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Las presuntas coimas en Discapacidad: de las “manos en el fuego” al “y vos más”, el oficialismo elude los detalles del caso

La primera orden fue callar. Durante una semana, mientras el escándalo en Discapacidad por las presuntas coimas crecía entre ...

Las presuntas coimas en Discapacidad: de las “manos en el fuego” al “y vos más”, el oficialismo elude los detalles del caso

La primera orden fue callar. Durante una semana, mientras el escándalo en Discapacidad por las presuntas coimas crecía entre ...

La primera orden fue callar. Durante una semana, mientras el escándalo en Discapacidad por las presuntas coimas crecía entre audios y especulaciones, el oficialismo eligió guardar silencio, encapsular el tema y evitar una explicación de fondo. Ese dique se fisuró el miércoles de la semana pasada, durante la sesión informativa del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en Diputados.

Con la polémica y la incomodidad marcando el pulso del recinto, la tropa libertaria habló. Pero lo hizo aferrándose al libreto que se dictó desde la cima: negación general, encuadre del episodio como “opereta de campaña” y contraposición con el pasado kirchnerista. La consigna electoral -“kirchnerismo nunca más”- fue el latiguillo de la defensa.

Fuera de micrófono, se impuso la prudencia. Aliados habituales optaron por un perfil más bajo que en otras controversias. Dirigentes de Pro y sectores del radicalismo, que suelen levantar la voz, eligieron el silencio o un tono aséptico. En reserva admiten que el rumbo del expediente es incierto y que cualquier declaración puede tener costo político. La cautela funciona como estrategia y señal: el tema incomoda al oficialismo, pero sobre todo a su periferia.

El movimiento del oficialismo fue reactivo. Recién después de que Javier Milei, en una recorrida por Lomas de Zamora, negara las acusaciones y anunciara que llevará el caso a la Justicia, los legisladores rompieron el mutismo. El objetivo fue reforzar el mensaje presidencial, blindar al entorno más cercano y eludir referencias que abrieran nuevos flancos. En ese marco, el extitular de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo, no fue mencionado. Tampoco se detalló su rol ni la secuencia de hechos que hoy se investigan.

La reaparición de las voces libertarias se produjo siete días después de la difusión de los audios atribuidos a Spagnuolo, en los que se describe un presunto esquema de sobornos que tendría como beneficiaria a la secretaria General y hermana del Presidente, Karina Milei. La polémica alcanza, además, a Martín Menem, presidente de Diputados y jefe de la tropa oficialista. Eduardo “Lule” Menem, familiar de Martín y mano derecha de Karina, es señalado como articulador de la red de cobros ilegales bajo pesquisa.

Desde el mediodía, el recinto de Diputados fue un hervidero. Hubo chicanas entre bloques y, sobre todo, chispazos dentro de las propias tribus libertarias. La sesión expuso una interna abierta que hoy se proyecta sobre el escándalo, entre acusaciones y sospechas cruzadas por la filtración de los audios que desataron la crisis en el Gobierno. Marcela Pagano y Lilia Lemoine fueron las protagonistas de este capítulo.

En ese clima, Cristian Ritondo, jefe del bloque Pro y aliado a la Casa Rosada, ofició de puente. Agradeció la presencia de Francos y cito al Presidente: “Todo lo que dice Spagnuolo es mentira; lo vamos a llevar a la Justicia y lo vamos a demostrar”. Subrayó el costado institucional: “El Gobierno intervino, apartó al funcionario y deja que la Justicia investigue”. Su intervención apuntó a fijar dos ideas: que hubo reacción del Poder Ejecutivo y que, a partir de ahora, el expediente sigue en sede judicial, un ámbito menos ruidoso que el recinto.

Gabriel Bornoroni, jefe del bloque libertario, apeló a una defensa cerrada del núcleo político. “Pongo las manos en el fuego por el presidente Milei, por Karina Milei y por Martín y ‘Lule’ Menem”, afirmó, y giró de inmediato al “y vos más”: interpeló a la oposición por sus referentes, habló de “operetas” y vinculó la difusión de los audios con el calendario electoral. También mencionó el episodio de Lomas de Zamora como ejemplo de “agresiones” al Presidente. Con esa línea, volvió a centrar la discusión en la polarización y evitó el terreno de las precisiones.

Álvaro Martínez, diputado de La Libertad Avanza, eligió inventariar las causas del kirchnerismo -“cuadernos de las coimas, ruta del dinero K, Hotesur–Los Sauces, memorándum con Irán, bolsos de López, Ciccone”-, pero nunca atinó a desmentir ninguna de las acusaciones que pesan sobre los propios. Concluyó con un mensaje hacia adelante: “El caradurismo no va más. Tampoco la violencia”.

Otros aprovecharon el episodio para marcar distancia con la Casa Rosada. Rodrigo de Loredo (UCR), que declinó integrar el tercer lugar en las listas libertarias de su provincia, advirtió al bloque oficialista: “El que a hierro mata, a hierro muere”. Reclamó “fortaleza, decisión y transparencia” para una salida “ejemplificadora” de una escena “atravesada por causas de corrupción” que definió como “un cóctel latinoamericano de desestabilización”.

La exposición de Francos en medio de la tormenta dejó una lectura homogénea: el jefe de Gabinete eligió un registro sobrio, con énfasis en que el Poder Ejecutivo “actuó” y en que “la Justicia debe avanzar”. En el oficialismo destacaron ese tono mesurado. “Llamó la atención”, sintetizó un allegado a la bancada libertaria que se imaginó una disertación más incómoda.

El calendario ofició, otra vez, de encuadre. Bornoroni cerró su intervención con fechas -7 de septiembre y 26 de octubre- y reforzó la lectura en clave plebiscitaria de la campaña: “Kirchnerismo o libertad”.

En privado, dirigentes oficialistas admiten que el episodio de las piedras en Lomas de Zamora -condenado públicamente- ayudó, al menos por unas horas, a desplazar el foco del caso Andis de la agenda pública.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/politica/las-presuntas-coimas-en-discapacidad-de-las-manos-en-el-fuego-al-y-vos-mas-el-oficialismo-elude-los-nid02092025/

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