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En Fue solo un accidente, Jafar Panahi denuncia con valentía e inteligencia la opresión del régimen teocrático iraní

Fue solo un accidente (Yek tasadef sadeh, Irán, Francia, Luxemburgo). Dirección y guion: Jafar Panahi. Fotografía: Amin Jafari. Edición: Amir Etminam. Elenco: Vahid Mobasseri, Mariam Afshari, ...

En Fue solo un accidente, Jafar Panahi denuncia con valentía e inteligencia la opresión del régimen teocrático iraní

Fue solo un accidente (Yek tasadef sadeh, Irán, Francia, Luxemburgo). Dirección y guion: Jafar Panahi. Fotografía: Amin Jafari. Edición: Amir Etminam. Elenco: Vahid Mobasseri, Mariam Afshari, ...

Fue solo un accidente (Yek tasadef sadeh, Irán, Francia, Luxemburgo). Dirección y guion: Jafar Panahi. Fotografía: Amin Jafari. Edición: Amir Etminam. Elenco: Vahid Mobasseri, Mariam Afshari, Ebrahim Azizi, Hadis Pakbaten, Majid Panahi, Mohamad Ali Elyasmehr. Duración: 103 minutos. Calificación: apta para mayores de 13 años. Nuestra opinión: muy buena.

El estreno en la Argentina de esta película que ganó la Palma de Oro de la última edición del Festival de Cannes llega en coincidencia con la amarga noticia de la condena en ausencia a su director, Jafar Panahi, a un año de prisión. Panahi, que tiene 65 años y es uno de los cineastas iraníes con mayor reconocimiento internacional de la actualidad, tampoco podrá salir de su país en los próximos dos años (esto en caso de regresar, ya que hoy vive en Francia) ni “sumarse a cualquier grupo político o social”, según reveló su abogado, Mostafa Nili.

Desde que empezó a ser perseguido por el régimen teocrático iraní hace más de 15 años, Panahi ha desarrollado con valentía y obcecación una filmografía clandestina celebrada por la crítica especializada y premiada en más de una ocasión. Largometrajes como Esto no es una película (2011), Taxi Teherán (2015) y Los osos no existen (2022) son ejemplos contundentes de esa obra de contenido político irreverente que es un símbolo de resistencia.

Fue solo un accidente es un film especial para él, no solo por el premio en Cannes. También es el primero en años que pudo realizar con cierto margen de libertad, ya que las autoridades de su país levantaron transitoriamente las restricciones de movimiento y de trabajo, algo que le permitió comprometerse en una producción un poco más ambiciosa que aquellas que llevó adelante en condiciones más limitadas.

El protagonista de la historia es Vahid (Vahid Mobasheri, también parte del elenco de Los osos no existen), quien se encuentra fortuitamente con un represor vinculado con el gobierno iraní que lo torturó en prisión. Su reacción no es para nada mesurada: decide secuestrarlo y enterrarlo vivo en un sitio inhóspito cercano a Teherán. Pero como no está del todo seguro de que ese sea efectivamente el hombre que él cree haber identificado a primera vista, convoca a un grupo de personas que estuvieron en la cárcel con él para corroborar esa impresión inicial.

A partir de ahí empieza un derrotero tan dramático como por momentos grotesco que va revelando los claroscuros de la conciencia de los que fueron víctimas y se han transformado súbitamente en victimarios. Panahi construye un atrapante thriller cuyos pasajes más surrealistas justifican la cita al pasar de Esperando a Godot, la gran tragicomedia de Samuel Beckett, al tiempo que revela el anómalo funcionamiento de la sociedad iraní y abre la espinosa discusión sobre cómo cicatrizar los traumas sin didactismos ni aseveraciones indiscutibles.

Los dilemas morales son la columna vertebral de Fue solo un accidente, producida por el propio Panahi en colaboración con Philippe Martin para Les Films Pelléas, una empresa con sede en París que también financió Anatomía de una caída, de Justine Triet, otra ganadora de la Palma de Oro. Preguntas incómodas de carácter ético y existencial que afronta el grupo de personajes que de repente se encuentra envuelto en una alocada trama de venganza mientras el verdugo, ahora transformado en prisionero, permanece fuera de campo hasta un desenlace que es complemento perfecto del inicio del relato.

Por sobre todas las cosas, Panahi es un director talentoso e imaginativo que sabe cómo poner en juego los múltiples recursos que ofrece el cine para capturar la atención del espectador durante 103 minutos que no dan respiro, denunciar el clima opresivo en su país y abrirles espacio a los diversos subtextos que circulan en una película fascinante no solo por su coraje.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/cine/en-fue-solo-un-accidente-jafar-panahi-denuncia-con-inteligencia-y-valentia-la-opresion-del-regimen-nid04122025/

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