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En una sesión irregular, aprobaron un dictamen para permitir la salmonicultura en Tierra del Fuego: “Sería un riesgo”

Durante cuatro años, la salmonicultura ha estado prohibida en Tierra del Fuego por la ley provincial N° 1533. Sin embargo, en las últimas semanas se reflotaron intenciones de que esto cambie. El...

En una sesión irregular, aprobaron un dictamen para permitir la salmonicultura en Tierra del Fuego: “Sería un riesgo”

Durante cuatro años, la salmonicultura ha estado prohibida en Tierra del Fuego por la ley provincial N° 1533. Sin embargo, en las últimas semanas se reflotaron intenciones de que esto cambie. El...

Durante cuatro años, la salmonicultura ha estado prohibida en Tierra del Fuego por la ley provincial N° 1533. Sin embargo, en las últimas semanas se reflotaron intenciones de que esto cambie. El mes pasado se debatieron dos proyectos de reforma de esta ley, con una fuerte presión desde algunos sectores productivos y de la gobernación como trasfondo, y con una oposición férrea de organizaciones de la sociedad civil, comunidades indígenas y personalidades nacionales. Lo sorpresivo y más reciente sucedió el viernes pasado.

En una votación cargada de irregularidades, cuatro diputados y miembros de la Comisión N° 3 de la Legislatura fueguina –que entiende en temas vinculados a los recursos naturales y protección ambiental– aprobaron un dictamen para modificar la ley que prohíbe la salmonicultura. Sucedió después de que terminara una sesión formal y conjunta con la Comisión N° 1 –que trata asuntos generales– y de que se retiraran las organizaciones ambientalistas, científicos y, entre otros, Laura Colazo (Partido Verde), la presidenta de la comisión.

“Nosotros teníamos una sesión para ver si aprobábamos o no el dictamen para modificar la ley. Durante la sesión había organizaciones y estábamos nosotros. Por votación, acordamos que íbamos a cuarto intermedio y la sesión terminó sin problema. Tanto la diputada Colazo como yo nos fuimos. Después nos enteramos de que algunos diputados se habían quedado, levantaron el cuarto intermedio y aprobaron el dictamen”, describió Pablo Villegas, diputado provincial por el Movimiento Popular Fueguino y autor de la ley N° 1533.

Los legisladores que aprobaron el dictamen fueron Myriam Noemí Martínez, de Forja, el partido oficialista; Agustín Pedro Coto, de La Libertad Avanza; Juan Carlos Pino, del Partido Justicialista, y Gisela Dos Santos, de Sumemos Tolhuin. “Hay una violación al reglamento interno y al reglamento de procedimiento. Atenta contra el principio de soberanía popular”, denunció Villegas, quien afirmó que presentaría la impugnación al dictamen favorable.

Dos días después de la decisión dentro de la comisión, la legisladora Colazo renunció a la presidencia. “Hoy firmé mi renuncia a la presidencia de la Comisión Nº 3 de la Legislatura de Tierra del Fuego. La decisión se debe a lo ocurrido tras la sesión conjunta en la que se trató la modificación de la ley provincial Nº 1355, que prohíbe la salmonicultura intensiva en nuestra provincia”, señaló la legisladora del Partido Verde. Y añadió: “Durante la reunión se declaró un cuarto intermedio. Sin embargo, una vez que me retiré de la Legislatura, dicho cuarto intermedio fue levantado y, sin mi presencia ni conocimiento previo, se emitió dictamen favorable para modificar esta ley”.

“Considero que este accionar vulnera los principios de transparencia, participación y respeto institucional que deben guiar el trabajo legislativo. Reafirmo mi compromiso con la defensa de los bienes comunes, la integridad de los procesos democráticos y la protección ambiental de Tierra del Fuego”, subrayó la parlamentaria. LA NACION se puso en contacto con Colazo, sin embargo, no obtuvo respuesta antes del cierre de esta nota.

Preocupación

La Legislatura de Tierra del Fuego debatió, a inicios del mes pasado, dos proyectos para modificar esta ley y permitir un crecimiento de la actividad. La propuesta más reciente, impulsada por los legisladores Agustín Coto y Natalia Graciania (La Libertad Avanza), plantea habilitar el cultivo de salmónidos utilizando sistemas cerrados de recirculación y derogar la actual prohibición, con excepción del canal Beagle. Según sus autores, la iniciativa busca “impulsar el crecimiento económico y alentar prácticas sustentables”.

Desde el oficialismo fueguino, también propusieron un texto que busca derogar la ley vigente para reemplazarla por un marco general de “acuicultura sustentable”, con principios de “innovación tecnológica, vigilancia sanitaria y desarrollo científico”.

