El Uruguay de Marcelo Bielsa enfrentará a España y podría cruzarse con la Argentina, pero su mayor reto es interno
Como en Sudáfrica 2010, España va a ser el último obstáculo en el camino de Marcelo Bielsa durante la primera etapa de un Mundial 2026, solo que en aquel momento el Loco se sentaba en el banco ...
Como en Sudáfrica 2010, España va a ser el último obstáculo en el camino de Marcelo Bielsa durante la primera etapa de un Mundial 2026, solo que en aquel momento el Loco se sentaba en el banco de suplentes de Chile. Como en México 86, Uruguay tiene muchas cartas para cruzarse con la Argentina en el primer partido eliminatorio posterior a la etapa de grupos. Fue en octavos hace 39 años, sería en 16avos de final en tierra estadounidense.
La casualidad quiso que en el grupo H de la copa del mundo, y tal vez en su continuidad inmediata, se repitan situaciones ya vividas en ediciones anteriores. El técnico rosarino, si de acá hasta junio no surge ningún nuevo conflicto, vivirá su tercera experiencia en la máxima competición de selecciones. Los antecedentes no son muy halagüeños —tropezó muy mal con la Argentina en Corea y Japón 2002, se despidió con una contundente derrota ante Brasil en octavos de final en Sudáfrica—, pero el presente pinta aún menos auspicioso.
Más allá del choque contra los dirigidos por Luis De la Fuente, el sorteo no se portó del todo mal con Uruguay, que tendrá también como rivales a Arabia Saudita en el estreno, y al debutante Cabo Verde como paso previo al enfrentamiento con la selección campeona de Europa. Pero a siete meses de distancia, nadie se engaña en la orilla oriental del Río de la Plata: el enemigo más complicado es el propio Uruguay.
Lo demostró Diego Forlán apenas un rato antes de que el destino decidiera la suerte del equipo en el arranque de la cita norteamericana. El Balón de Oro del Mundial 2010 fue entrevistado para un canal de televisión colombiano por Faryd Mondragón, su excompañero en Independiente, y sin que mediase una pregunta al respecto pidió que “se solucionen los problemas entre los jugadores y el entrenador y que nos dediquemos a jugar”.
El catastrófico 5 a 1 recibido ante Estados Unidos en el último amistoso disputado todavía levanta ampollas en todas las capas del fútbol uruguayo. Si bien la larga conferencia de prensa que brindó Bielsa al regreso de esa ventana FIFA apaciguó un poco la tormenta, resulta difícil asegurar lo que pueda ocurrir cuando entrenador y plantel se reencuentren en marzo, y mucho menos cómo será la convivencia en las semanas previas y durante el Mundial. Fue justamente luego de compartir el recorrido de la Copa América 2024 que Luis Suárez destapó situaciones internas que, según el delantero del Inter Miami, afectaron el rendimiento del equipo en ese momento.
El Loco, fiel a su comportamiento habitual, no asistió al evento en Washington (tampoco lo había hecho en 2002 y 2010), pero su nombre no dejó de revolotear en torno a la delegación charrúa. “Hemos pasado por una muy mala última fecha FIFA. Todos lo hemos vivido, lo fuimos trabajando, y creo hay que aprovechar los momentos malos para construir cosas buenas. El sacudón de noviembre nos puso a conversar de forma mucho más profunda sobre lo que veníamos haciendo. Y de la crisis vamos a sacar una linda oportunidad para crecer y llegar mejor al Mundial”, dijo Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol 24 horas antes del sorteo, ejemplo evidente de que conocer los adversarios en junio era una prioridad de segundo orden.
España es, sin duda, el rival más difícil de todos los que podía tocar. Sus virtudes son archiconocidas, tanto como su estilo de juego y sus figuras —Lamine Yamal, Pedri, Miguel Merino, Fabián Ruiz…—, y para contrarrestarlas hará falta un profundo análisis táctico, pero sobre todo, un compromiso y predisposición absolutos por parte de los jugadores. “Evidentemente, no he logrado una aceptación de este grupo que conduzco”, confesó el Loco en ese último encuentro con los medios en los que desnudó sus sentimientos. Para intentar la recomposición de unas relaciones que nunca fueron fáciles, el titular del fútbol oriental adelantó que se está estudiando la incorporación al cuerpo técnico de una persona que oficie de nexo entre el entrenador y el plantel para limas actuales asperezas y evitar nuevas.
El hecho de que España sea el rival en el tercer partido del grupo “obliga” a la Celeste a vencer en los dos primeros. Arabia Saudita dejó de ser un equipo desconocido la tarde que venció 2-1 a Argentina en Qatar 2022. Mantiene el mismo conductor, el francés Hervé Renard, y aunque no ha exportado talentos al fútbol europeo, la llegada a la liga saudí de cracks como Cristiano Ronaldo, Benzema, Mané o N’Golo Kanté ha elevado el nivel general. No le resultó sencilla la clasificación al Mundial, que recién definió en la tercera ronda con una apurada victoria 3-2 sobre Indonesia y un peleado 0-0 frente a Irak, pero será un adversario duro en el estreno.
Cabo Verde promete la voluntad y el espíritu que suelen ofrecer los equipos primerizos, pero también su inexperiencia y la ausencia de jugadores de primer nivel. Ninguno se desempeña en un club de las grandes ligas, pero dejaron en el camino a Camerún, y solo por eso merecen atención.
En cualquier caso, queda claro que el verdadero rival de Uruguay tiene domicilio en Montevideo. Es verdad, en el Mundial norteamericano a la Celeste primero la espera España y, si se da la lógica, quizás la Scaloneta en la etapa siguiente, los actuales números 1 y 2 del ranking FIFA. Pero si las ideas del Loco Bielsa y su relación con los jugadores consiguen alinearse, las posibilidades de recuperar el juego demostrado ante Brasil y Argentina en las eliminatorias o hasta las semifinales en la Copa América del año pasado estarán latentes. Todo depende de la capacidad del técnico para generar confianza, de sus dirigidos para abrirse a recibirla y de vencer a sus propios fantasmas.