Hallaron una espeluznante “Casa de los muertos” de hace 7500 años con restos de 20 personas
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Un equipo de arqueólogos que trabaja en Çatal Hüyük, uno de los asentamientos neolíticos más destacados del planeta situado en el centro de Turquía, realizó un hallazgo sorprendente. Las excavaciones sacaron a la luz varios conjuntos de edificaciones, entre los cuales sobresale una construcción identificada como la “Casa de los muertos”, que tenía unos 20 cuerpos enterrados y que llamó la atención de los investigadores
A unos 40 kilómetros de Konya, en Anatolia, se encuentra este centro arqueológico, considerado uno de los ejemplos más relevantes de las primeras concentraciones urbanas. Descubierto en la década del 50 por el británico James Mellaart, este enclave prehistórico es una muestra del gran salto que significó para la humanidad la aparición de las primeras ciudades.
Incluido en 2012 en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el yacimiento aún guarda secretos tras unos 9000 años de historia. Bajo la dirección del arqueólogo Arkadiusz Marciniak, de la Universidad de Poznań, investigadores turcos y polacos localizaron en el sector oriental un conjunto de edificios organizados alrededor de un patio que no parecen haber tenido uso doméstico.
“Cambios sociales llevaron a los habitantes a trasladarse de la parte oriental a la occidental en el poblado. En paralelo, apareció una estructura funeraria denominada la Casa de los muertos, donde se depositaron de manera ritual los restos de veinte personas”, aseguró Marciniak en la web del sitio arqueológico.
Según los investigadores, estos descubrimientos están modificando la visión que se tenía sobre la comunidad neolítica de Çatal Hüyük. Los especialistas destacaron cómo las transformaciones en la vida colectiva, las prácticas espirituales y la organización social favorecieron una de las primeras migraciones urbanas conocidas. La gran incógnita sigue siendo qué motivó a esta población a dejar el sector oriental y pasar hacia el otro lado del territorio.
El arqueólogo Ali Ozan, de la Universidad de Pamukkale, sostuvo que “la clave podría estar en la evolución de la dinámica social”. “En las capas más antiguas se observa una arquitectura densa e interconectada, mientras que en las posteriores aumenta la separación entre edificios, lo que evidencia un cambio en la estructura comunitaria. Con el tiempo, estos cambios pudieron haber impulsado a la población a trasladarse al oeste”, aclaró.
Mientras el sector occidental refleja la historia de esa migración, las excavaciones en la parte oriental revelaron uno de los hallazgos más significativos del sitio: la “Casa de los muertos”, donde se encontraron, bajo el piso, los restos de al menos veinte individuos colocados intencionalmente.
“Probablemente, estas personas fallecieron en otro lugar y fueron trasladadas a este edificio, lo que indica una práctica ritual más que un entierro común. Esto refuerza la dimensión simbólica de Çatal Hüyük, donde lo cotidiano y lo sagrado se entrelazaban en el espacio construido”, señaló Marciniak.
Junto a esta estructura, los arqueólogos descubrieron también un gran edificio ceremonial decorado con pinturas y dotado de catorce plataformas, además de otra de las construcciones más antiguas del sector oriental con tres enterramientos bajo sus bases. A la espera de las pruebas de radiocarbono, estos hallazgos ofrecen nuevas pistas sobre cómo los habitantes de Çatal Hüyük integraban sus creencias espirituales en la arquitectura de sus viviendas.