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El reloj astronómico medieval en funcionamiento más espectacular de Europa

Cuando la fama es lo importante, el reconocido reloj londinense de la Elizabeth Tower del Palacio de Westminster (sede del Parlamento británico), al que todos llamamos Big Ben –si bien es solo e...

El reloj astronómico medieval en funcionamiento más espectacular de Europa

Cuando la fama es lo importante, el reconocido reloj londinense de la Elizabeth Tower del Palacio de Westminster (sede del Parlamento británico), al que todos llamamos Big Ben –si bien es solo e...

Cuando la fama es lo importante, el reconocido reloj londinense de la Elizabeth Tower del Palacio de Westminster (sede del Parlamento británico), al que todos llamamos Big Ben –si bien es solo el nombre de la principal campana–, lidera el ranking europeo de notoriedad. Reputación merecida desde su puesta en marcha en 1859; sin embargo, no es el más antiguo en actividad ni el más sorprendente.

Sí es el caso del fabuloso Reloj Astronómico de Praga, de 1410, cuando era el Reino de Bohemia que integraba el Sacro Imperio Romano Germánico. Además de ser el más añejo en movimiento del continente, es tan multifacético que reúne conocimiento, ingenio, espectacularidad por su estética y diseño, precisión técnica y abundancia de información temporal convirtiéndose en un hito tecnológico de la Edad Media.

Nombrado por la gente simplemente como Orloj (reloj), es un contundente emblema sociocultural por ser testigo público de 615 años de vida de la ciudad desde su emplazamiento en la torre gótica del Viejo Ayuntamiento del Centro Histórico (Patrimonio Mundial de la Unesco). Por los siglos de movimiento continuo de su sofisticada anatomía ha sido sujeto de reparaciones de mantenimiento, restauraciones por desgaste, ampliaciones y modificaciones.

Lo que nadie olvida y está marcado a fuego en la memoria del pueblo de Praga es la destrucción como secuela de la invasión nazi. Desde su centralidad en el lado sur de la bella torre de 69,5 m de altura concluida en 1381, fue blanco de la artillería alemana y de granadas incendiarias porque en su subsuelo funcionaba el centro del alzamiento contra los ocupantes germanos.

En 1939 las tropas del país vecino desfilaron o posaron delante del reloj intacto durante la conquista territorial. “En mayo de 1945 los graves daños fueron causados por el armamento terrestre de los alemanes”, dijo a LUGARES Kryštof Zeman, funcionario del Museo de la Memoria del Siglo XX. Trataron de dominar la insurrección heroica de los praguenses.

El ala Este quedó destruida y jamás se reconstruyó. Al culminar la Segunda Guerra se puso en marcha la recuperación de este tesoro nacional y en 1948 volvió a fascinar por su valor patrimonial y la multiplicidad de data que provee de un modo atrayente en lo visual por los temas, colorido, detalles artesanales y artísticos.

El Pražský Orloj (en checo), reina entre las 8 y las 23 en la plaza de Staré Mesto (el casco antiguo) y es apasionante ver a los turistas del mundo aguardando a que marque la hora para fotografiar esos instantes en que ocurre sistemáticamente una serie de acciones mecánicas atractivas.

Por supuesto, la espera se hace menos larga si se aprovecha para conocer el intrincado mecanismo interno, los salones de lujo del edificio comunal, la Capilla de la Virgen María, el subsuelo románico gótico o apreciar la vista panorámica desde la cúpula, luego de subir 408 escalones o, más fácil, tomar el ascensor. Entre abril y diciembre la torre está abierta de lunes a domingo de 9 a 20 horas y la entrada cuesta unas 350 coronas checas (casi € 15).

Entre fábulas, invenciones y arte

Durante siglos, leyendas mediante, se adjudicó la autoría de la consagrada reliquia a un maestro relojero de nombre Hanus Carolinum y suele citarse tal hecho como verdadero; sin embargo, sus creadores fueron Mikuláš de Kadaň y el astrónomo y científico Jan Šindel en 1410. Vale citar que el tal Hanus sí se ocupó de su mantenimiento durante muchos años.

Pero, como los mitos ruedan rápido y a la gente le gusta dar cuerda fácil a los rumores, se cuenta que los concejales municipales de entonces, temerosos de que Hanus (supuesto autor) construyera –por el vil dinero– una pieza más importante en alguna otra ciudad restando primacía a Orloj, contrataron un par de rufianes para que lo dejaran ciego con un hierro candente.

