Argentina tiene una matriz energética muy limpia, con cerca de 40% de energías renovables. Pero tenemos que generar los incentivos económicos para que siga creciendo de forma limpia, sin generar mayores costos directos o para el consumidor. A pesar de las restricciones en el último gobierno, el sector de energías renovales siguió invirtiendo, lo cual demuestra que no necesitamos más incentivos regulatorios. Creemos que el sector privado en la Argentina es pujante y en la medida en que desde el Gobierno creemos las condiciones necesarias, seguirá invirtiendo. En los próximos años, tendremos servicios públicos más baratos al final del día”, enfatizó.