Generales Escuchar artículo

Lautaro Rivero, el defensor que encandiló a Gallardo y volvió antes a River por la cláusula de “repesca”

El color rojo era su principal aliado. Cada vez que aparecía esa señal universal, él caminaba entre los vehículos con una caja en la mano para venderles alfajores a quienes estaban al volante m...

Lautaro Rivero, el defensor que encandiló a Gallardo y volvió antes a River por la cláusula de “repesca”

El color rojo era su principal aliado. Cada vez que aparecía esa señal universal, él caminaba entre los vehículos con una caja en la mano para venderles alfajores a quienes estaban al volante m...

El color rojo era su principal aliado. Cada vez que aparecía esa señal universal, él caminaba entre los vehículos con una caja en la mano para venderles alfajores a quienes estaban al volante mientras esperaban que la luz verde del semáforo nuevamente le diera paso al tránsito en Moreno, provincia de Buenos Aires. Las vueltas de la vida hicieron que, unos años más tarde, el trabajo de Lautaro Rivero fuera similar, como si se tratara de una suerte de semáforo, al ponerle un freno a los delanteros rivales para lograr que Central Córdoba pudiera soñar en la Conmebol Libertadores. Tuvo éxito con esa misión nada menos que en el legendario estadio Maracaná, donde el equipo de Santiago del Estero dio una de las grandes sorpresas de esta edición del certamen al ganarle 2-1 a Flamengo, el 9 de abril pasado.

Ahora, dos meses después de aquella hazaña en Rio de Janeiro, una ciudad que le resultaba inalcanzable a la economía de su humilde familia, compuesta por cinco hermanos más, Rivero tiene un sueño americano con la camiseta de River. Es que Marcelo Gallardo lo llevará a Estados Unidos para disputar el Mundial de Clubes, tras decidir que el club ejecutara la cláusula de repesca acordada para cada mercado de pases luego de que el marcador central zurdo fuera cedido a mediados de 2024 a Central Córdoba, sin cargo ni opción de compra, hasta el 31 de diciembre de 2025.

A menos de 72 horas para emprender el vuelo chárter con destino a Seattle, donde River tendrá su búnker y afrontará los compromisos ante Urawa Red Diamonds e Inter de Milan, Rivero obtuvo la visa para ingresar a tierras norteamericanas, un requisito ineludible. Y, tal como sucedió con Enzo Fernández y Lucas Beltrán, reincorporados un semestre antes de que se vencieran sus cesiones en Defensa y Justicia y Colón, respectivamente, el zaguero nacido el 1° de noviembre de 2003 en Moreno pretende triunfar con la banda roja.

Aunque no actúa en una posición de injerencia directa en la gestación ofensiva como sucede con Enzo Fernández —comparten al mismo representante, Matías Toranzo— ni Beltrán, dos casos ejemplares de perseverancia luego de irse a préstamo cuando ostentaban un escaso rodaje en primera división, Rivero es capaz de llegar al gol. Mide 1,85 metros, estatura que sabe aprovechar para hacerse fuerte por la vía aérea, su mayor virtud.

Anotó tres goles de cabeza en apenas 18 presentaciones con la reserva de River, dos de ellos frente a Barracas Central. Y más allá de mostrar una tarea destacada en la marca, sobre todo a la hora de los denominados duelos individuales, el defensor también hizo dos tantos con la casaca del Ferroviario, donde totalizó 31 compromisos oficiales, siendo titular en 27 de ellos, incluyendo los seis encuentros completos en el grupo C de la Libertadores.

El desempeño destacado de Rivero bajo las órdenes de Omar De Felippe no pasó inadvertido para Gallardo. De ninguna manera se trata de un asunto menor porque la salida del marcador central se produjo cuando actuaba para la reserva y el entrenador del primer equipo era Martín Demichelis. Es decir que su partida ocurrió sin que el Muñeco pudiera evaluarlo detenidamente.

