Fórmula 1: a Max Verstappen, algunos de los cambios reglamentarios para 2026 le resultan “tonterías”
Falta un mes para que los nuevos autos de Fórmula 1 empiecen a circular, en las prácticas de pretemporada de Montmeló, España. Pero los pilotos, por supuesto, ya tienen sus primeros “contacto...
Falta un mes para que los nuevos autos de Fórmula 1 empiecen a circular, en las prácticas de pretemporada de Montmeló, España. Pero los pilotos, por supuesto, ya tienen sus primeros “contactos” con los coches que llevarán a las pistas la revolución reglamentaria técnica más abrupta en la historia de la categoría. Los simuladores son su medio para ir conociendo las reacciones de los bólidos de 2026.
No parece, como avizoró en agosto Toto Wolff, el jefe del equipo Mercedes, que vayan a desarrollar hasta 400 kilómetros por hora (velocidad nunca alcanzada en la F. 1) gracias a las novedades aerodinámicas del próximo año. Sí, en cambio, da la impresión de que serán difíciles de conducir. Hay mucho por tener en cuenta, porque la energía del auto deberá ser administrada. De hecho, por el agotamiento temporal de la provisión eléctrica (“clipping”) se produciría una progresiva merma de velocidad en rectas en ciertos momentos.
“Va a ser muy diferente. Seguro que vamos a perder velocidad en ciertos tramos. No sabemos exactamente cuánta; ahí pueden ajustar un poco según cómo quieran que se desarrolle la entrega de energía a lo largo de la recta. Pero es un reglamento muy complicado”, comentó Max Verstappen, piloto de Red Bull, en una entrevista con Viaplay, un portal de streaming que suele realizar documentales sobre el tetracampeón de Fórmula 1.
El neerlandés se ubica “un poco en el medio” en el debate sobre las nuevas normas, que en 2026 alterarán radicalmente la categoría: el espectáculo, las tácticas y, quizás, el orden entre los poderosos, los favoritismos. La forma de manejar, seguro. “Entran en juego mucho más cómo se acelera, cómo se reduce las marchas, ese tipo de cosas. Puede estar bien, o no. Pero sí creo que va a ser muy complicado, con todas las reglas que han añadido”, comentó Verstappen.
Que en ese aspecto en particular, el de la conducción, evidentemente no está a gusto con las modificaciones que ideó, e impuso, la Federación Internacional del Automóvil (FIA), con acuerdo de la empresa estadounidense Liberty Media, la promotora de la Fórmula 1. “Habría preferido ver menos de esas tonterías. Simplemente, pisar a fondo, manejar lo mejor posible, acelerar a fondo. Ahora hay que pensar mucho más en todo. Ojalá todo se vuelva habitual y salga bien. Creo que para todos habrá un período de adaptación”, lamentó y avizoró MadMax.
Ahora bien: ¿en qué consisten las novedades? Las hay aerodinámicas, energéticas, ecológicas y de seguridad. En un video de 4 minutos, FIA, que tiene a cargo la regulación técnica de la Fórmula 1 explica didáctica y claramente las innovaciones para las próximas temporadas.
Y comienza con “el cambio más visible: la aerodinámica activa”. Desde 2026 serán móviles los alerones delanteros, como ya lo son los traseros. En las curvas estarán cerrados ambos, para conservar la adherencia a la pista gracias a la carga aerodinámica, y en ciertas rectas se aplanarán para otorgar mayor velocidad final por menor resistencia al aire. Esta posibilidad estará disponible para todos los pilotos en todas las vueltas, no solamente para aquellos que persigan a otro a no más de un segundo de brecha.
Otra alteración ostensible será el aspecto de los coches: serán 200 milímetros más cortos, 100 más angostos y 30 kilos más livianos y se reducirá la distancia entre los ejes, lo cual hará más ágiles y reactivos a los autos. Las menores dimensiones los volverán menos estables, más difíciles de guiar, aunque el peso compensará en parte esa pérdida de control. También conspirarán los nuevos neumáticos: mantendrán las 18 pulgadas, pero al ser más angostos, proporcionarán menos agarre al piso.
Invisibles, pero también perjudiciales para la sujeción del coche al asfalto, serán los nuevos suelos planos, que sustituirán a los largos túneles Venturi que conducían los flujos de aire debajo del chasis. Los futuros fondos restarán carga aerodinámica, pero al menos otorgarán más flexibilidad de configuración. Todo eso expondrá más la habilidad del corredor: con un coche menos plantado sobre el pavimento, la capacidad de conducción será más definitoria. Es decir, lo que querían los aficionados: menos influencia de los fierros, más incidencia de la mano del piloto.
