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Es médico y desde EE.UU. muestra cómo se ven estos platos de comida rápida dos meses después de guardados

La viralización de un video en redes donde un ...

Es médico y desde EE.UU. muestra cómo se ven estos platos de comida rápida dos meses después de guardados

La viralización de un video en redes donde un ...

La viralización de un video en redes donde un médico experto realiza un experimento para saber cómo es el proceso de descomposición de productos famosos de comida rápida, se ganó la preocupación de los usuarios. Tras 62 días, aparentemente olvidados, los alimentos no muestran señales de moho ni mal olor. Solo se observa un endurecimiento de la superficie, como si se tratara de pan seco o cartón, lo que provocó diversas reacciones.

Médico de Georgia guarda comida rápida por 62 días y el resultado causa debate

Dr. Robert G DeBease, médico naturópata, compartió a través de sus redes sociales cómo se ven diversos productos de comida rápida guardados por más de dos meses. Hamburguesas y papas y de McDonald’s, así como una pizza de Papa John’s, fueron puestas aprueba. Al abrir los productos, estos apenas muestran signos de descomposición, como si se tratara de productos ligeramente secos o deshidratados.

La necesidad de llevar a cabo este experimento fue para alertar sobre los efectos de los conservantes industriales. Según explica, aditivos como propionato de calcio, BHA y TBHQ evitarían la descomposición, pero podrían causar daños internos a largo plazo en quienes consumen este tipo de alimentos regularmente.

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Aunque la reacción puede parecer alarmante, el especialista en seguridad alimentaria señala que la falta de moho o descomposición visible tiene causas naturales. Un ambiente seco, con poco oxígeno y alta salinidad, puede inhibir el crecimiento de microorganismos, incluso sin grandes dosis de conservantes, como indica el médico Dr. Robert G DeBease.

“Este tipo de alimentos tienden a deshidratarse rápidamente, lo que no permite el desarrollo microbiano. Es un fenómeno físico, no necesariamente químico”, afirma el experto en microbiología alimentaria.

De esta forma, el video viral, aunque impactante, no necesariamente prueba que los ingredientes sean “tóxicos”. Más bien, muestra cómo ciertos factores ambientales pueden conservar los alimentos sin que estos se mantengan comestibles.

“Los aditivos presentes en esta basura no solo evitan el moho. También alteran las hormonas, aumentan la grasa corporal, empeoran la inflamación y debilitan el sistema inmunológico. Está lleno de carbohidratos ultraprocesados y aceites vegetales refinados”.

“Este tipo de comida no se pudre. Tal vez, tu cuerpo tampoco sepa cómo procesarla. Al final del día, se trata de hacer elecciones conscientes y evitar este tipo de basura”, asegura DeBease.

El verdadero riesgo: la alimentación ultraprocesada frecuente

Un estudio de 2024, publicado en el British Medical Journal (BMJ) se encontró que la exposición a alimentos ultraprocesados ​​como los Arcos Dorados estaba asociada con 32 resultados deficientes para la salud.

El debate sobre este experimento no debe centrarse únicamente en sí los alimentos se pudren o no. El problema de fondo es la frecuencia con la que se consume comida ultraprocesada, que sí ha sido ampliamente estudiada en relación con:

Aumento del riesgo de obesidad y enfermedades cardiovascularesAlteraciones en la microbiota intestinalResistencia a la insulina y riesgo de diabetes tipo 2Inflamación crónica y desequilibrios hormonales

Por ello, si bien comer un producto de comida rápida de vez en cuando no es peligroso, basar la dieta diaria en este tipo de alimentos puede traer consecuencias negativas a largo plazo.

Efectos a largo plazo de los aditivos como TBHQ en el cuerpo humano, según la ciencia

Como explica Science Direct TBHQ (terc-butilhidroquinona) es un antioxidante sintético utilizado para prolongar la vida útil de alimentos procesados. Aunque está aprobado por la FDA, investigaciones recientes han planteado preocupaciones sobre sus efectos en la salud:

Efectos inmunológicos y alérgicos: estudios en ratones indican que el TBHQ puede exacerbar alergias alimentarias, esto aumenta la hipersensibilidad del sistema inmunológico. Toxicidad y potencial carcinogénico: la exposición prolongada a dosis elevadas de TBHQ (0.7 mg/kg) ha mostrado efectos citotóxicos, genotóxicos y carcinogénicos en estudios preclínicos.Efectos neurológicos y hepáticos: se han observado agrandamiento del hígado, efectos neurotóxicos y convulsiones en animales de laboratorio expuestos a TBHQ. ¿Qué diferencias existen entre los aditivos alimentarios permitidos en Estados Unidos y los regulados en la Unión Europea?

Las regulaciones sobre aditivos alimentarios difieren significativamente entre Estados Unidos y la Unión Europea:

Enfoque regulatorio: la FDA en EE. UU. permite el uso de aditivos bajo el principio de “generalmente reconocidos como seguros” (GRAS), lo que permite a las empresas auto-certificar la seguridad de los ingredientes sin una revisión exhaustiva. Precaución en la UE: la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) adopta un enfoque más cauteloso, esto exige pruebas de seguridad antes de aprobar cualquier aditivo. Esto ha llevado a la prohibición o restricción de varios aditivos permitidos en EE. UU., como el TBHQ y el BHA. Etiquetado y transparencia: la UE también impone requisitos de etiquetado más estrictos, así se informa claramente a los consumidores sobre la presencia de ciertos aditivos y sus posibles efectos.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/estados-unidos/georgia/es-medico-y-desde-eeuu-muestra-como-se-ven-estos-platos-de-comida-rapida-dos-meses-despues-de-nid02062025/

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