Tanto científicos, organizaciones ambientalistas y representantes de pueblos originarios rechazaron dichas propuestas y advirtieron que dar avance con esta industria significaría impactos irreparables en los ecosistemas del sur del mundo.

La salmonicultura es la siembra y cosecha intensiva de salmónidos bajo condiciones controladas para fines comerciales. En este tipo de producción, se engorda a los salmones en “jaulas flotantes” ubicadas normalmente en bahías y fiordos a lo largo de las costas, una técnica que se originó en Noruega a finales de 1960. La cría intensiva de salmones en jaulas solamente es posible en muy pocos ecosistemas, como los que hay en Tierra del Fuego y el sur chileno. Sin embargo, en ambos países generó una presión extrema sobre la biodiversidad.

“La Libertad Avanza y, sospechosamente, ahora también el gobierno impulsan esto. Es el mismo gobierno que en 2019 apoyaba la prohibición de la salmonicultura y votó la ley en 2021. Ahora promueve de vuelta la salmonicultura como un vector de desarrollo o un cambio en la matriz productiva”, detalló Gustavo Lovric, biólogo e investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) con experiencia en los ecosistemas fueguinos.

“Acá la clave es el cambio en la matriz productiva: si las fábricas electrónicas están amenazadas, van a echar gente y el gobierno echa mano a la naturaleza”, sospechó Lovric. El diputado Villegas no confirmó la suposición de Lovric, no obstante lo cual cuestionó al gobernador Gustavo Melella por su “repentino cambio de opinión”, como lo catalogó.

En mayo pasado, el Poder Ejecutivo estableció un régimen simplificado de importación para pequeños envíos de mercaderías fabricadas en Tierra del Fuego, exclusivamente dirigidas a personas físicas residentes en el territorio nacional continental. Esto se tradujo en una baja en los aranceles de varios artículos electrónicos. El sector industrial fueguino en conjunto con el gobernador criticaron dicha medida y pidieron que se haga “lo que tengan que hacer” para impedir que avance.

Me gustaría compartir tres reflexiones sobre la reducción de la protección a productos electrónicos, que implícitamente implican una reducción del régimen de protección de Tierra del Fuego (que se suma a la importación libre de aranceles por courier). Mis reflexiones tienen que… pic.twitter.com/gDLhX1xu9P

— Fede Sturzenegger (@fedesturze) May 14, 2025

El ministro nacional de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, advirtió en su momento que la baja en aranceles significaría una caída importante de empleos. “En algún momento habíamos hecho una estimación y la pérdida neta de empleos por el régimen de la isla para el total del país era de unos 60.000 empleos”, esbozó en una publicación de X, refiriéndose a todo el país. Tanto el oficialismo fueguino como la Libertad Avanza plantearon la modificación a la ley N° 1355, en particular por el riesgo que significaron las medidas del Gobierno.

“La gobernación quiere justificar esta reforma con el problema salarial, pero eso es una falacia, porque esta actividad no va a solucionar el problema. Hay que dejar en claro que nosotros no estamos en contra de la crianza de salmónidos en tierra, solo en el mar”, señaló Villegas.

Por qué se prohibió la salmonicultura

Lovric destacó que la salmonicultura tiene como principal consecuencia la introducción de una especie exótica a los ecosistemas fueguinos. “Es una especie que está al final de la cadena trófica”, explicó el biólogo, y añadió: “En el Atlántico Sur, son dos o tres peces medianos los que serían el alimento del salmón. Esto sería un riesgo para las poblaciones de langostilla, sardina y peces nototénidos”.

Además de esto, los desechos de los salmones, dijo Lovric, pueden provocar la reducción de oxígeno en el agua y la proliferación de algas tóxicas.

La técnica más común dentro de la salmonicultura es el cultivo de salmónidos mediante sistemas cerrados de recirculación (RAS), que implican redes circulares gigantescas en donde crecen y se almacenan los salmones.

“En general, todos los lugares donde se hacen estos cultivos quedan como si fuera tierra arrasada después de que la jaula está establecida. Justamente esos barros no son rápidamente reciclados por las bacterias. Y eso aumenta la pérdida de diversidad, sobre todo en los animales que viven en el fondo”, sumó Lovric. Entre otras consecuencias de la salmonicultura que el biólogo destacó está también el enmallamiento de mamíferos marinos.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/en-una-sesion-irregular-aprobaron-un-dictamen-para-permitir-la-salmonicultura-en-tierra-del-fuego-nid14082025/

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