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La Justicia ante la ciénaga del fútbol

Cuando se produjo el derrumbe de la Unión Soviética, se puso de moda una palabra: Glasnost. Significaba el corrimiento de un velo, la aparición de la transparencia y liberación de información....

La Justicia ante la ciénaga del fútbol

Cuando se produjo el derrumbe de la Unión Soviética, se puso de moda una palabra: Glasnost. Significaba el corrimiento de un velo, la aparición de la transparencia y liberación de información....

Cuando se produjo el derrumbe de la Unión Soviética, se puso de moda una palabra: Glasnost. Significaba el corrimiento de un velo, la aparición de la transparencia y liberación de información. Era el conocimiento de realidades, datos y dinámicas que se intuían pero sobre las que no había certezas. Una especie de Glasnost está ocurriendo en el mundo del fútbol. Todos aquellos que están cerca sabían y saben que es un universo dominado por la opacidad, negocios turbios y formas espinosas del manejo del poder. Todo eso adquiere ahora una dimensión informativa mucho más transparente que acorrala a los dirigentes del fútbol y pone en una situación de principal protagonismo, y en una posición tal vez incómoda, al Poder Judicial. Esta acumulación de información desagradable se torna enfermiza si no se encuentra una salida por medio de la atribución de responsabilidades y, eventualmente, el castigo del delito. Es algo que solo puede proveer este Poder Judicial. Siempre que no esté condenado, como sucede tan a menudo, a proveer impunidad.

Odisea Argentina - 29 De Diciembre 2025

El proceso de transparencia y conocimiento de datos dio el domingo un importante paso adelante a través de una investigación exclusiva publicada por el diario LA NACION, y que llevaron adelante Nicolás Pizzi, Ignacio Grimaldi y Hugo Alconada Mon. Allí se informa una gran cantidad de manejos irregulares de fondos que pasaron por el circuito de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), varios bancos internacionales, entre los que están el Citibank, Bank of America y JP Morgan, y una sociedad que intermedió los contratos en el exterior: TourProdenter. Por medio del vínculo entre la AFA y esta última, se realizaron una cantidad de giros en millones de dólares a empresas fantasmas y aplicaciones de recursos a gastos suntuarios.

Esta información abre un nuevo campo para entender las vías investigativas que hoy rodean al negocio del fútbol en la Argentina. Son varias líneas, asociadas a causas judiciales y también a datos periodísticos que todavía no han sido judicializados. La primera de esas pesquisas tiene vínculo con el establecimiento por parte de la AFA de entidades elegidas arbitrariamente, formadas supuestamente por amigos, para establecer contratos internacionales, mediante los cuales manejar dinero negro y obtener retornos. No es algo novedoso. Hace tiempo que se conocen negocios poco claros del organismo que preside Claudio “Chiqui” Tapia. Dos ejemplos recurrentes son la venta de entradas o las plataformas de streaming. Se le suma ahora el escándalo de TourProdenter, que pertenece a Javier Faroni, empresario del espectáculo, su esposa Erica Gillette y su hermana Marcela Faroni.

Tramas como esta parecen haberse naturalizado en el fútbol argentino. ¿Qué pensaríamos si la organización alemana del fútbol estableciera sociedades intermediarias para los contratos que tiene en las actividades tanto a nivel local e internacional? En el caso argentino, no se trata meramente de contratos relacionados con viajes y plataformas de streaming. También entran en juego los auspicios de futbolistas y de encuentros entre selecciones. Algunos abogados expertos en finanzas plantean una pregunta adicional: ¿Cómo entraban los dólares a las cuentas de la AFA en el país? ¿Lo hacían por medio del mercado oficial, como está obligado a hacer cualquier argentino con negocios en el exterior? ¿o se realizaba por un mercado paralelo, a través del contado con liquidación (CCL)? Es una cuestión que la Justicia deberá despejar.