Es más, se dice que incluso privado de la visión, fue capaz de alterar el mecanismo como venganza, logrando detener el cronómetro. Esta ficción la popularizó el escritor Alois Jirásek en 1894 en su libro Antiguas Leyendas Checas. Paralelamente, no faltaron quienes inventaron que en rigor fue su asistente, Jakub Čech, el que introdujo un brazo entre los engranajes para frenarlo y perdió una mano.

Fantasías al margen, el componente primordial es el cuadrante astronómico con la forma de un astrolabio, como el que se usaba en el medioevo para navegar basándose en la ubicación de las estrellas. Esta pieza esencialmente mide el tiempo horario con números dorados e informa las posiciones del Sol y la Luna sobre un fondo que refiere la Tierra y el Cielo comprendiendo la aurora y el crepúsculo. También notifica las horas de la antigua Bohemia; así como encima de los números romanos hay una mano de oro que señala la hora local.

A su vez, cada 60 minutos se repite la procesión de los 12 apóstoles cristianos circulando frente a dos ventanitas (6 en cada una) gracias a los engranajes coordinados. Es cuando los espectadores liberan la ansiedad expectante disparando las cámaras de fotos y teléfonos móviles.

Todos mirando hacia arriba para ver cómo desfilan los discípulos de Cristo con sus atributos tradicionales: San Pablo con un libro y una espada, Santo Tomás con un arpón, San Simón (el patrón de los leñadores) con una sierra, San Pedro con las llaves de las puertas del cielo… Cuando concluye la ronda, se cierran las ventanas y un gallo dorado aletea y canta.

Asimismo, como producto de la sincronía rompen su inmovilidad dos figuras externas que custodian la esfera superior creadas a comienzos del siglo XV por miembros de la logia masónica de canteros y escultores dirigida por Peter Parler. Una es esquelética, sostiene un reloj de arena, esgrime una guadaña y tira de una cuerda que hace sonar una campana. Simboliza la Muerte, como dando a entender que el tiempo transcurre inexorablemente. A su lado se destaca una alegoría de la lujuria encarnada por un hombre con aspecto de príncipe de Medio Oriente tocando una mandolina.

Mientras que, a la izquierda del cuadrante, la vanidad está ejemplificada por una persona con un espejo y la avaricia por un comerciante con una bolsa de dinero u oro. Excepto la Muerte, cada representación mueve su cabeza negando.

Entre los astros y lo que vendrá

Debajo se encuentra el calendario circular que fue agregado en 1870 y tarda un año en girar. Posee un anillo de medallones diseñados y pintados por el reconocido artista Josef Mánes (1820-1871), aunque el original se halla en el Museo de Praga. Estos redondeles simbolizan los meses relacionados con las actividades agrícolas y el segundo aro muestra imágenes vinculadas a los signos zodiacales, ubicados en orden contrario al sentido de las agujas del reloj.

Flanqueando a este almanaque astrológico, en el siglo XVII se sumaron vistosas esculturas que honran a facultades integrantes de la Univerzita Karlova. Los personajes son el filósofo con una balanza y un pergamino, el Arcángel Miguel con una espada de fuego, el astrónomo con un catalejo y el cronista con un libro; los cuatro identificables por sus atuendos y elementos que portan y que simbolizan a la astronomía, la historia y la literatura, la filosofía y la teología.

En 2018 hubo una fallida restauración del calendario original de Mánes, lo cual generó bastante debate dado que alteró las creaciones primarias. La noticia es que “la Universidad de Química y Tecnología de Praga está realizando pruebas de las pinturas y la composición de las distintas capas y, luego, la Academia de Bellas Artes creará una muestra de un medallón, que se utilizará para aprobar el diseño artístico y efectuar una reunión con expertos” informó a LUGARES el jefe de prensa del Ayuntamiento, Vít Hofman. Estimó que la sustitución definitiva estará entre finales de 2027 y principios de 2028.

Por supuesto, el Reloj Astronómico compite en atracción con el monumental Castillo de Praga de 70.000 m2 (el más grande del planeta según el Libro Guinnes de los Récords) que alberga la Catedral de San Vito o el Puente de Carlos de 516 m de largo sobre el Río Moldava con 30 estatuas barrocas…

Con todo lo maravilloso que contienen estos dos referentes claves del país en una de las metrópolis más lindas del Viejo Continente.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/revista-lugares/el-reloj-astronomico-medieval-en-funcionamiento-mas-espectacular-de-europa-nid25112025/

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