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El pueblo cordillerano que vive un eterno verano y es perfecto para los deportes acuáticos

En esta región rodeado de montañas, el lenguaje técnico cambia a nudos y a los cuadrantes desde donde sopla el viento, porque las ráfagas huracanadas del dique Cuesta del Viento se activan toda...

El pueblo cordillerano que vive un eterno verano y es perfecto para los deportes acuáticos

En esta región rodeado de montañas, el lenguaje técnico cambia a nudos y a los cuadrantes desde donde sopla el viento, porque las ráfagas huracanadas del dique Cuesta del Viento se activan toda...

En esta región rodeado de montañas, el lenguaje técnico cambia a nudos y a los cuadrantes desde donde sopla el viento, porque las ráfagas huracanadas del dique Cuesta del Viento se activan todas las tardes y lo convierten en un paraíso para el windsurf y el kitesurf. Desde septiembre hasta mayo, el pueblo vive un eterno verano al pie de la cordillera, y ningún parador, bar, comedor o alojamiento parecen suficientes para darle curso a tanta movida playera.

Llegamos al pueblo durante el Cuesta del Viento Big Air 2025, un evento que congrega a kitesurfers de todo el mundo.

Vestidos de estricto neoprene, los atletas alados sortean las olas verdiazules del lago aferrados a sus tablas y a la vela enorme que se agita sobre sus cabezas. De tanto en tanto, con precisión de acróbatas, improvisan un salto hacia el cielo.

Ahí estamos nosotras: Sofi sacando fotos a lo loco y yo atontada frente a la enorme destreza humana. Y el viento que no cesa, porque él es la clave de todo.

El dique Cuesta del Viento se encuentra entre los cinco mejores lugares del planeta para practicar esta actividad, también windsurf y wing foil. La temporada es larguísima, de septiembre a finales de mayo. Durante esos meses Eolo sopla de modo constante, todas las tardes a partir del mediodía.

Semejante espectáculo resulta inspirador. Así que a la mañana siguiente estamos listas para navegar el lago del dique en kayak. Nos espera Nico Meglioli de La Morada Aventura que llega junto a Emiliano Martínez. Al contrario del kite y el surf, el kayak para amateurs requiere calma, por eso vamos a primera hora del día, cuando las aguas están planchadas.

Remo en mano, intentamos seguir el ritmo de los que saben y recorremos varios rincones del lago que este año recuperó gran parte de su nivel, aunque todavía no llegó a los máximos históricos.

Aquellos que quieran sumar grados de emoción sin experiencia previa podrán apuntarse al windsurf, una actividad que resulta relativamente fácil de aprender en pocas clases. El kitesurf y el wing foil exigen cursos de ocho días como mínimo porque son deportes que demandan mayor tiempo de aprendizaje. En Rodeo, hay escuelas que brindan esa formación y alquilan equipos para primerizos, pero también para aquellos que quieran perfeccionar técnicas.

De hecho, Tomy Fernández Madero acaba de sacar la certificación IKO (International Kiteboarding Organization). “Somos el primer IKO Center de la zona, una acreditación que permite formar y certificar profesores de kitesurf”.

Su parador Terrazas del Cerro Negro funciona como escuela windsurf y kite. Tiene una terraza lindísima para los días de sol y un menú supervariado porque en temporada alta abre casi todo el día. Suculentos desayunos con pan de elaboración propia, una lista variada de sándwiches y platos tradicionales como lomo, milanesas y minutas aparecen en la carta.

Un suizo en el cielo

Nos alojamos en El Campito, un complejo muy cerca del lago, en el barrio Cerro Negro, uno de los desarrollos más recientes de Rodeo.

Maggie Roca sumó a sus tradicionales cabañas dos simpáticas tiny houses. Todo impecable, moderno, muy minimalista, con ventanales gigantes y mucha luz.