Los Faroni y Gillette estarían atados a otro negocio: la reventa de entradas de los mundiales, especialmente el de Qatar. La FIFA asignó a la AFA una cantidad de tickets que, en vez de venderse directamente, eran revendidos por intermediarios asociados a los dirigentes. De esta manera, se hacían con una gran cantidad de dinero. En el mundo del fútbol, algo difícil de verificar debido a su clandestinidad, dirigentes importantes alegan que los Faroni sacaron de Qatar US$12 millones que fueron estacionados en un departamento de Marcela Faroni en Miami. Hay un dato adicional: de ese dinero quedaron US$50 millones en Qatar que aún no pueden sacarse.

Los nexos de Javier Faroni se extienden asimismo hasta la política: fue senador del Frente Renovador. Quienes conocen de este partido liderado por Sergio Massa aseguran que apareció de un día para el otro y nadie sabía de quién se trataba. Se lo suponía sólo un amigo de Massa. No era un militante político. No hacía sentido que se sentara en la mesa de conducción del partido. Menos se entendía después por qué obtuvo una senaduría de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, no se detuvo allí. Cuando tuvo que abandonar su banca, su hermana Marcela actuó como su reemplazo mientras que Faroni ocupó el cargo de director de Aerolíneas Argentinas durante la presidencia de Alberto Fernández.

La conexión entre el mundo de negocios de la AFA y Sergio Massa está también dada por Pablo Toviggino, el “cajero” del organismo. Los que conocen este universo alegan que es quien genera los negocios, mientras que “Chiqui” Tapia se dedica a disfrutar la vida que su tesorero le provee. La popularidad de Toviggino comenzó por sus vínculos con una mansión que estaba puesta a nombre de una jubilada y un monotributista en Villa Rosa, junto con una gran colección de autos de lujo. Su actividad de gestor de operaciones comerciales se remonta a la época de Julio Grondona. Desde entonces intermedia con clubes del interior, de uno de ellos de los cuales es presidente: Central Córdoba de Santiago del Estero. Esta institución, inexplicablemente, tiene una infinidad de contratos millonarios con la Asociación Argentina de Fútbol. Toviggino no es ajeno a la política. Es muy cercano al gobernador santiagueño Gerardo Zamora.

Este es uno solo de los costados del escándalo de la AFA que se vincula a la política. No es el único. No hay que olvidar que Tapia es funcionario público y no un señor de su casa. Es el presidente del Ceamse, un organismo tripartito que procesa la basura en el área metropolitana. En primera instancia, había sido puesto como vicepresidente de la entidad en la ciudad de Buenos Aires durante el gobierno de Mauricio Macri. El nexo entre Tapia y el Pro existía a través del entonces ministro de Espacio Público, Diego Santilli. ¿Cómo se sentirá hoy Santilli en relación con su amistad con Tapia a sabiendas de la enemistad de su jefe, Javier Milei, con el titular de la AFA? La llegada de Tapia al Ceamse estuvo vinculada además al lazo familiar que lo unía a Hugo Moyano, de quien era yerno. En aquel entonces Moyano tenía una alianza con Macri.

Tras la ruptura de esa relación, Tapia dejó de ser el representante en la Ciudad. Pasó entonces a representar a la provincia de Buenos Aires, designado por el gobernador Axel Kicillof, que evidentemente quería hacer una alianza con los Moyano y con el fútbol. De esta manera, escaló a la presidencia del organismo, que lidera hasta el día de hoy. Este esquema no sólo reviste importancia por desnudar el vínculo entre el deporte y la política. También abre una posibilidad: para muchos abogados administrativistas cabría investigar a Tapia por enriquecimiento ilícito, una figura que está reservada únicamente para quienes sean funcionarios públicos.

