Gonzalo Corbalán, el chico que se formó en Estados Unidos, explotó en España y asume el recambio de la selección argentina de básquetbol
En un proceso de recambio y reconstrucción. Los nombres que irrumpieron en la selección argentina de básquetbol entrega una señal clara: el proceso que conduce Pablo Prigioni está en la ruta a...
En un proceso de recambio y reconstrucción. Los nombres que irrumpieron en la selección argentina de básquetbol entrega una señal clara: el proceso que conduce Pablo Prigioni está en la ruta adecuada para recuperar el camino. Con el objetivo de llegar a la Copa del Mundo de Qatar en 2027, el conjunto nacional comenzó a desandar las ventanas eliminatorias y el primer paso en La Habana ante Cuba resultó alentador. Esta noche, en Obras, desde las 19, irá por la segunda fecha con la meta de seguir sumando, pero fundamentalmente para consolidar un proyecto que tiene la vista puesta a futuro. En se contexto, aparece la figura de Gonzalo Corbalán, uno de los chicos que no pasó por la Liga Nacional, apostó por la educación en los Estados Unidos, se terminó de formar en España y ahora es una de las piezas claves dentro del conjunto albiceleste.
Apenas 23 años, pero desde que nació, en el Chaco, que su vida está rodeada de básquetbol. Es que su padre, Jorge, más conocido como el Toro , tuvo una historia muy ligada a la disciplina con pasos por Ferro, San Andrés y Olimpia de Venado Tuerto. Y su Juan Pablo, es jugador de Regatas Corrientes. Y Gonzalo comenzó a escuchar sus primeras historias sobre el juego con su abuelo Jorge, que era fanáticos del básquetbol.
View this post on InstagramGonzalo comenzó a jugar en Villa San Martín de Resistencia, pero en 2018, con 16 años, emigró a los Estados Unidos para estudiar en Las Cruces High School, una institución del Estado de Nuevo México. Su objetivo era esta cerca de la NBA, por eso aceptó el reto de vivir solo en otro país. Con los Bulldawgs se consagró campeón del torneo estatal en 2020. Eso despertó el interés de varias escuelas y universidades.
Después de evaluar su próximo paso, fue reclutado por Lubbock Christian Chaparrals, el representante de la Universidad Cristiana de Lubbock en la División II de la NCAA. Pero ese proyecto apenas duró un año, porque lo tentó la idea de apostar por una experiencia en Europa, por eso emigró a España, para ser parte del San Pablo Burgos, de la segunda división. No fue todo tan sencillo, porque lo cedieron al Nissan Group de Santiago, su filial en la Liga EBA, pero después de un par de partidos en los que pudieron ver todo su potencial, fue promovido al equipo principal.
A pesar de ser un escolta de una talla no tan importante (1.93 metro) su potencia de piernas y talento con el manejo del balón le dieron protagonismo en el campeonato de la Primera FEB logrando el ascenso con San Pablo Burgos a la liga ACB.
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Todo este desarrollo lo puso en la órbita de Prigioni, por eso comenzó a ser parte de los seleccionados de juveniles de Argentina, llegando a participar del Campeonato Mundial Sub-19 de 2021, en el que fue uno de los jugadores más destacados de su equipo. Incluso, en 2024 debutó con la selección mayor en un partido ante Chile, por el clasificatoria a la AmeriCup de 2025.
Desde entonces, es señalado como uno de los integrantes del recambio de la selección y él lo asume con responsabilidad, pero también con calma: “Después de la Americup, nos unimos más los jóvenes. Yo creo que eso fue muy importante. Más que nada porque por ahí la gente no se esperaba que lleguemos a una final o que les ganemos a equipos que traían jugadores de la NBA o de la Euroliga. Entonces, creo que eso nos unió muchísimo como grupo”, dijo Corbalán.
Ellos, los más jóvenes, saben que las expectativas son altas, en especial, porque el entrenador, Pablo Prigioni, manifestó en varias oportunidades que es el momento de la nueva camada de tomar el protagonismo de la selección. Gonzalo Corbalán acepta el reto, pero también lo asume como un desafío que los obliga a crecer: “Que Pablo nos de esa responsabilidad influye positivamente. Más en nosotros, porque sabemos lo que fue Pablo para la selección y lo que es hoy para este equipo. Pero influye mucho porque te da confianza, te saca ese peso de ser joven, de estar jugando en la selección. Sus palabras no presionan, ayudan y te dan confianza. Entonces, debemos seguir por el mismo camino, seguir mejorando, porque entiendo que no tenemos techo”.
View this post on InstagramY agregó: “Poco a poco se va dejando de lado lo de ‘los jóvenes’. Acá somos la selección argentina y vamos a representar al país en una eliminatoria. Muchos no jugamos la anterior, pero tenemos compañeros como Facu Campazzo, Gaby Deck, Brussino o Pepe Vildoza, que por sus experiencias. nos da un plus. Lo más importante es mentalizarnos en que vamos a competir como Argentina, con todo lo que eso significa”.
El conjunto nacional está tomando una identidad definida, un estilo de juego que Pablo Prigioni imprime en el grupo a cada paso. Una combinación perfecta entre lo que se pregona en la NBA y en la Euroliga, una marca que a Gonzalo Corbalán le queda muy bien por su forma de moverse dentro del campo de juego: “El estilo rápido y vertical que nos pide Pablo me viene muy bien. Pero además siento que como grupo crecimos un montón: adentro de la cancha nos entendemos mejor y afuera también compartimos mucho”.
Su desarrollo en España también lo potenció como jugador, por eso la energía de Corbalán se traduce en la cancha. Es que un ascenso a la liga ACB y ser parte de la rotación principal de su equipo en la competencia más exigente de Europa, le dieron una confianza que lo unida como una pieza ofensiva valiosa en la selección: “La confianza con la que terminé la temporada con Burgos quiero trasladarla a la selección. Por suerte tuvo un un nivel muy alto, más que nada porque se lograron los objetivos en el club, entonces me gustaría llevar esa energía a que se cumplan también los objetivos con Argentina.
Incluso, destacó que esa experiencia le permitió dar un salto a nivel emocional para asumir esta empresa de ser parte del recambio generacional de la selección argentina: “Creo que mentalmente me ayuda mucho ser parte de una competencia en la que te podés medir con jugadores de altísimo nivel, ya sea en ACB como también en la selección. Pero entiendo que jugar en España, en una competencia tan fuerte, me prepara mentalmente para estar preparado para venir acá y hacer mi trabajo lo mejor posible en función de lo que necesite el equipo”.