La escritora venezolana Esther Pineda G acusa al historiador francés Ivan Jablonka de “apropiación y extractivismo intelectual”
En sus cuentas de redes sociales, la...
En sus cuentas de redes sociales, la escritora e investigadora venezolana residente en la Argentina, Esther Pineda G (Caracas, 1985), denuncia que el escritor e historiador francés Ivan Jablonka (París, 1973), en su reciente ensayo La culture du féminicide (Seuil), se apropió de las ideas de su ensayo Cultura femicida (Prometeo), de 2019, e incluso del concepto usado para el arte de tapa, donde una calavera atormenta a una mujer. “Este libro está siendo objeto de apropiación y extractivismo intelectual por parte del francés Iván Jablonka”, posteó Pineda G en Instagram y X. (La G de su nombre refiere al apellido González.)
E 2019 publiqué el libro "Cultura femicida" editado para toda iberoamérica por @prometeo_libros, donde acuñé el concepto de “cultura femicida”, este libro está siendo objeto de apropiación y extractivismo intelectual por parte del francés Iván Jablonka 👇🏾 pic.twitter.com/MJ1QSr7xeD
— Esther Pineda G. (@estherpinedag) December 2, 2025La autora dice a LA NACION que Jablonka, ante sus señalamientos, le respondió que investigaba sobre la cuestión desde hacía una década. “Si es tan buen investigador, ¿cómo no sabía de mi libro y el concepto que ahora se atribuye? Yo como investigadora hago seguimiento de todo lo que se produce en la materia”, razona la socióloga egresada de la Universidad Central de Venezuela en 2010. Es feminista y doctora en Ciencias Sociales. Cultura femicida fue reeditado en varias ocasiones.
Pineda G, que participó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, agrega que el autor francés, Premio Médicis 2016 por Laetitia o el fin de los hombres, presentó esta semana La culture du féminicide en la Universidad Nacional Autónoma de México. “Encima que se roba la teoría de una autora latinoamericana, viene a Latinoamérica a explicarnos lo que se robó”, ironiza. En español, los libros de Jablonka son publicados por Anagrama, Fondo de Cultura Económica y Libros del Zorzal. El autor de En camping-car se desempeña como profesor en la Universidad de París XIII y codirige una colección en Seuil.
Se enteró por casualidad del nuevo libro de Jablonka. “Sigo muchas páginas de medios de comunicación en francés porque estudio un poco el idioma hace unos años, y me encontré casualmente en Instagram una nota titulada ‘Culture féminicide’, lo cual me extrañó porque es la traducción exacta al francés de mi concepto ‘cultura femicida’, veo que la nota es una entrevista a Jablonka, me pongo a leer, él habla de cómo la industria cultural, literatura, ópera, cine, series, publicidad, naturaliza y normaliza los femicidios y que lo analiza en su libro. Eso es justo lo que yo desarrollo en mi libro Cultura femicida, donde acuñé ese concepto y trabajo con todos esos productos culturales”.
“La cultura femicida es la estructura sociocultural en la que en la cual se subvalora la vida de las mujeres, en la que se les considera prescindibles, sustituibles, y donde se acepta, naturaliza y justifica sus asesinatos, y en la que se normalizan y cotidianizan estos crímenes a través de distintos productos culturales desarrollados a lo largo de la historia desde el pensamiento patriarcal como la literatura, la ópera, el cine, las series, la música, la publicidad, los memes; lo cual instala el femicidio como un hecho aceptable, favorece su ocurrencia y su impunidad”, explica la autora a este diario.
En la cuenta de Instagram de Jablonka, la autora encontró otras notas de prensa sobre la La culture du féminicide. “Me sorprendió además porque en los años 2021-2022 él me seguía en Instagram, pero después de un tiempo me dejó de seguir”. La sinopsis del libro de Jablonka es similar a la del libro de Pineda G. “Encontré también algunas páginas preliminares del libro donde el hombre se atribuye el concepto y lo presenta como algo nuevo”, agrega.
Para la autora de Bellas para morir, que es afrodescendiente, este episodio pondría en evidencia lo que denuncia hace años: el modo en que la opresión patriarcal se profundiza aún más en el caso de las mujeres racializadas. Jablonka habría “copiado” incluso el recorrido histórico del femicidio hecho por ella en su libro, desde la quema de brujas hasta el asesinato de mujeres en épocas coloniales y neocoloniales.
View this post on Instagram“Se apropió de mi libro y eso es extractivismo epistémico -sostiene-. Si bien considero que es un plagio, no he usado el término porque desconozco las implicaciones legales que pueda tener; hasta no tenerlo claro, no uso la palabra exacta, pero sí es un claro acto de apropiación y extractivismo intelectual”.
La autora admite que la problemática del femicidio ha sido trabajada por muchas autoras (y por algunos autores). “Pero es inaudito que aparezca alguien con un libro con el mismo título, la misma tapa, la misma trama y se atribuya el concepto central del libro. Eso no tiene ninguna justificación; es competencia antiética y desleal en términos editoriales porque hasta el arte de tapa se copiaron”, remarca.
En diálogo con LA NACION, Raúl Carioli, director editorial de Prometeo, casa editorial de la escritora venezolana, anticipa que solicitará asesoramiento al equipo legal de la Cámara Argentina del Libro (CAL) para iniciar una demanda contra el autor francés por haber lesionado los derechos intelectuales de la escritora. “Es lo que corresponde en mi rol de editor. Jablonka podrá demostrar que no lesionó los derechos intelectuales de Esther, o hacerse cargo”, dice.
“A nosotros nos llega la queja de Esther por el nuevo libro de Jablonka y compruebo que es el mismo tema, el mismo título y con una lógica de la tapa que también es la misma -acota-. No leí el libro del francés, pero la duda de Esther es razonable”.
View this post on InstagramA partir de la denuncia de la escritora, las publicaciones de Jablonka en su cuenta de Instagram se colmaron de comentarios críticos donde lo tildaron de “hipócrita”, “oportunista” y “plagiario”. Seguramente por ese motivo, el autor francés eliminó varios posteos y notas de prensa sobre el libro cuestionado y cerró los comentarios de su cuenta de Instagram; la editorial Seuil también eliminó las publicaciones de su cuenta referidas a La culture du féminicide. Hoy, Jablonka -que sigue con su cuenta activa en esa red social- bloqueó a Pineda G.