Allí, la noche llega llena de estrellas. Aunque la temperatura descendió bastante, nos animamos a la oscuridad para curiosear el cielo.

Entonces, es el momento ideal para visitar La Cueva del Duende, la cava que construyó el suizo Patrick Mónaco. El hombre imaginó el sitio en tres plantas –hacia abajo– y las fue construyendo con tiempo.

Desde el primer momento nos damos cuenta de que lo importante aquí es la charla y el vino. La entrevista, que en términos más o menos formales le propongo, parece interesarle poco porque enseguida nos llena la copa y dice “charlemos”, en una invitación a hablar desde otro lado, con otros tiempos.

Así, nos cuenta que llegó en 2006 y quedó encantado con el lago, un sitio ideal para practicar una de sus pasiones: el windsurf. Había aprendido a surfear con su papá en el lago Maggiore y nunca abandonó el deporte, ni cuando una cortadora de césped le arrancó la mano a los 29 años. Sucedió un día cualquiera mientras trabajaba como jardinero para el municipio de su pueblo. A partir de entonces, cuando navega en el lago, usa una suerte de garfio de carbono y acero. Pero ese no fue el primer momento difícil de su vida. Cuando tenía 15 años, un accidente en moto lo dejó en coma durante varios días y con algunas secuelas.

Habla pausado, amable, con un decir pastoso de palabras enredadas en dos idiomas. No permite que las copas estén vacías y mucho menos acepta que las abandonemos para ir de un lado al otro.

La cava tiene una selección de bodegas pequeñas, boutique o familiares. “Nada del mercado industrial”, advierte Patrick. Vinos sanjuaninos, mendocinos, salteños, rionegrinos y, por supuesto, una línea Malbec que le envasa un amigo con la etiqueta personal: Capitán Garfio.

Para ingresar al lugar hay que llegar al Purgatorio, a 3,50 metros debajo del nivel de la tierra. Luego continúa el Infierno y, más profundo, el Cielo o La Catedral, donde se sirve una fondue suiza –chinoise–, receta tradicional que Mónaco prepara previa reserva.

“Construí este lugar como una necesidad personal porque no había ningún sitio donde tomar el aperitivo, una costumbre ancestral en Verscio, el pueblo donde nací y crecí”.

Después llegaron los amigos, luego los turistas. Hoy, la cava es una propuesta para entusiastas de los buenos vinos y las charlas interminables, esas que se hilvanan alrededor de las copas.

Asombrosas formaciones

En las afueras de Rodeo, justo frente al lago del dique, el paisaje se vuelve único. Hay que avanzar por la RN 150 y luego internarse por una geografía que combina una variada paleta de colores que oscilan entre el gris y un degradé de rojo en lo alto. “Es una cola del Triásico”, nos explica Felipe Iacopino, guía local. La joyita del recorrido son los basaltos columnares, una extraña formación que en nuestro país sólo se encuentra en dos lugares: aquí y en la Patagonia.

“Tiene unos 460 millones de años y se produjeron por el ascenso de la lava volcánica de composición basáltica que, al entrar en contacto con el agua, se enfrió rápidamente y dio origen a esta formación columnar”, cuenta Esteban Pelegrina, geólogo y guía. Hay que recordar que entonces esto era fondo marino. Hoy, al ojo inexperto, parecen columnas hexagonales.

Avanzamos un poco más sobre la misma ruta hasta bordear el río Jáchal para observar otra rareza: las casas de los pirquineros. Hay decenas. Son una suerte de socavones en la ladera de la montaña, pequeñas cavidades donde dormían los trabajadores que construyeron el camino. “En la década de los 40 trajeron a muchos presos como mano de obra”, evoca Felipe. “Al llegar, debían cavar su vivienda; ahí dormían durante semanas, incluso meses”. De cerca dan claustrofobia. En la mayoría, sólo entra una persona en posición horizontal.