View this post on Instagram

A post shared by Lautaro Rivero (@lautarorivero_03)

Pero el panorama cambió desde la mañana del miércoles 4 de junio porque el jugador de 21 años se reincorporó, tal como sucedió hace ocho años con otro zaguero proveniente de Defensa: Alexander Barboza, recordado porque llegó a entrar como delantero en la famosa semifinal que Lanús revirtió en la Libertadores de 2017.

Con el deseo de ganarse la titularidad, sabiendo que es el único central zurdo del que dispone el plantel, Rivero volvió a Buenos Aires tras despedirse de Santiago del Estero unos días después de la eliminación de la Libertadores al caer por 3-0 en la altura de Quito contra Liga Deportiva Universitaria. Su sueño con River comenzó mucho antes, más precisamente en marzo de 2018, el año en el que se sumó a las divisiones inferiores después de un paso por Ferro y Vélez Sarsfield.

Previamente se formó en dos entidades de su zona, una experiencia que Rivero, mientras integraba la cuarta división, narró en una entrevista con la web oficial de River para reconstruir su historia: “Empecé en el Club Los Halcones de Moreno, cerca de mi casa. También jugué en Villa Luro Norte. Fue mi aprendizaje en el fútbol 5. En mi barrio, después fui al Club La Victoria, y ahí se me abrió la puerta para ir a River. Fuimos con un compañero y estuvimos una semana. Me probé de volante por izquierda. Después me fueron acomodando y terminé como segundo marcador central”.

En silencio, con el perfil bajo que lo caracteriza, Rivero tuvo que dar batalla en varias oportunidades durante su vida. No sólo por la venta ambulante, aceptando las dificultades que implica el hecho de trabajar al aire libre sin importar las condiciones del tiempo, sino también porque fue padre cuando ni siquiera había tenido su debut en la máxima categoría, un auténtico desafío al no gozar de certezas sobre su situación como profesional.

Incluso le tocó atravesar un largo paréntesis en la reserva de River porque pasaron casi dos años entre su estreno por los puntos, el 26 de octubre de 2021 ante Argentinos Juniors, y la siguiente presentación, el 13 de octubre de 2023. A partir de ahí, Rivero inició su consolidación, incluyendo un contrato profesional que fue revisado antes de marcharse a Santiago del Estero para extenderlo hasta el 31 de diciembre de 2026, con una cláusula de rescisión valuada en 30 millones de euros.

“Tengo una meta muy grande. Mi sueño es ir a la selección, pero estar en River es lo más grande para mí”, manifestó Rivero en abril pasado, cuando no había indicios sobre su situación al término de la competencia. En Central Córdoba tampoco le resultó sencilla la adaptación porque a veces quedaba al margen de suplentes en el segundo semestre de 2024, un año inolvidable para el equipo al haber obtenido el título de la Copa Argentina con él como integrante del plantel, acompañado por el lateral izquierdo Gonzalo Trindade, cedido a préstamo por el Millonario bajo las mismas condiciones.

Con el caso de Enzo Fernández como máximo exponente, debido a que fue campeón del mundo unos meses después de regresar a River tras disputar apenas un partido en su primer ciclo, Rivero quiere construir una historia exitosa. Todavía no le tocó jugar oficialmente. Ni siquiera registra amistosos, pero el reto de competir por un lugar en la zaga nada menos que en el Mundial de Clubes y con un adversario como Inter de Milan, cuyos atacantes son Lautaro Martínez y el francés Marcus Thuram, es un a motivación enorme para un jugador que desde la humildad quiere cambiar el destino suyo y de su familia luego de hacer un gran sacrificio para vender alfajores luego de entrenarse cada mañana cuando estaba en el semillero del club.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/lautaro-rivero-el-defensor-que-encandilo-a-gallardo-y-volvio-antes-a-river-por-la-clausula-de-nid10062025/

Volver arriba