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La razón por las que las persecuciones de la policía americana dejarán de ser cinematográficas

En las rutas y calles de los Estados Unidos, las persecuciones policiales suelen ser un espectáculo a alta velocidad tan riesgoso como frecuente. Para poder aminorar sus riesgos, la policía de es...

La razón por las que las persecuciones de la policía americana dejarán de ser cinematográficas

En las rutas y calles de los Estados Unidos, las persecuciones policiales suelen ser un espectáculo a alta velocidad tan riesgoso como frecuente. Para poder aminorar sus riesgos, la policía de es...

En las rutas y calles de los Estados Unidos, las persecuciones policiales suelen ser un espectáculo a alta velocidad tan riesgoso como frecuente. Para poder aminorar sus riesgos, la policía de este país ideó algunos procedimientos de manejo para poder acorralar al conductor a la fuga, así como también las famosas cadenas de pinchos metálicos que revientan los neumáticos e inmovilizan el vehículo.

A pesar de todo, aún las persecuciones generan un riesgo a la seguridad de quienes circulan por la vía pública y para los oficiales. Por eso, una nueva tecnología ideada por un inventor de Arizona promete cambiar la manera en que los agentes logran detener a los conductores que intentan escapar.

El nuevo SUV con tracción total y 7 años de garantía que ya se vende en el país

Se trata del Grappler, un dispositivo que se instala en el paragolpes delantero de los vehículos policiales y que utiliza una red de alta resistencia para inmovilizar las ruedas del auto fugitivo.

El grappler, el nuevo sistema para inmovilizar las ruedas del auto fugitivo

El sistema, desarrollado por la empresa Grappler Police Bumper, despliega desde el frente del patrullero una cinta o cincha que se engancha en uno de los neumáticos trasero del vehículo perseguido. Una vez que la red atrapa la rueda, el patrullero aplica freno y logra detener el avance del fugitivo de forma gradual y controlada, sin provocar un trompo o choque violento.

Según explicó el fabricante en declaraciones a Fox10 Phoenix, el objetivo no es hacer girar al vehículo, como ocurre en la clásica maniobra PIT (Precision Immobilization Technique), donde se golpea el vehículo en la parte trasera para hacerlo perder el control, sino que se busca simplemente detenerlo sin riesgo para terceros ni para los propios ocupantes.

El Grappler fue ideado por Leonard Stock, un técnico de Arizona que se inspiró tras ver en televisión una persecución a alta velocidad. Desde su introducción, varias agencias policiales de ese estado y de otras regiones del país comenzaron a utilizarlo. De acuerdo con la compañía, el sistema tiene una tasa de éxito cercana al 80% en las detenciones realizadas con su uso y se reportan cientos de intervenciones exitosas en distintas ubicaciones.

El equipamiento tiene, sin embargo, un costo considerable: unos US$8000 por unidad y alrededor de US$400 por cada red desechable, según detalló el canal WHEC Rochester, que consultó a departamentos policiales locales sobre la viabilidad económica de adoptarlo. Aun así, varias fuerzas lo ven como una inversión que puede salvar vidas, evitar daños materiales y reducir la responsabilidad legal derivada de los choques durante una persecución.

El Grappler muestra su mayor efectividad en escenarios urbanos o semiurbanos, donde las persecuciones suelen desarrollarse a velocidades moderadas y hay tránsito o peatones. También resulta útil cuando el sospechoso circula por vías donde el uso de la maniobra PIT podría implicar una pérdida de control peligrosa.

Las dos maniobras policiales más convencionales para la detención de vehículos durante una persecución

La policía estadounidense valora además que este método mantiene al oficial dentro del vehículo, evitando que tenga que salir a desplegar dispositivos en la calzada, como los tradicionales “pincha neumáticos”.

No obstante, el dispositivo no es aplicable en todos los casos. Su uso requiere entrenamiento y condiciones específicas: el patrullero debe tener el peso y la tracción suficientes para controlar el vehículo detenido y la velocidad no debe ser excesiva, ya que la red podría no enganchar correctamente o romperse.

En vehículos de gran porte —como camionetas grandes o SUV pesados, más habituales en los EE.UU.—, la detención puede ser más difícil. Por eso, algunos departamentos policiales optan por no utilizarlo en rutas de alta velocidad o cuando el riesgo para los demás conductores es mayor que el beneficio potencial.

Además del costo de instalación, cada despliegue implica reemplazar la red, lo que limita su uso masivo. En definitiva, el Grappler no reemplaza completamente a las maniobras tradicionales, sino que funciona como una herramienta complementaria.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/autos/la-razon-por-las-que-las-persecuciones-de-la-policia-americana-dejaran-de-ser-cinematograficas-nid28112025/

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