Lamine Yamal, el talento que sorprende resolviendo de manera diferente a como esperan los rivales
El 13 de julio recién va a cumplir 18 años, pero Lamine Yamal ya se comporta como si tuviera más de 25. Dentro de la cancha, marca diferencias por su gran técnica individual, la cantidad de gol...
El 13 de julio recién va a cumplir 18 años, pero Lamine Yamal ya se comporta como si tuviera más de 25. Dentro de la cancha, marca diferencias por su gran técnica individual, la cantidad de goles y asistencias que le aporta a un súper ofensivo Barcelona. Pero quizás haya que encontrar su mayor virtud en que es indescifrable para sus rivales. Es muy difícil de marcar porque maneja un abanico muy amplio de recursos para resolver jugadas. No se suelen ver futbolistas tan completos a esa edad desde la cantidad de variantes técnicas, tácticas y futbolísticas aplicadas en beneficio del equipo.
Si un adversario piensa que, lo mejor que puede hacer es “llevarlo para afuera”, así avanza por la derecha para empujarlo a que resuelva con su perfil menos hábil, Yamal no sólo asume el desafío, sino que además finaliza la acción como si fuera el mejor wing derecho. Si el rival piensa que le va a enganchar, él acelera y deja el amago para el próximo marcador. Si intuyen que lo mejor es presionarlo antes de recibir, Lamine solo lo gambetea con un giro. Si cree que va a gambetear por adentro, termina generando una asistencia desde afuera del área. Si ese mismo adversario acierta en que va a buscar un pase desde allí, en donde sorprende el joven es en la manera en lo que ejecuta: con tres dedos, con cara interna, con efecto y en cortada, pinchando el balón.
Si un arquero espera el centro atrás, quizás termina definiendo al primer palo. Y si en la acción siguiente esperan que decida como en la anterior, él cambia. Como si no tuviera dos jugadas iguales, por más que la clásica que se le ve es la del zurdo encarando de afuera hacia adentro para rematar a colocar desde su perfil, la posición y resoluciones que se le vieron a Lionel Messi en sus comienzos, también en Barcelona.
En el clásico de este domingo ante Real Madrid, que Barcelona se impuso por 4-3 y quedó a tiro de ganar La liga española a tres fechas del final, marcó un golazo casi sin tener recorrido para sacar el zurdazo a colocar (como si fuera una pincelada), por más que es uno de sus movimientos característicos, pero después también hubo varias acciones en las que apareció como falso wing derecho y luego de enganchar terminó asistiendo para la entrada de Raphinha en el segundo palo o rematando al ángulo superior más lejano de Courtois. Y en la que el arquero esperaba un pase, terminó rematando con zurda y abajo, para lucimiento del belga.
“Era un partido muy importante para sacar una distancia considerable. Después del partido de Champions League (la eliminación ante Inter, de Italia) era muy importante ganar y más si era contra el Madrid. Hoy toca disfrutar”, declaró Yamal tras ganar el clásico a la cadena Movistar+. Fue cauto “No nos sentimos campeones. Estaría bien conseguir tres títulos”, afirmó por su parte el técnico Hans Flick azulgrana.
Lo mejor de Barcelona ante Real MadridY sobre el estilo que incorporó Barcelona desde la llegada de Flick, Yamal también respondió como un futbolista adulto: “Sería fácil de decir que la táctica es meter cuatro si nos meten tres. Tenemos que mejorar mucho en defensa. Cuando presionamos, está todo bien. Pero tras un error, la cosa se complica. Hoy teníamos jugadores muy rápidos enfrente”, agregó.
Para conocer más los pensamientos de Yamal vale tomar como referencia unas frases que dijo charlando con Thierry Henry para CBS Sports Golazo hace diez días: “Intento disfrutar, ese es el secreto. Disfrutar, no pensar en nada, dar el fútbol que tengo, intentar que la gente disfrute viendo un partido de fútbol. Las cosas me están saliendo bien, aún no he hecho nada, tengo mucho por hacer, mucho por crear y espero seguir así“.
El delantero, que otra vez brilló ante Real Madrid, suma en Barcelona 100 partidos oficiales, con 22 goles y 27 asistencias. Por lo que tiene una participación directa en goles altísima de promedio.
Cuando a Yamal intentaron compararlo con Messi, él mismo se encargó de poner paños fríos y no entrar en ese juego: “No pienso en si tengo más o menos que otro. Creo que la clave es pensar en uno mismo, en tratar de hacer lo mejor para el equipo y para ti. No miro mucho las estadísticas, yo juego para disfrutar, para que la gente disfrute y para ganar, obviamente. No me fijo en si otro tiene más o menos que yo”, había dicho el 4 de marzo pasado en una entrevista con la UEFA. Y había agregado: “Es un honor, pero yo intento escribir mi propia historia. Messi es el mejor de la historia, yo todavía estoy haciendo mis primeros pasos. Esas comparaciones a veces no ayudan”.
El propio Hansi Flick, DT de Barcelona, trata de llevarlo sin que se maree: “Para llegar al nivel de Messi y Cristiano Ronaldo, tiene que tomarse todo con calma. Es un chico muy joven y con futuro, pero no debe perder la cabeza. No se trata solo del talento, de su genio, sino también del trabajo duro cuando quieres alcanzar este nivel, como Cristiano Ronaldo, Lionel Messi, los grandes jugadores del pasado. Todos tenemos que mantener la calma y ver qué pasa. Estamos muy contentos de que esté jugando con nosotros y que esté a este nivel a los 17 años; es increíble. Sabemos que él también tiene que trabajar duro para mantener este nivel y quizás para mejorar cada vez más. Creo que él también lo desea. No es el final”.
Pero todos saben que es un juvenil que puede no tener techo. Simone Inzaghi, DT de Inter que lo enfrentó en las semifinales de la Champions League, lo calificó como “un talento que solo se ve cada 50 años”.
El delantero además demuestra tener una visión global del juego, no sólo dando una mano para recuperar la pelota, sino también para evaluar que los goles convertidos por Barcelona están muy bien, pero “no siempre se puede apostar a ganar 4-3″. Es uno de los que pide que hay que defender mejor.
La mayor virtud de Lamine Yamal, mientras todavía tiene toda una carrera por delante y gambetea hasta las comparaciones con Messi o Cristiano Ronaldo, es el abanico de variantes en toma de decisiones y gestos técnicos para resolver en los metros finales. Los compañeros se lo agradecen y él encima le saca brillo a las estadísticas.