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Hasta qué edad los niños pueden salir a las calles a pedir dulces de Halloween: ¿hay límites?

Cada año, con la l...

Cada año, con la llegada de Halloween, surge la misma pregunta: ¿a qué edad es demasiado tarde para salir a pedir dulces? Mientras algunos consideran que no hay una edad límite, otros creen que los adolescentes deberían dejar esta tradición para los más pequeños. El debate se reaviva cada octubre, especialmente en lugares donde se implementaron regulaciones que limitan la edad para participar en la tradicional búsqueda de caramelos.

En ciudades como Chesapeake, Virginia, se ha establecido que los niños mayores de 14 años no deberían pedir dulces. En Bathurst, Canadá, la edad máxima es de 16 años, y cualquier adolescente mayor podría enfrentarse a una multa si decide tocar puertas para pedir golosinas. Sin embargo, estas restricciones rara vez se aplican estrictamente, ya que, como reconocen las autoridades de Chesapeake, no se ha arrestado a ningún joven por romper la norma.

La perspectiva de los expertos

Para la terapeuta familiar Sheryl Ziegler, no existe una edad específica en la que los niños deban dejar de pedir dulces, sino que depende más del comportamiento. “Muchos adolescentes disfrutan celebrar Halloween de otras formas, pero si les sigue gustando pedir dulces, no hay nada malo en ello”, aseguró en un artículo de Today. Destaca que, mientras los adolescentes respeten las normas de comportamiento, no debería haber problemas en que participen de la festividad.

Por otro lado, la experta en etiqueta Catherine Newman agregó que la participación de los adolescentes en Halloween puede ser positiva. “Los niños pequeños se emocionan cuando ven a adolescentes disfrazados. Para ellos, los más grandes validan su propio entusiasmo por la festividad”, comenta Newman. Además, en muchas familias, los adolescentes son los encargados de acompañar a sus hermanos menores, lo que justifica su presencia en las calles.

A pesar de que muchos defienden la participación de los adolescentes, algunos padres y adultos muestran preocupación por los comportamientos que puedan surgir, como el uso de disfraces demasiado terroríficos o la recolección excesiva de dulces. También existe el temor de que los jóvenes se vuelvan ruidosos o toquen puertas hasta altas horas de la noche, generando molestias en los vecindarios.

Sin embargo, Ziegler sostiene que este tipo de conductas no son exclusivas de los adolescentes. “Los niños de todas las edades pueden mostrar comportamientos inapropiados”, aclara, y propone soluciones sencillas como establecer horarios tempranos para los niños pequeños y recordarles a los mayores que respeten las normas sociales.

Una actividad para todos

Más allá de la polémica, muchos padres prefieren que sus hijos adolescentes participen en Halloween antes que en otro tipo de actividades nocturnas potencialmente más riesgosas.

La tradición de pedir dulces es, en esencia, una actividad inocente y una oportunidad para que los adolescentes desconecten del mundo digital y revivan la nostalgia de la infancia. Como concluye Newman, “es una noche en la que se les permite volver a ser niños, aunque solo sea por unas horas”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/estados-unidos/hasta-que-edad-los-ninos-pueden-salir-a-las-calles-a-pedir-dulces-de-halloween-hay-limites-nid12102024/

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