El arte que sale del basural

“Empecé con una casa rodante y fui construyendo todo de a poco”, cuenta Iván Lamanuzzi mientras nos muestra su casa-taller-restó. Es toda de adobe, hecha por sus manos. A ojo art: así se llama su lugar, con la calidez de su dueño y el encanto de su imaginación. Iván tiene la capacidad de ver en los objetos que la gente ha desechado una nueva vida.

Vino de Mendiolaza (Córdoba) por el windsurf, con dos años de arquitectura a cuestas y ganas de hacer otra cosa. Aquí se quedó.

En el taller de su padrastro, había aprendido carpintería y zinguería. Hoy se anima a todo: madera, piedra, metal, cerámica... “Mi fuente de inspiración es el basural”, asegura. “Puedo quedarme allí horas, me llevo el mate y empiezo la búsqueda del tesoro”, se ríe mientras nos prepara una picada con deliciosos fiambres, aceitunas griegas, humus y panes caseros, y comienza el lomo al disco que compartiremos después.

El sitio funciona como un restó-bar, tiene biblioteca y juegos para extender la sobremesa. En el taller, la arcilla está siempre lista para quien quiera experimentar. Aquí están sus obras y más de una resulta tentadora para llevar a casa.

En Achango, la capilla

Desde Rodeo sólo hay que hacer 15 kilómetros para llegar a la capilla de Achango. El anfitrión es Aníbal Montesino. Junto con su hermano, Ariel, se encargan de recibir a la gente, contar la historia del lugar y cuidar el edificio, una tarea que se lleva en la familia desde hace seis generaciones.

Una primera capilla se construyó alrededor de 1655 por los jesuitas. Se presume que el edificio actual es posterior, de 1787.

Adobones y tapiales se encuentran en su ADN. Por dentro, la imagen de la Virgen del Carmen preside el altar. Fue traída a lomo de mula desde Chile, aunque su origen es cusqueño. Tiene la cabellera de pelo natural que se renueva cuando algún promesante ofrece cabello de una niña. “Siempre menor de 10 años, por la pureza”, aclara Aníbal.

El piso está tapizado de alfombras tejidas a mano, también de ofrendas; algunas tienen 350 años.

La nueva ruta turística del pasaporte sanmartiniano (ver abajo, en Datos útiles) eligió Achango como uno de los puntos sanjuaninos que hay que visitar para obtenerlo.

El último día en la zona vamos al Hotel Termas de Pismanta para conocer el spa que inauguraron en febrero. Las piscinas individuales a diferentes temperaturas prometen un relax total y lo comprobamos. En el corazón del complejo, la piscina lúdica invita con sus duchas masajeadoras y sus bicicletas acuáticas. Después, están las salas de tratamientos, el sauna, la ducha escocesa, la cámara de oxígeno y una variedad de circuitos para el puro disfrute. El mejor fin de viaje.

Datos útilesA caballo por el arenal

Roberto Resta es ingeniero agrónomo, un emigrado santafesino que adoptó Rodeo como segundo hogar. Hoy está al frente de las cabalgatas de Arrieros Somos en las cercanías del lago. Los paseos parten desde el complejo de cabañas El Caracol, donde reciben con su mujer, Fany Pernas. Él mismo construyó las cuatro casas con un sistema de fardos revocados con barro. Su cabalgata transcurre por una especie de arenal, una sucesión de médanos que hace unos años no existía. “Es una zona nueva que se formó como consecuencia de la bajada del lago –explica–; los sedimentos quedaron al aire libre y el viento los fue acumulando”. Alrededor se puede ver la cordillera de Colanguil, el cerro Negro, la precordillera. Más allá, el cerro Blanco se distingue por las múltiples perforaciones, resultado de la actividad minera.

