La elección bonaerense pone a prueba el futuro del Gobierno y de Kicillof
Más de catorce millones de ciudadanos están convocados a participar hoy de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires. Si bien solo se pondrán en juego cargos menores, la compet...
Más de catorce millones de ciudadanos están convocados a participar hoy de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires. Si bien solo se pondrán en juego cargos menores, la competencia se convirtió en una escala crucial para el gobierno de Javier Milei y el peronismo en la carrera hacia octubre.
Los comicios bonaerenses mantienen en vilo a la política y a los mercados, que aguardan conocer el resultado para saber si el kirchnerismo ostenta posibilidades de resurgir y qué márgenes de respaldo tiene el Presidente en el distrito más decisivo del país.
La batalla en Buenos Aires será inédita por varias razones. Por primera vez en los últimos veinte años, la elección de medio término en la provincia irá despegada de la contienda nacional. Así, quedará suprimida la tracción de los rubros nacionales, como los candidatos a presidente o a diputados y senadores. Tampoco habrá una competencia a nivel de voto a gobernador que oriente las preferencias.
Por lo tanto, la clave local tendrá mucho peso y se esperan disputas disímiles en las ocho secciones y en los 135 municipios de Buenos Aires, donde se elegirán legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares. El frente de Fuerza Patria se siente favorito porque cuenta con apoyo de la mayoría de los intendentes de peso, sobre todo, en el estratégico conurbano.
El nivel de participación asoma como un factor crucial del choque entre libertarios y kirchneristas en Buenos Aires. Tanto los grandes partidos como los encuestadores no tienen certezas, pero concuerdan en que detectaron un fuerte desinterés en la población respecto de la contienda de este domingo y descuentan que habrá una caída de la concurrencia a las urnas, como se reflejó en la Capital, Santa Fe, Salta, Chaco o Jujuy, otros distritos que desdoblaron.
El gobernador bonaerense Axel Kicillof espera mostrar que puede doblegar a Milei en el primer test que atravesarán libertarios en el emblemático bastión del PJ. Está claro que Kicillof no solo se juega su poder, sino su proyecto político con vistas a 2027. La elección por cargos provinciales y municipales se convirtió en una prueba de fuego para su liderazgo, en medio de la encarnizada interna con Cristina Kirchner y La Cámpora.
Golpeado por el escándalo del caso Spagnuolo y las peleas intestinas en la cúpula de La Libertad Avanza (LLA), el Gobierno moderó sus expectativas de cara a la pulseada con el PJ en la provincia. A pesar de que selló una alianza con Pro para fortalecer su despliegue territorial, Milei vaticinó un “empate técnico” con el peronismo tras una ronda de charlas con encuestadores. En la recta final de la campaña, buscó movilizar a los indecisos para reducir las cifras de ausentismo que pronosticaron los últimos sondeos.
En la Casa Rosada admiten que el escenario quedó abierto y que el kirchnerismo parte con ventaja, aunque no descartan una remontada o perder por una diferencia ínfima que no comprometa el futuro del programa económico. Es una incógnita si Milei podrá capitalizar la baja de la inflación, su gran activo de gestión, que le permitió quebrar la hegemonía del macrismo en la Capital o cosechar buenos resultados en los grandes centros urbanos del país.
En definitiva, la elección bonaerense será el preámbulo de las legislativas nacionales de octubre, en las que surgirá qué cuota de poder podrá tener Milei en el Congreso en la segunda mitad de su mandato.
1) ¿Cuántos bonaerenses irán votar?Tanto en el PJ como en LLA admiten que llegaron a elección bonaerense a ciegas, sin pronósticos claros sobre las preferencias de los electores. Dirigentes territoriales de las principales fuerzas que animarán los comicios en Buenos Aires están sumidos en la incertidumbre, porque desconocen cuál será el grado de abstención.
En las últimas cuatro elecciones de medio término en Buenos Aires -las simultáneas de 2009, 2013, 2017 y 2021- la concurrencia estuvo en torno al 76%. El mayor ausentismo se dio durante la pandemia de coronavirus, cuando solo el 70% de los bonaerenses fueron a sufragar. En el Gobierno descuentan que el PJ podría beneficiarse si la participación es baja, por el peso que podría tener el aparato. Fuerza Patria controla 83 de los 135 municipios de Buenos Aires, lo que representa el 74% del padrón.
La organización de la elección estará a cargo de la administración de Kicillof, una experiencia sin precedente. Es que durante los últimos años, los comicios de medio término de Buenos Aires siempre se realizaron de manera solapada con la competencia nacional, por lo que la logística quedaba a cargo de la justicia federal y el Ejecutivo nacional.
El jefe de la Policía Bonaerense, el comisario general Javier Carlos Villar, estará al frente del comando electoral y será el responsable de la seguridad. No obstante, el gobierno nacional enviará más de 5000 efectivos de Gendarmería, la Prefectura Naval y la Policía Federal para que refuercen el operativo.
Kicillof contrató a la empresa Indra para el escrutinio provisorio.
2) Las grandes batallasLa mayor disputa entre el PJ y LLA se dará en la primera y la tercera sección de la provincia, donde votan más de diez millones de bonaerenses. El Gobierno apuesta a que una buena performance del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, primer candidato a senador provincial por la primera, apuntale un triunfo libertario en Buenos Aires. Valenzuela se medirá con el ministro bonaerense Gabriel Katopodis (Fuerza Patria) en esta circunscripción del oeste y norte del conurbano, que tiene mayor peso en el padrón. En ambos bandos auguran una pulseada reñida. Somos, en tanto, postula al jefe municipal de Tigre, Julio Zamora, quien procura colarse la discusión. En la sección se pondrán en juego ocho bancas de senadores.
