Generales Escuchar artículo

Kate Winslet: su primera vez como directora, los realizadores que la inspiran y el desafío de trabajar con su hijo

Cuando Kate Winslet leyó el guion de Adiós, June, el film que estrena Netflix hoy, su primera reacción fue decirle a Joe Anders, su autor: “Esto es una película. La vamos a hacer”. En ese m...

Kate Winslet: su primera vez como directora, los realizadores que la inspiran y el desafío de trabajar con su hijo

Cuando Kate Winslet leyó el guion de Adiós, June, el film que estrena Netflix hoy, su primera reacción fue decirle a Joe Anders, su autor: “Esto es una película. La vamos a hacer”. En ese m...

Cuando Kate Winslet leyó el guion de Adiós, June, el film que estrena Netflix hoy, su primera reacción fue decirle a Joe Anders, su autor: “Esto es una película. La vamos a hacer”. En ese momento, a la historia sobre June (Helen Mirren), la matriarca de una familia que debe lidiar con su inminente muerte en plena época navideña, le faltaban unas 20 páginas para completarse y su guionista rechazó sin más el entusiasmo de Winslet por llevar el relato a la pantalla. Después de todo se trataba de su primer intento en la disciplina de la escritura cinematográfica, un ensayo dirigido a sus profesores de la formación para guionistas que estaba cursando quienes lo habían alentado a escribir sobre lo que conoce. Y a los 19 años, Anders, el escritor en cuestión -que además es el hijo de Winslet y el director Sam Mendes-, decidió inspirarse en el fallecimiento de su abuela materna para crear una ficción que cumpliera con la tarea asignada.

“Le dijeron que narrara algo desde el corazón. Cuando Joe era un adolescente perdió a su abuela, mi madre, y quedó muy conmovido por cómo toda la familia se reunió para acompañarla y hacer de su muerte una experiencia especial. Siempre recuerda esos días y cómo todos los que estábamos ahí teníamos el mismo origen, veníamos de la misma mujer. Así que tomó esa idea y creó una ficción que transcurre durante la época de Navidad con una familia atravesando la incertidumbre de no saber si June llegará a festejarla”, explicó Winslet en una charla con LA NACION en la que también contó su experiencia como directora debutante, los realizadores que la inspiraron y los desafíos de tener una protagonista en el set por solo 16 días de las 35 jornadas que llevó rodar Adiós, June.

-¿Qué fue lo que encontraste en el guion de Joe que te decidió a intentar la dirección por primera vez en tu carrera?

-En principio no tenía pensado dirigir la película pero sí iba a producirla e interpretar a una de las hermanas en el centro del relato. Pero durante el año que Joe pasó dándole forma al guion y recibiendo devoluciones positivas que ya no eran solo mías de repente me di cuenta que no le podía entregar la película a otro. Pensé: “Me voy a arrepentir toda la vida si no lo intento”. Así de importante era para mí.

-¿Cómo fue la experiencia de trabajar con tu hijo?

-Fue muy interesante. Logramos establecer un mayor nivel de confianza del que ya teníamos antes. Siempre nos llevamos bien como madre e hijo pero ahora somos colegas, pares. Para él era su primer guion, para mí la primera vez como directora y fue fantástico tenernos y apoyarnos uno al otro. Yo sé cuán intimidante puede sentirse ser la persona más joven en el set. Y también sé que lo que siempre fue una bendición para mí en esas circunstancias fue que me permitieran cometer errores. Equivocarte puede ser maravilloso, especialmente siendo joven en un set porque a veces esa es la única manera de aprender.

Extremadamente real

-¿Qué era lo que más te preocupaba de llevar adelante el proyecto? ¿Dirigir a los siete chicos del elenco o a veteranos como Mirren, Timothy Spall, Andrea Riseborough y Toni Colette?

-En el caso de los chicos, lo que hicimos fue alentarlos para que no se aprendieran sus líneas de dialogo. Mi idea era ver qué pasaba si los adultos que sí estábamos siguiendo el guion los incluíamos en las escenas. Eso hizo que, para ellos, todo lo que sucedía fuera extremadamente real. Y la alegría que aportaron también lo fue. Los alentamos para que se comportaran tan felices y juguetones como son los niños en cualquier situación.

-¿Y cómo manejaste tener que darle indicaciones a tus colegas adultos? El elenco está lleno de leyendas, empezando por Helen Mirren.