La destreza deberá ser también estratégica, porque se incorporan tres dispositivos que deberán usar en momentos oportunos: se los accionará con el botón de “impulsar”, el de “sobrepaso” y el de “recarga”.
El interruptor de “impulsar” (“boost”) dará por un instante la máxima potencia disponible del motor y de la batería. Se podrá emplearlo en cualquier momento para atacar o defenderse, con una limitación: esa ventaja será utilizable siempre que haya suficiente carga en la batería.
El recurso de “sobrepasar” será similar al saliente DRS, pero con un mecanismo diferente. Se lo usará solamente para atacar y estará ejecutable para corredores que estén dentro de un segundo de distancia respecto al predecesor inmediato. ¿Las diferencias? En lugar de consistir en un alerón móvil, se trata de una inyección instantánea de potencia eléctrica extra a alta velocidad, y además habrá un solo punto de detección de brecha de tiempo en el circuito, en lugar de los dos o tres que hubo hasta 2025. Como el DRS, será útil para sobrepasar o al menos para forzar al coche perseguido a un error o una defensa extrema que lo condicione para segmentos siguientes.
El tercer botón, el de “recarga”, permite realimentar la batería con recuperación de energía, tanto en el frenado como en el motor. Los pilotos deberán trabajar esto con su ingeniero de pista, para hacerlo en los momentos adecuados y disponer de la energía cuando más se la necesite. Estas variantes, la utilización que hagan de los botones, harán de los conductores “maestros tácticos”, según el video de FIA. Y por ende, las carreras se volverán “menos predecibles”, otro reclamo largamente sostenido por los aficionados a la Fórmula 1.
El impulsor sigue siendo de 1,6 litros de cilindrada y un V6 turbohíbrido, pero el balance de potencia cambió dramáticamente, a casi 50% y 50% entre el motor de combustión y el eléctrico. El primero, el clásico, erogará 400 kilovatios, y el segundo, 350; en conjunto darán unos 1000 caballos de fuerza. Al volverse tan importante la recuperación de energía, hay una buena noticia para todos: el sistema puede ahora recargar la batería al doble de velocidad que antes en cada vuelta.
El cuidado ecológico incluye al propio motor de combustión: en línea con el objetivo de lograr cero emisiones de carbono que se planteó la Fórmula 1, el combustible estará compuesto por capturas de carbono, desperdicios urbanos y biomasa de origen no alimentario. Además, estará verificado de forma independiente para cumplir estrictos estándares de sustentabilidad ambiental.
El cuidado incluye también a los deportistas que arriesgan su integridad cada vez que salen a la pista. Ahora la célula de supervivencia (cabina) y la barra antivuelco resisten 23% más de fuerza, y soportan en total un equivalente al peso de unos nueve autos familiares. Además, el morro del coche se divide en dos partes (frontal y posterior, contigua a la célula) para dar más protección en caso de choques fuertes y ante impactos secundarios. A su vez, para prevenir la poca visibilidad cuando la haya y reducir las chances de impactos laterales, los autos tendrán luces en los dorsos de sus espejos, además de las ya existentes traseras de lluvia.
“Con menos carga aerodinámica, seguir a otro auto en una curva debería ser más fácil”, comenta el video, aludiendo a la menor turbulencia que se desprenderá del vehículo precedente. “Pero los coches en sí mismos serán engañosos, con la misma potencia y menos adherencia. La habilidad de los pilotos estará en evidencia más cerca de los límites, más asiduamente”, promete FIA. Que termina entusiasmándose: “El futuro de la Fórmula 1 está acá. Y va a ser rápido, feroz e inolvidable”.
Los cambios reglamentarios, explicados por FIALas nuevas reglas y dinámicas de la Formula 1Imprevisibilidad de resultados, énfasis en la habilidad del piloto como factor decisivo, sustentabilidad ambiental y seguridad física. Es decir, un mejor espectáculo deportivo, más amigable con la ecología y menos peligroso para los protagonistas. Esos son los objetivos de la Federación Internacional con “la mayor reforma del reglamento en la historia de la categoría”.
“Estos cambios van a sacudir el orden y crear entusiasmo, mientras entregan una competencia increíble”, anuncia la entidad. Se verá. Por lo pronto, Max Verstappen no está convencido de que sean lo mejor, al menos para los pilotos.