Kicillof concentra sus expectativas en la chance de obtener una amplia diferencia sobre Milei en la tercera sección, el gran bastión del kirchnerismo, que le permita inclinar el resultado global de la provincia a favor del PJ. Dado la incidencia que tiene en el mapa de Buenos Aires, Verónica Magario, vicegobernadora de Kicillof y referente de La Matanza, se anotó como cabeza de la lista de diputados de Fuerza Patria. Varios intendentes de peso, como Jorge Ferraresi (Avellaneda) o Mariano Cascallares (Almirante Brown) o Andrés Watson (Florencio Varela), irán como candidatos testimoniales para potenciar la oferta de sus frentes y fomentar el efecto arrastre en sus municipios ubicados en el sur del conurbano.
En LLA, que apostó al excomisario Maximiliano Bondarenko, admiten que jugarán allí la partida más difícil. Es que el PJ es imbatible en la tercera desde el retorno de la democracia. La izquierda intentará hacerse notar: ancla sus esperanzas en verse beneficiada por los desencantados con el kirchnerismo.
En los comicios de hoy, se renueva la mitad de la Legislatura provincial: 46 diputados y 23 senadores. En este proceso-se turnan-, los habitantes de la primera, la cuarta, la quinta y la séptima elegirán senadores. Y los ciudadanos de la segunda, la tercera, la sexta y la octava deberán seleccionar representantes para diputados.
Debido al sistema de cocientes que se utiliza en Buenos Aires, la fuerza que gane la elección provincial no necesariamente será la que sume más bancas.
3) ¿Cómo se leerán los resultados y cuál será la diferencia?Dada la complejidad de la elección, habrá lecturas disímiles sobre el resultado. Por ejemplo, Kicillof apuesta a exhibir que le puso un “freno” al modelo de Milei en el distrito más decisivo con un triunfo contundente del peronismo. En esa narrativa influirá más la diferencia en la cantidad de votos que obtenga cada fuerza en toda la provincia.
El Gobierno, en tanto, se entusiasma con vencer en la primera sección de la mano de Valenzuela. Además, confía en que Guillermo Montenegro se impondrá en la quinta y que Oscar Liberman será el más votado en la sexta. También se siente favorito en la séptima. En el comando de LLA hay dudas respecto de la octava -La Plata-, por la injerencia que tendría el armado del intendente Julio Alak, aliado de Kicillof.
A su vez, Milei procura mostrar que amplió su poder de fuego en la Legislatura bonaerense. Sin embargo, los libertarios estarán pendientes de la diferencia global, porque asumen que el resultado marcará a fuego la carrera hacia octubre. En una elección que se prevé muy pareja, aspiran a ganar por poco o perder por poco. Saben que si la ventaja que saca el PJ es mayor a los cinco puntos, LLA saldrá malherido de la batalla bonaerense. En los mercados están expectantes: aguardan que la brecha no sea mayor a los siete puntos.
4) Las peleas internasTanto el Gobierno como Fuerza Patria llegan a la elección crucial de Buenos Aires atormentados por las internas. Enfrentado a Cristina Kirchner y La Cámpora, Kicillof anhela una victoria que le permita ir confirmar un nuevo liderazgo y blindar la unidad del peronismo. El resultado podría condenarlo o catapultarlo. Si consigue salir airoso, podrá plantarse como una alternativa a Milei en 2027. Pero una derrota lo dejará bajo fuego del kirchnerismo. Es que Cristina Kirchner, quien se encuentra en prisión domiciliaria, objetó la decisión de desdoblar la elección –lo interpretó como un desafío a su conducción- y es recelosa frente a los gestos de autonomía de su expupilo.
La elección también serán un termómetro clave para saber cómo seguirá la puja de poder en el seno del Gobierno. Si bien hubo consenso interno en torno a la necesidad de aliarse con Pro para enfrentar al PJ en su fortaleza, el armado bonaerense y la confección de las listas quedó en manos de Karina Milei, los Menem y Sebastián Pareja. La tropa de tuiteros e influencers digitales que responden a Santiago Caputo quedaron marginados del proceso y criticaron el perfil de los candidatos que seleccionó la hermana del Presidente. El enfrentamiento interno que provocó el polémico tuit de Daniel Parisini, alias “Gordo Dan”, contra el senador Luis Juez por su apoyo a la ley de emergencia en discapacidad refleja el estado de descomposición del andamiaje político de LLA.
5) ¿Hay espacio para la tercera vía?Otro atractivo de la compulsa bonaerense es que permitirá saber si existe espacio para las alternativas a Milei y al kirchnerismo. En un clima de incertidumbre y crispación, Somos Buenos Aires intentará hacerse fuerte en la cuarta sección, donde cuenta con 9 intendentes. El más influyente es Pablo Petrecca (Junín), uno de los dirigentes de Pro que no logró cerrar un acuerdo con LLA.
En la segunda sección, una región agrícola del norte de provincia, los Passaglia (Hechos) procuran hacer valer su despliegue territorial para colarse en la pelea entre Milei y Kicillof y romper la polarización. Potencia, el frente que lidera María Eugenia Talerico, también intentará plantarse como un espacio alternativo a las fuerzas dominantes.