Hay otra foja dentro de esta inmensa investigación, seguida de cerca por el juez Marcelo Aguinsky, que está vinculada con el incumplimiento de los aportes que la AFA debe hacer a la DGI por la actividad de la institución. Es una cuestión especialmente delicada, a pesar de no ser la más grave desde el punto de vista judicial. Inquieta a muchos presidentes de clubes, que aseguran que si la Justicia se detiene en la contabilidad del organismo y sus propias instituciones, ninguno de ellos está exento de haber incurrido en irregularidades impositivas. De allí se desprende un deseo: una rápida sanción a Tapia y Toviggino para que la investigación no continúe aguas abajo. Existe, sin ir más lejos, una pesquisa en Lomas de Zamora liderada por la fiscal Cecilia Incardona, que ya tiene investigados a 20 clubes.

Abundan las derivaciones de este escándalo. Otra sería, por ejemplo, la del dinero negro de la AFA que circula a través de cuevas. Nació de la investigación de un esquema aplicado al club Banfield, que luego se descubrió que se replicaba en otras instituciones, incluso las más importantes del país. La relación económica entre la AFA, clubes importantes y no tan importantes, sobre todo en el conurbano bonaerense, era mediada por Sur Finanzas de Ariel Vallejo. El dinero del organismo era canalizado a través de esta financiera, a quienes los clubes estaban obligados a solicitar préstamos. Es lo mismo que podría estar pasando con la empresa de Erica Gillette: son sociedades que intermedian para obtener un retorno.

Luis Armella comanda una investigación sobre el tema junto a Incardona. El expediente se rodea de una polémica por la competencia del caso, porque apareció el juez Federico Villena diciendo que esa causa la debería tener él. Es un juez muy relacionado con la política del conurbano. Este fin de semana acaba de protagonizar un escándalo porque, basándose en una vieja causa que estaba cerrada, allanó al Servicio Penitenciario Federal (SPF), y le exigió que entregue su celular al director, que es Fernando Martínez. Este lunes Martínez denunció a Villena por prevaricato y abuso de autoridad, en el marco de una causa por provisión de comida al SPF. Pero esto pone en apuros al Gobierno, genera un conflicto entre el Gobierno y Villena, que es un juez muy politizado, porque el jefe del servicio penitenciario es un hombre de lealtad directa con Patricia Bullrich, quien fue, hasta hace pocos días, la ministra de Seguridad y que fue quien lo designó en el año 2024.

Hay que recordar que por una denuncia de Martínez, el jefe del SPF, tuvo que dejar el cargo quien era su superior, que era un hombre de Cristian Ritondo denunciado en la Justicia por Bullrich. Vicente Ventura Barreiro, quien hoy sería funcionario de la SIDE en Uruguay. Ventura fue sobreseído en septiembre

Hay una disputa por la competencia entre el juez Villena y Armella, cuestión que debe resolver, en La Plata, el camarista Jorge Di Lorenzo.

Todas estas maniobras con financieras nos llevan a otro problema, que es el manejo del dólar con el mercado cambiario intervenido en tiempos de Massa. La cuestión es la posibilidad que existía de sacar dólares oficiales para venderlos en el blue con diferencias extraordinarias que quedaban a favor de quienes tenían esas cuevas financieras, y de los funcionarios que autorizaban sus operaciones. Ahí está Elías Piccirillo, el exmarido de Jesica Cirio. Este lunes, varios jueces, Eugenia Capuchetti, Sebastián Casanello y María Servini, realizaron 60 allanamientos ligados a estas irregularidades, eventualmente delitos.

Entonces, primer problema: las sociedades que intermedian entre la AFA y los negocios. Ahí están los Faroni, Toviggino, la gente de Massa. Segunda dimensión: el manejo del dólar oficial en cuevas financieras en tiempos del exministro de Economía. Además, la tercera cuestión que empieza a aparecer tiene que ver con el juego clandestino y el fútbol. El 13 de diciembre la lotería de la provincia de Buenos Aires identificó 300 páginas web donde se juega de manera clandestina en apuestas que tienen que ver con los partidos de fútbol. No solo con los resultados. Cada jugada es susceptible de ser motivo de apuesta. La presunción es que, como muchos partidos y jugadores están arreglados, hasta las familias de estos deportistas se enriquecen sabiendo cómo va a ser el resultado de aquello sobre lo que se puede apostar.

