Justo en la frontera: así es la biblioteca dividida entre Canadá y EE.UU. a la que Trump quiere prohibir la entrada
Desde hace meses, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca revivió conflictos fronterizos con México y ...
Desde hace meses, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca revivió conflictos fronterizos con México y con Canadá. En este último país, las miradas ahora apuntan a una biblioteca que, debido a su peculiar construcción y ubicación, comparten ambos países. Ahora, el debate se centra en quiénes pueden (o no) visitarla.
Haskell Free Library and Opera House: la biblioteca canadiense que “invade” parte de EE.UU.De acuerdo a recopilaciones históricas de la Haskell Free Library and Opera House, ubicada en la frontera entre Derby Line, Vermont (EE. UU.) y Stanstead, Quebec (Canadá), su estructura solía simbolizar una muestra sólida de cooperación binacional.
Sin embargo, este 2025, la institución se encuentra en el centro de ciertas tensiones políticas debido a las nuevas restricciones impuestas por el gobierno del presidente Donald Trump.
Según reportes especializados de la American Libraries Magazine, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunció que, a partir del 1 de octubre de 2025, los canadienses deberán presentar pasaporte y pasar por un punto de entrada oficial si quieren acceder a la biblioteca desde EE. UU.
Anteriormente, tanto canadienses como estadounidenses podían ingresar a las diferentes salas de la biblioteca directa sin controles formales. No obstante, tras la visita de la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem a las instalaciones, su posicionamiento determinó que la entrada sin control podría ser explotada por “diferentes tipos de criminales”.
¿Por qué la biblioteca Haskell Free Library se construyó entre EE.UU. y Canadá?Erigida en 1901, la Haskell Free Library tiene una estructura única en el mundo, según sus propios archivos: su sala de lectura y escenario de ópera se encuentran en Canadá; pero su entrada principal está del lado de EE. UU. A la fecha, una línea negra en el suelo marca la frontera internacional.
Dado que su construcción se dio sin que la división entre Vermont y Quebec estuviera del todo clara, los canadienses y estadounidenses compartían el espacio sin necesidad de pasar por controles de ningún tipo. De hecho, algunas organizaciones como la Red del Patrimonio Anglófono de Quebec, argumentan que la construcción fronteriza fue hecha propósito por la dueña original de la infraestructura (Martha Stewart Haskell).
En cuanto a su administración o propiedad definitiva, la biblioteca es actualmente gestionada por una junta internacional compuesta por miembros de ambos países, y de hecho, el recinto cuenta con dos direcciones oficiales: una en Vermont y otra en Quebec.
Durante la mayor parte de su historia, la Haskell Free Library fue reconocida como sitio histórico que simbolizaba la amistad diplomática entre EE.UU. y Canadá.
Respuesta de la comunidad canadiense hacia la decisión del DHS sobre la biblioteca “binacional”Medios de comunicación locales de Quebec, como The Record, destacaron que la decisión del DHS de EE.UU. generó indignación en toda la comunidad canadiense. En particular, Sylvie Boudreau, presidenta de la junta directiva de la biblioteca, reprobó la actitud de Kristi Noem y las nuevas medidas de Donald Trump.
“La decisión es realmente triste y pone fin a una tradición de más de 100 años para el libre acceso entre las dos comunidades fronterizas (...) creo que los comentarios de la secretaria (Kristi Noem) son una falta de respeto y desmantelan una larga historia de amistad”, dijo Boudreau durante una entrevista que The Record le realizó en marzo de 2025.
Aunque la visita de Kokiristi Noem se dio en enero de 2025, la decisión de la DHS llegó semanas después. Aun así, la presencia de la secretaria de Seguridad Nacional no fue bien recibida debido a que hizo comentarios despectivos respecto a “estar en el estado número 51 de EE.UU.” (en referencia a las invitaciones de Trump para que Canadá se anexara al territorio estadounidense).
Por el momento, la Haskell Free Library habilitó una entrada del lado canadiense, pero tuvo que transformarla a partir de una salida de emergencia. Para financiar las modificaciones necesarias, la junta de la biblioteca lanzó una campaña de recaudación de fondos.