“Es muy disciplinada”. De padre polista y madre actriz, tiene seis años y toma clases de equitación al igual que su famoso abuelo
Puntual, como todos los miércoles desde hace casi un año, India Uranga (6) llega al Club Hípico Argentino para hacer lo que más ama en el mundo: abrazar a su yegua Flicka y seguir aprendiendo a...
Puntual, como todos los miércoles desde hace casi un año, India Uranga (6) llega al Club Hípico Argentino para hacer lo que más ama en el mundo: abrazar a su yegua Flicka y seguir aprendiendo a andar a caballo de la mano de su profesora, Florencia Mango. La rutina incluye, además, unos breves minutos de caricias en el lomo de su animal favorito y su posterior cepillado. Junto a ella, sus padres, el polista Nito Uranga (44) y la actriz Sol Estevanez (48), siguen de cerca cada uno de sus movimientos.
“Estamos muy contentos porque ella misma nos empezó a pedir tomar clases porque quería saltar a caballo… Y las cosas se fueron dando de a poco. Ama andar a caballo y en ese sentido, es muy disciplinada, no falta nunca. Con Nito nunca forzamos nada que tuviera que ver con el polo o la equitación. Creo que fue algo que se fue dando desde muy chiquita. Sí la alentamos a que aprendiera a andar porque nos parecía importante, el día de mañana va a estar en un campo con amigos o con sus primos y para nosotros es una tranquilidad enorme que sepa las cosas básicas del manejo del caballo, del cuidado que hay que tener, del uso del casco, todo”, dice Sol mientras termina de acomodarle las botas. A su lado, su padre, el reconocido productor de televisión Enrique Estevanez (72), retrata el momento con su celular.
–¿Qué sentís cuando ves a India andar a caballo?
–Me da mucha felicidad porque en algún punto siento que es como continuar con el legado de mi papá. A él siempre le encantaron los caballos y practicó equitación en la medida que pudo. De verdad es una pasión que lleva en la sangre. Después, cuando me casé con Nito, India revivió ese amor que había en mi familia por los caballos. Yo veo en ella una herencia de sangre que me da mucho orgullo. Y a papá le encanta ir a verla montar. Está en todos los entrenamientos. Para mí es un placer inmenso, no sólo comparto un momento de conexión con papá, también lo hago con mi hija.
–India parece tener una personalidad definida. ¿Te ves reflejada en ella?
–. India está forjando su personalidad y se nota que es decidida. Sabe lo que quiere y se impone a la hora de hacer valer sus opiniones. Es muy magnética, cariñosa, querible… todos la quieren. No lo digo porque sea mi hija , sino que así me lo cuentan también sus maestras. Me gusta mucho que sea original, cuando elige algo, no está viendo qué es lo que hace el de al lado. Elige según sus propios deseos. Y eso muestra una originalidad que está buenísima. Somos muy cómplices también, a veces nos entendemos con una sola mirada.
–Sol, Nito, están juntos hace diez años… ¿Cómo definen hoy su relación?
Sol: Somos muy de hablarnos y decir lo que nos pasa, y por supuesto, estamos recontra enamorados. La llegada de India revolucionó nuestro mundo y, al mismo tiempo, nos dio estructura y una familia increíble. La clave es ir creciendo día a día, cuidándonos y mimándonos, sabiendo que compartimos las ganas de seguir construyendo una vida juntos.
Nito: Si bien venimos de dos mundos distintos, con Sol siempre estamos conectados en los proyectos individuales de cada uno… En ese sentido, me siento muy apoyado por ella y yo trato de hacer lo mismo. Me gusta que los dos compartimos mucho de cada uno de nuestros mundos; me siento muy bien con su familia y ella con la mía. Eso es un poco nuestra historia, compartimos con alegría el proceso de la vida.