El juego clandestino está contaminando la actividad del fútbol. Un dirigente del fútbol explicaba en estos días que “el fútbol es una mentira desde que entró el juego clandestino”. Toviggino es, aparentemente, el encargado de designar los árbitros en los partidos, que serían clave, si fuera cierto que todo está tan contaminado por el juego.

Cuando las autoridades de la DGI miran, por ejemplo, a Sur Finanzas se dan cuenta de que el movimiento de fondos no se explica únicamente por los negocios de “Chiqui” Tapia y Toviggino. Apuntan a que también hay dinero del juego clandestino y del narcotráfico. Piccirillo tenía una especialidad, el norte argentino, y desde allí se habría acercado a Massa, aparentemente.

Para observar dónde se esconde la raíz de esta ciénaga hay que pasar del deporte a la política. Hay una escena que se hizo famosa por lo surrealista, que es Tapia haciéndose secar la nuca por el presidente de Deportivo Armenio, Luciano Nakis. Esa imagen muestra que Tapia se sentía, y probablemente se sigue sintiendo, Calígula.

Hay, en una de las plataformas de streaming, una serie muy interesante, basada en un libro más interesante aún, que se llama “M, el hombre del siglo”. Es una biografía novelada de Benito Mussolini. Muestra un momento en el que Mussolini dice, una vez que consigue una reforma electoral muy beneficiosa para la dictadura fascista: “Hemos cruzado un límite”. Y agrega: “Un límite que se cruza ya no es límite”. Lo que estamos viendo en el negocio del fútbol, que replica en muchos aspectos, a otros sectores de la vida pública, es que se han cruzado límites y, por lo tanto, ya no hay límites.

Carlos Nino, que fue un gran filósofo del Derecho, escribió sobre la anomia como un mal argentino. “Anomia” quiere decir falta de norma, falta de ley. La garantía de que exista un límite no la da la política, la DGI o el periodismo. La garantía de que exista un límite la puede dar únicamente la Justicia. La Justicia es la que debe imponer en todo esto el orden que suministra la ley.

Por eso, cuando se advierte lo que está pasando en la AFA, la proximidad de toda esa gente con el poder político -Toviggino es prácticamente socio del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora-, se empieza a sospechar que, dadas las evidencias que hay en todo el caso de la AFA, lo único que puede salvar a los imputados es conseguir un juez amigo. Esto explica por qué hay tanta presión sobre los jueces que tienen hoy las causas. Sobre Armella por parte de Villena, o sobre Aguinsky, a quien también le quieren sacar la causa. A Daniel Rafecas también le sacaron la causa. Ya que no se pueden mejorar las pruebas, hay mucha presión para que el juez sea un juez tolerante.

De hecho, Toviggino tiene un grupo de abogados muy ligados a familias de Comodoro Py. Puede ser que el Gobierno tenga algún interés en esto. Es difícil saber si ese interés termina en la AFA o si también lo están mirando a Zamora y a Massa.

Quien fue el último candidato a presidente del peronismo, el rival de Milei, Massa, está inquieto por esa pregunta. Por si el Gobierno lo está persiguiendo a través de este caso. ¿Por qué? Porque hubo un gran escándalo, el mayor de todo el Gobierno de Milei, que tiene que ver con los audios de Diego Spagnuolo, hablando de que presuntamente la hermana del Presidente, Karina Milei, con “Lule” y Martín Menem habrían conducido un sistema de coimas en la provisión de medicamentos para personas con discapacidad. Después se supo que también había en ese negocio una cantidad de gente ligada a Santiago Caputo.

¿Cómo nos enteramos de esos audios? Por una plataforma de streaming que se llama Carnaval. Nadie sabe de quién es esa plataforma, pero en la política se la atribuyen, con toda seguridad, a Toviggino y a Zamora. Lo afirman amigos de ellos.