El Martillo

La finca nació a fines de los años 70 por el sueño de Enrique Italo Meglioli, quien convirtió esta propiedad en un vergel. Ahora, Carla, su hija mayor, es la encargada de llevar adelante la tarea de su padre, que va por los 89 años. Su último proyecto es modernizar la tienda. Los dulces de frambuesa, manzana, ciruela, tomate salen de su cocina. Los de zapallo y alcayota los hace un señor bajo su mirada estricta. Salsas de tomate, tomates desecados, dulce de membrillo, arrope de chañar y uva, uvas en grapa completan la oferta. En El Martillo se puede dar un paseo por los cultivos y cosechar la verdura para llevar, curiosear el estanque o animarse al restaurante de la finca donde se disfrutan platos de campo. @fincaelmartillo

Pasaporte sanmartiniano

Un novedoso programa propone recorrer 83 sitios históricos en todo el país relacionados con San Martín. El pasaporte se adquiere online y se va sellando a medida que se recorren los lugares o acredita la visita, foto mediante. Una vez completada la ruta, se podrá participar de interesantes premios. En San Juan, la capilla de Achango es uno de ellos. “Si bien el general no pasó por aquí, la cuarta columna al mando de Juan Manuel Cabot acampó muy cerca”, cuenta Gladys Bernabeu, licenciada en Educación y amante de la historia. Según ella, esta región hizo un gran aporte a dicha columna, que cruzó por el paso de Guana, en Calingasta. Cabot llegó desde Mendoza con 60 hombres y partió rumbo a Chile con casi 400. Recordemos que la capilla se construyó bajo la advocación de la Virgen del Carmen. “San Martín la nombró patrona y generala del Ejército en una emotiva ceremonia”. www.pasaportenacionalsanmartiniano.tur.ar