-La verdad que lo más desafiante fue dirigir a Helen. Ella me pedía que la guiara en todo: “Decime qué hacer, cómo ponerme; ¿en qué momento del declive de June estamos hoy?" Helen necesitaba de esas respuestas prácticas porque le resultó difícil interpretar el papel. De hecho, una parte de ella en realidad no quería hacerlo. Cuando le di el guion me prometió leerlo pero me advirtió sobre las dos reglas que sigue antes de aceptar un papel. “Nunca voy a interpretar a alguien que sufre de demencia ni a una persona que se esté muriendo de cáncer pero leeré tu guion porque quiero apoyarte en tu primera película como directora. Tenemos que cambiar la cultura, Kate”, me dijo. Me conmovió mucho solamente que lo leyera y luego cuando aceptó romper sus reglas por el proyecto fue increíble.

-¿Después de tantos años de trabajar frente a las cámaras que fue lo que más te sorprendió de tu primera experiencia como directora?

-La verdad es que lo que sentí fue una gran gratitud por los maravillosos vínculos que formé durante años con integrantes de los equipos técnicos en los proyectos que hice como actriz. Cuando tenés que llevar adelante un proyecto de presupuesto relativamente chico, tenés 35 días para filmar y tu protagonista solo puede filmar 16 de esos 35 jornadas necesitas toda la ayuda que puedas conseguir. Helen estaba terminando una película y necesitaba apurar la filmación de Adiós, June, tenía que empezar otra y eso nos obligó a prepararnos muy bien de antemano. Y lo pudimos hacer gracias a la buena voluntad y el amor que puso todo el equipo.

Animarse

-¿Hubo algún realizador de los que trabajaste en tu carrera que te haya servido como modelo o inspiración a la hora de dirigir?

-Uno muchas veces se inspira o aprende tanto de las cosas buenas como de las que no le fueron demasiado útiles. Algunos directores se sienten más cómodos cuando tienen que establecer visualmente la puesta en escena y no tanto cuando tienen que lidiar con los actores. En mi caso, curiosamente en los últimos diez años muchos realizadores con los que trabajé, por ejemplo Danny Boyle, con el que hice el film Steve Jobs, me señalaron que mi forma de pensar una escena como actriz se parece mucho al modo en que la ve un director. Me insistieron mucho para que me animara a asumir ese rol. De alguna manera, todo el tiempo que llevo como protagonista me preparó para algunas tareas que me parecen esenciales en un realizador: saber liderar con el ejemplo, respetar y estar atenta al resto de los actores y técnicos y dejar de lado lo que te sucede más allá del rodaje para sacar el proyecto adelante. Por eso creo que cuando apareció la posibilidad de dirigir Adiós, June, para mi sorpresa me sentí muy preparada para dirigirla. Durante la filmación pensé mucho en las películas de Mike Leigh (Secretos y mentiras), al que no conozco aunque soy una gran admiradora de su obra y de su habilidad para capturar con realismo a las familias en los espacios sin interferir para dejar que los espectadores experimenten lo que es estar con esos personajes. Tuve muy presente esa valentía y esa obligación de no tener miedo a tomar decisiones visuales para contar la historia.

-La película se centra en la despedida de un ser querido, pero además del drama que esa situación conlleva también tiene muchos destellos de comedia.

-Me pareció que el humor era algo con lo que el público podría identificarse porque todos hemos pasado por esos momentos de pérdida como los que experimentan los personajes en Adiós, June. En esas circunstancias muchas veces suceden cosas graciosas o te encontrás haciendo chistes desubicados porque sencillamente no sabés qué otra cosa hacer. En la película eso queda representado por los personajes de Bernie (Spall) y Helen (Colette). Él está en plena y espantosa negación frente al hecho de que su esposa por más de 50 años se está muriendo y el humor es su manera de atravesar el duelo mientras que para Helen, la hija mayor y las más inmadura, implica asumir las actitudes más disparatadas.

-¿Esta primera experiencia en la dirección cumplió con las expectativas que tenías?

-Para ser honesta, fue algo muy importante para mí. Quise dar lo mejor para hacerle justicia al hermoso guion que escribió Joe y darle a los espectadores un film con el que no solo se identificaran sino que también les habilitara el espacio para tener conversaciones con sus seres queridos con los que muchas veces tenemos los lazos más complicados. Eso es lo que quise hacer con esta película y espero haberlo logrado.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/cine/kate-winslet-su-primera-vez-como-directora-los-realizadores-que-la-inspiran-y-el-desafio-de-trabajar-nid24122025/

Volver arriba