Quiere decir que el Gobierno se vio muy afectado por esas dos personas, en un momento en que el dólar corría, en que el Congreso empezaba a aprobar leyes en contra del Gobierno, y muchos políticos pensaban que esta administración estaba tambaleando antes de las elecciones. Todavía no había aparecido el cheque de Trump. Es verosímil pensar que esos audios se publicaron en ese momento con una intención desestabilizante, por la que el Gobierno podría estar haciendo ahora un ajuste de cuentas.

Para el Gobierno es una escena perfecta, porque Milei elige un enemigo perfecto. No solamente por los niveles de corrupción sino también porque el fútbol mueve pasiones como ninguna otra actividad.

Además, Milei lleva esta pelea en un muy buen momento. El Índice de Confianza en el Gobierno, elaborado por la Universidad Di Tella, muestra que está en 2,46, con una variación negativa del 0,1% respecto de la medición anterior. Si tomamos el promedio de Macri (2,27) y de Alberto Fernández (1,69), podemos ver que Milei está mejor que los dos. Es un promedio muy parecido al de Néstor Kirchner, que se ubica en torno a los 2,49.

Lo interesante es que gracias a este estudio podemos ver a un Macri que llega y va cayendo, al igual que Fernández. Sin embargo, Milei no. Se ve que el Presidente llegó y mantuvo un nivel prácticamente estabilizado. Esta es la rareza de Milei. Como si la opinión pública estuviera estabilizada respecto a este Gobierno.

Hugo Haime, que es un muy experimentado analista de opinión pública, cuenta que la aprobación de la gestión creció 3 puntos en la última medición de diciembre, después de las elecciones de octubre, y se ubicó en valores similares a los de diciembre de 2024. Y cae la desaprobación. Es decir, el Gobierno termina el año muy bien.

Desde esta plataforma, Milei elige a un enemigo muy conveniente, que está acorralado. Esto no significa nada si la Justicia no avanza y establece sanciones. En este punto interesa destacar todo este problema de los reclamos de competencias. Lo que está diciendo ese fenómeno es que ese juez que reclama la competencia, en el 90% de los casos tenía cajoneada otra causa desde hace mucho y, en el momento oportuno, avisa que tiene esa investigación con la cual nunca había avanzado. Implica la evidencia de una justicia muy lenta, de jueces que están acostumbrados a tener causas encajonadas, inclusive, en defensa propia.

Por otra parte, una encuesta de la consultora Escenarios, dirigida por dos muy competentes cientistas políticos y analistas de opinión pública, Pablo Touzon y Federico Zapata, muestra cómo está la opinión pública respecto de lo que está pasando en la AFA.

Lo que más interesa destacar es cómo el fútbol mueve pasiones. El 51,33% dice estar entre muy informado e informado. Mientras que el 37,81% está algo informado. Es decir, es un tema que atrae la atención. Por eso al Gobierno le interesa también, en un momento en el que la oposición está muy eclipsada.

En cuanto a la gestión de la AFA, el 27,21% respondió que la ve entre bien y muy bien. Casi el 50% opinó que está mal o muy mal. Consultado sobre si el Gobierno debe auditar a la AFA, el 51,36% dice que sí y el 28% dice que no. Sobre la relación de la AFA con la política, el 60,84% opina que tiene mucha o bastante influencia. El 30,51% dice que tiene poca o nada.

¿Está de acuerdo con la decisión de otorgar el campeonato a Rosario Central mediante la resolución dirigencial?, preguntó la consultora. El 2% muy de acuerdo, el 14% de acuerdo. Mientras un 71,83% está en desacuerdo. Este fue el episodio que creó el clima para que estalle toda la bomba informativa referida a lo que estaba pasando dentro de la AFA.

Sobre la aplicación justa de normas en el fútbol argentino, el 71% dice que no y el 14% dice que sí. Por otro lado, el 65,40% cree que no hay independencia en los árbitros.

Este es el panorama del fútbol. Uno tiende a pensar que se parece bastante al panorama de la política. Y como la política, queda en manos de los jueces, que son quienes están ahora ante la ciénaga del fútbol.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/politica/la-justicia-ante-la-cienaga-del-futbol-nid30122025/

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