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La mística de un espectáculo a cielo abierto que lleva 17 años volando bajo el cielo de Villa Gesell

Quienes recorren la zona céntrica de Villa Gesell durante las noches de verano ya reconocen un faro artístico ineludible. Entre las copas de los árboles, en el predio municipal ubicado en la Ave...

La mística de un espectáculo a cielo abierto que lleva 17 años volando bajo el cielo de Villa Gesell

Quienes recorren la zona céntrica de Villa Gesell durante las noches de verano ya reconocen un faro artístico ineludible. Entre las copas de los árboles, en el predio municipal ubicado en la Ave...

Quienes recorren la zona céntrica de Villa Gesell durante las noches de verano ya reconocen un faro artístico ineludible. Entre las copas de los árboles, en el predio municipal ubicado en la Avenida 3 y Paseo 113, las candilejas dibujan la palabra “Aire”. Allí, sin carpas que limiten la vista, el Circo del Aire levanta su estructura cada noche para convidar humor, acrobacias y música en vivo, consolidando un espacio de disfrute popular con una entrada accesible que ya es marca registrada de la ciudad.

La experiencia de este circo trasciende la pista. El espectáculo comienza desde el momento en que el público se dispone a hacer la fila. Una vez que ingresan, los propios artistas —oficiando de acomodadores— guían a las familias hacia las gradas, que tienen capacidad para albergar a unos 200 espectadores por función. La bienvenida queda en manos de los humoristas, responsables de romper el hielo con juegos, sketches y gags que preparan el clima para una noche de fiesta cirquera.

El programa de este año se divide entre la potencia física y la armonía estética, en una puesta que remite visualmente a la atmósfera de La Strada (1954) de Federico Fellini. El despliegue en pista gana altura con el dúo de acrobacia aérea conformado por Maxi Amei y Rocco, quienes ejecutan un número de cintas de alto impacto que desafía la gravedad frente a la mirada atenta de los presentes. La destreza técnica continúa con el malabarista Espejo, un referente histórico de la compañía que reafirma su vigencia una temporada más, aportando la precisión y el carisma que ya son tradición en el predio.

El momento de mayor espectacularidad y riesgo llega con Lucilu, la gran incorporación de este verano, quien protagoniza un arriesgado número de vuelo en trapecio ambientado con el swing de los años 20; una pieza que rescata la esencia del circo tradicional y marca el clímax de la función. Hacia el final, el show vira hacia la acrobacia moderna con una performance conjunta de Rococo, Luci y Maxi, culminando en un saludo final encabezado por su directora, María del Aire, y todo el elenco en su conjunto.

“Llevamos años adelante con el sueño del circo al aire libre, contando con artistas emergentes. Cada temporada invertimos energía en la creación de un nuevo espectáculo, manteniendo nuestra estética rara y nuestra forma de descubrirnos en el circo”, explica María del Aire, creadora y directora del proyecto. Para ella, el circo es un espacio de vuelo y un viaje hacia el alma: “Nos mueve un espíritu aventurero, siempre con la felicidad bajo la manga, que es la gran aliada de este proyecto”.

El espectáculo tiene sus raíces en la formación de su propia directora. Formada en la Escuela de Circo de Río de Janeiro y perfeccionada en España y la Argentina, María del Aire ha indagado en técnicas de acrobacia aérea, tela, cuerda marina y trapecio de vuelo. Su trayectoria incluye pasos por agrupaciones internacionales como el Circo da Madrugada (Brasil/Francia) y circos tradicionales de la talla de Orlando Orfei o el Circo Nikita de Moscú. Esa pasión es también un legado familiar: sus hijas, Nati Bordesio (acróbata y hoy fotógrafa) e Indala, quien hace trapecio desde los cuatro años, forman parte del ADN de la compañía.

De San Telmo a la Costa

Más allá de la temporada estival, el Circo del Aire es un motor constante de formación. Durante el resto del año, el proyecto funciona como un espacio de creación e investigación en el barrio porteño de San Telmo. Allí opera una cooperativa de trabajo abierta al desarrollo de las artes escénicas, con talleres de clown, teatro y acrobacia aérea.

Ese mismo espíritu cooperativo es el que sostiene la infraestructura en Villa Gesell. Cada pieza, desde las luces hasta las gradas, ha sido fruto de la reinversión temporada tras temporada. Al finalizar cada función, el mensaje de la directora es contundente: “Este espacio es de ustedes, y depende de ustedes que esto siga existiendo”. Es una invitación a entender el arte como una construcción colectiva donde el público, mediante una entrada accesible, se convierte en el principal sostén de un sueño que ya lleva 17 años volando bajo el cielo geselino.

Circo del Aire. En Av. 3 y Paseo 113 (Predio Municipal, Villa Gesell). Funciones: desde el 6 de enero, todos los días a las 21.30 y 23.00 horas. Redes: Instagram: @circodelaire | Facebook: /Circo-del-Aire

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/que-sale/la-mistica-de-un-espectaculo-a-cielo-abierto-que-ya-lleva-17-anos-volando-bajo-el-cielo-de-villa-nid19122025/

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