RODEODÓNDE DORMIREl Campito Cerro Negro. T: (11) 3054-5591. Cabañas para y 4 ($80.000) y 6 personas ($120.000), además dos tiny houses ($90.000), ideales para parejas. Todas vienen provistas de vajilla y heladera, Lindo parque con piscina, muy cerca del lago. Los desayunos son opcionales y se ofrecen caseros en la cabaña.Experiencia Caracol Cerro Negro, a 800 m del lago. T: (341) 371-7641. Cuatro casas con todas las comodidades para dos y cuatro personas. Construidas en los alrededores de la casa de los dueños y anfitriones, una curiosa construcción cuyo diseño sigue las proporciones que se encuentran naturalmente en la caparazón del caracol, donde la distancia entre los sucesivos espirales sigue la proporción aurea. $65.000 la doble y $90.000 la cuádruple. Desde allí parten las cabalgatas de Arrieros somos organizadas por el complejo para huéspedes y no huéspedes $25.000 el paseo de una hora y media.Posta Huayra Zeballos 400 (altura 1115 de calle Santo Domingo), loteo Los Boulevares. T: (0264) 566-2717. Son ocho habitaciones dobles, con baño privado, $96.000 la doble con desayuno. El restaurante tiene una carta breve, pero suficiente. Muy recomendada la sopa de calabaza. También sirven y desayunos.DÓNDE COMERA Ojo Art Camino a playas de Kite, antes del cañadón. Barrio Cerro Negro. T: (0264) 624-8903. En invierno: viernes y sábado para cenar. Domingo almuerzo. También funciona como café. Otros días, sólo con reserva previa. Para recorrer el sitio y llevarse algo lindo, abre a diario a partir del mediodíaTerrazas del Cerro Negro Barrio Cerro Negro, junto al lago. T: (011) 3028-8337. De octubre a abril todos los días de 11 a 23. De mayo a septiembre sábados y domingos de 11 a 20. Vacaciones de invierno todos los días de 11 a 20.La Cava del Duende  +41 76 702 22 84. Patrick Mónaco, dueño y anfitrión, recibe previa reserva. Hay opciones de degustaciones con fondue suiza, también existe la posibilidad de llevar la picada propia.Cuesta del Viento Av. Santa domingo S/N. Centro de Rodeo. T: (0264) 436-1143. Ubicado sobre la calle principal del pueblo, ofrece una carta variadísima de minutas a buenos preciso. Almuerzo y cena.PASEOS Y EXCURSIONESLa Morada Aventura Calle Santa Lucía y RN 150. T: (0264) 436-4822. IG: @lamoradaaventura. Nico Meglioli también es guía de pesca embarcada y rafting y organiza viajes a San Guillermo y a la Puna. Parque Provincial San Guillermo, solo por el día o con pernocte. Todo el año. De noviembre a abril sus propuestas incluyen el parque y avanza hacia otros rincones de la puna como laguna Brava y Corona del Inca (La Rioja) y la vuelta al volcán Pissis (Catamarca) en versiones de tres y cuatro días. Consultar fechas. Salidas en kayak $25.000 por persona.Todo Viento T: (0264) 443-2441. Emiliano Martínez, Escuela de windsurf - T: (0264) 583-0498. Alejandro Montaño, Escuela de Wingfoil. Escuela de windsurf y wingfoil, alquiler de kayak e indumentaria necesaria para deportes náuticos para todos los niveles. También cuentan con buffet y servicio de playa, en temporada alta, wifi y guardería de equipos. Clases de windsurf $50.000 la hora. Curso de 4 horas, $150.000. Curso de 8 horas, $350.000. Curso de Wingfoil, $80.000 la hora. Curso de 4 horas $250.000, de 8 horas $560.000, de 10 horas $700.000. En todos los casos los precios son por persona e incluyen equipos.Wind Experience Cabañas El Campito. T: (011) 3054-5591. La escuela de windsurf y wingfoil funciona de octubre a marzo. Clases y alquiler de equipos.Terrazas del Cerro Negro T: (011) 3028-8337 Escuela de windsurf y wingfoil. Abre de octubre a mayo. Clases y alquiler de equipos.Felipe y Antonio Iacopino T: (0264) 586-1303. Hermanos y guías locales, son los dueños de La Comarca del Jarillal y organizan salidas por los alrededores de Rodeo y también hacia a la cordillera. La salida para visitar los Templos del Viento, $20.000 por persona. En la Comarca se realizan actividades vinculadas a la cerámica ancestral y a la bio construcción.Esteban Pelegrina T: (0264) 412-4371. Guía y geólogo, organiza recorridos por la zona.LAS FLORESDÓNDE DORMIRLa Comarca del Jarillal T: (0264) 586-1303. IG: @lacomarcadeljarillal. El eco-hotel de la familia Iacopino posee seis confortables habitaciones. La doble con desayuno, $80.000 Triples a $100.000. En febrero, realizan el convocante Tree Hugger Fest, dos días de música, naturaleza, talleres de bioconstrucción, meditación y alimentación consciente. Ahora ofrecen también paquetes de 2 días (una noche con media pensión) y una actividad al aire libre o un taller a elección: cerámica artesanal, bioconstrucción, identificación de plantas autóctonas y medicinales, cosmética natural, elaboración de dulces y panes caseros, cabalgata, equinoterapia. El segundo día se organiza una clase de yoga o Chikung y una charla sobre permacultura.PISMANTADONDE DORMIRTermas Pismanta Hotel & Spa RN 150. Pismanta. T: (02644) 45-1111. Desde $171.000 la doble con desayuno buffet continental, además incluye un circuito en el Spa, válido hasta septiembre. El spa está abierto también para no huéspedes, desde $25.000.DÓNDE COMERGran Cacique Es el restó del hotel Termas de Pismanta. Aquí, los hits son la trucha a la manteca negra con quinoa y vegetales y los sorrentinos rellenos también con trucha. La carta cambia cada estación y cada jornada suman uno o dos platos del día. Abre todos los días para almorzar y cenar.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/revista-lugares/el-pueblo-cordillerano-que-vive-un-eterno-verano-y-es-perfecto-para-los-deportes-acuaticos-nid07072025/

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