Leandro Paredes selló su salida de la Roma y será nuevo refuerzo de Boca
El pase más resonante del fútbol argentino ya es una realidad. Después de semanas de demoras, versiones cruzadas y ansiedad en aumento, Leandro Paredes jugará en Boca. Su salida de Roma quedó ...
El pase más resonante del fútbol argentino ya es una realidad. Después de semanas de demoras, versiones cruzadas y ansiedad en aumento, Leandro Paredes jugará en Boca. Su salida de Roma quedó sellada este martes, y el mediocampista campeón del mundo viajará en estas horas rumbo a la Argentina para realizarse la revisión médica, firmar su contrato y sumarse a los entrenamientos. En principio, se respetaron las condiciones de la cláusula que permitía su salida de Roma por 3,5 millones de euros, aunque el anuncio tardó bastante más de lo que Boca imaginaba cuando todo se cerró, de palabra, a comienzos del mes pasado.
Paredes vuelve así al club donde hizo todas las divisiones inferiores y dio sus primeros pasos como profesional. Debutó en noviembre de 2010, durante la breve era de Claudio Borghi, y rápidamente muchos lo señalaron como el heredero natural de Juan Román Riquelme. Con apenas 31 partidos jugados y cinco goles convertidos -todos en la Bombonera, dos a San Lorenzo, dos a Racing y uno a Tigre- fue vendido a la Roma en 2014. Desde entonces, su regreso fue un deseo recurrente tanto del club como de los hinchas, pero siempre quedaba en promesas. Esta vez, después de tantos amagues, finalmente se hizo realidad.
Después de tantos años de espera, el momento del reencuentro empezó a tomar forma hace casi 40 días, cuando Paredes le dio el sí a Riquelme durante su breve estadía en el país, mientras disputaba la doble fecha de eliminatorias con la selección. Pero puso una condición: ya tenía planificadas sus vacaciones familiares y advirtió que no se sumaría al plantel hasta julio. Boca lo entendió y aceptó. En ese momento, la idea era presentarlo a comienzos del mes y empezar a trabajar con él una vez finalizada la participación en el Mundial de Clubes. Pero Boca quedó eliminado rápido, y de repente los plazos empezaron a parecer más largos de lo normal. Así, con el paso de las semanas, el panorama fue cambiando y la incertidumbre se fue sumando al final de esta novela.
La preocupación comenzó a circular a partir de una información publicada en Italia: según medios locales, la cláusula que le permitía a Paredes salir por 3,5 millones de euros había vencido el 30 de junio. Si eso se confirmaba, Boca y Roma deberían negociar directamente entre sí. Desde la dirigencia xeneize mantenían la calma y, aunque no confirmaban ni negaban que ese atajo ya no pudiera utilizarse, aseguraban que el acuerdo se cerraría igual y sería el más beneficioso para el club. Finalmente, todo se dio de esa manera. Boca vuelve a romper el mercado con un futbolista de selección, como en su momento lo hicieron Marcos Rojo, Sergio Romero o Edinson Cavani, aunque en etapas distintas de sus carreras. Esta incorporación se parece más a la llegada de Carlos Tevez en 2015, cuando también volvió a Boca con 31 años y en plena vigencia profesional.
Mientras el club avanzaba con las formalidades de su contrato, el jugador regresó a Roma tras unas vacaciones divididas en dos partes: primero en Miami y luego en Maldivas. En la capital italiana debía resolver el último trámite: firmar su salida, ya sea por cláusula o transferencia, y organizar la logística de su mudanza a la Argentina. Como no tiene representante, un abogado de su confianza estuvo durante varios días en Italia gestionando la situación, y finalmente llegó a un acuerdo con la dirigencia romana que permitió avanzar con el pase.
La llegada de Paredes se hizo esperar. El club esperaba poder contar con él incluso para el Mundial de Clubes. Sin embargo, el futbolista decidió respetar sus vacaciones y se quedó en Miami, la misma ciudad donde jugaba Boca, pero no se acercó al hotel, ni a los entrenamientos, ni compartió momentos con sus futuros compañeros. Una imagen que recorrió las redes sociales lo mostró en un palco del Hard Rock Stadium junto a Paulo Dybala, Paul Pogba y el exBoca Luciano Acosta durante el empate 2 a 2 contra Benfica.
Roma, por su parte, ya venía dando señales de que Paredes no seguiría en el plantel. El volante tenía contrato con el club hasta junio del año próximo, pero no fue incluido en la presentación oficial de la camiseta para la temporada 2025-2026, cuyas fotos se publicaron este lunes. Durante sus vacaciones, Dybala, su compañero y amigo, siguió las rutinas de entrenamiento encomendadas por el preparador físico del plantel, mientras que Paredes no lo hizo, otro indicio más de que su pase a Boca estaba prácticamente decretado.
Aunque el libro de pases en la Argentina cierra este jueves a las 23:59, es muy probable que se extienda por una semana más, lo que facilitaría la inscripción de Paredes como refuerzo sin mayores inconvenientes. Además, al vender a Jorman Campuzano a Atlético Nacional, Boca tendrá una prórroga extra para incorporar jugadores hasta el 31 de agosto.
Paredes firmará con Boca hasta diciembre de 2028 (con opción a renovar por un año más) y se convertirá en el futbolista mejor pago del plantel y de todo el fútbol argentino. En esta oportunidad, la oferta que Boca le hizo fue claramente superior a la que le había presentado en el mercado anterior y mejor incluso que la de otros equipos europeos. Le tienen reservada la camiseta número 5, que hoy no tiene dueño entre la 4 de Nicolás Figal y la 6 de Marcos Rojo, y no se descarta que reciba la capitanía si el cuerpo técnico así lo decide.
El fútbol argentino suma ahora a un nuevo campeón del mundo en Qatar 2022. En River, hoy juegan Franco Armani, Germán Pezzella, Marcos Acuña y Gonzalo Montiel; Ángel Di María acaba de sumarse a Rosario Central; y Newell’s sueña con repatriar a Lionel Messi. Y Boca recibe a un hijo de la casa que vuelve con la mística ganadora y el sueño de acariciar la gloria, como hizo en los últimos tiempos con la camiseta celeste y blanca.