El partido de los maíces tempranos empezó bien: falta el segundo tiempo
Los maíces sembrados temprano y en fecha intermedia están evolucionando muy bien. Los implantados a fines de agosto-principios de septiembre, como primicia, están en plena floración, con la pan...
Los maíces sembrados temprano y en fecha intermedia están evolucionando muy bien. Los implantados a fines de agosto-principios de septiembre, como primicia, están en plena floración, con la panoja emergida descargando polen hacia las mazorcas, en plena definición del rendimiento. “Ya tienen una parte del potencial alcanzable porque es sabido que el rendimiento depende principalmente de las lluvias de 20 días antes y 20 días después de plena floración. Las últimas precipitaciones, aunque de bajos acumulados, permitieron salir airosos del primer tiempo de ese partido. Se necesitarían 50 milímetros o más en los próximos días, en el segundo tiempo, para asegurar rindes de tendencia o superiores al promedio”, asegura un productor futbolero.
Los de siembra más tardía, implantados desde principios hasta mediados de octubre, van a florecer más adelante, alrededor de en Navidad, y también están en muy buen estado, pero esperan más agua para la definición del partido del rendimiento. Por ahora vienen 1 a 1, aunque con chances de ganar si el evento La Niña finalmente resuelve dejar su expresión para otro campeonato.
En esta etapa particular del cultivo de maíz, los productores deben monitorear dos factores principales. Por un lado, caminar mucho los potreros para controlar la presencia de roya, cuyos ataques pueden comprometer el área foliar. “Por ahora no se verifican desarrollos importantes porque el hongo que lo causa necesita mucha agua libre y alta humedad ambiente durante varios días seguidos para proliferar”, condiciona un técnico del sur de Santa Fe. Sin embargo, aconseja revisar los lotes y, ante el riesgo de desarrollo de la enfermedad, hacer una aplicación de fungicida, que se justifica plenamente porque entre producto y aplicación no se gastan más de dos a tres quintales por hectárea.
En cultivos con alta tecnología también es necesario asegurar una buena provisión de boro. Este nutriente influye positivamente en la calidad de tallos y granos; se aplica habitualmente antes de la floración y el tratamiento demanda de 12 a 18 dólares por hectárea. Ambas precauciones son muy importantes en esta campaña porque circulando por las rutas se ve muy pocos maíces de primera, lo que genera perspectivas de muy buenos valores durante los próximos meses.