Los 50 de Milla Jovovich: de una infancia difícil a convertirse en la modelo mejor paga y una indiscutida heroína del cine de acción
Dueña de una mirada transparente y una belleza hipnótica, Milla Jovovich irrumpió primero en el mundo del modelaje gracias al ojo avizorado de un célebre fotógrafo y luego llegó a la gran pan...
Dueña de una mirada transparente y una belleza hipnótica, Milla Jovovich irrumpió primero en el mundo del modelaje gracias al ojo avizorado de un célebre fotógrafo y luego llegó a la gran pantalla, donde a fuerza de voluntad y convicción se convirtió en una heroína del género de acción. De origen ucraniano, pasado rebelde y amores tan fuertes como fugaces, supo mantenerse siempre vigente. También se afianzó en el amor: junto al cineasta inglés Paul W. S. Anderson formó una familia y se ganó el título de una de las parejas más sólidas de Hollywood. Hoy, a los 50, disfruta del lugar que se ganó y ve, con orgullo, como su primogénita se convierte en su mejor legado.
Una “espía rusa” en medio de la Guerra FríaMilica Bogdanovna Jovovich nació el 17 de diciembre de 1975 en Kiev, en aquel momento la capital de la República Socialista Soviética de Ucrania. Hija única de un pediatra y una actriz de teatro rusa, vivió en su país natal hasta los cinco años, cuando sus padres decidieron emigrar por motivos políticos primero a Londres, luego a Sacramento y por último a Los Ángeles, donde en sus años de colegio sufrió el bullying de sus compañeros.
“Recuerdo que tenía unos cinco años y llevaba mis libros para colorear para enseñárselos a estas chicas americanas, que probablemente tendrían unos 11”, le contó a The Independient en 2004. “Pensaba que eran tan adultas. Pero se negaron a jugar conmigo. Pensaron que era rara y que sería más divertido torturarme, así que empezaron a perseguirme”. Entre las cosas que le decían, las más comunes eran “comunista” y “espía rusa”. Eran tiempos de Guerra Fría.
Una foto que cambió todoFue una foto del prestigioso fotógrafo Richard Avedon el primer punto de inflexión en la vida de Jovovich: ella tenía 11 años y él trabajaba para Revlon. Aun niña, se convirtió en la imagen de una de las marcas de cosméticos más famosas del mundo. Luego llegaron las pasarelas, las grandes firmas como L’Oréal, Christian Dior, John Galliano, Donna Karan y Versace. También fue tapa de Vogue, Glamour y Cosmopolitan. Incluso, en 2004 logró quedarse con el título de la modelo mejor paga del mundo por sobre las grandes figuras del momento; para ese entonces ya sabía lo que quería.
Antes de consagrarse como actriz, cuando era una adolescente de 15 años y ya había abandonado la escuela, Jovovich vivió un tiempo de rebeldía: comenzó a consumir drogas, protagonizó algunos robos y realizó fraudes con tarjetas de crédito. “Iba a fiestas y consumía drogas, salía con chicos. Era joven y vivía en Hollywood, y eso hacías para ser ‘guay’. Yo quería ser aceptada. Hasta que me di cuenta de que todo era falso”, confesó.
De niña estudiosa a heroína de ciencia ficciónLa gran artífice de la carrera de Jovovich fue su madre. Galina Loginova era una actriz rusa que al mudarse a Estados Unidos centró sus esfuerzos en su hija: la mandó a cuántas clases extracurriculares pudo, desde piano y baile hasta actuación.
A los 12 años, la pequeña Milla debutó en el cine en The Night Train to Kathmandu del Disney Channel. También en 1991 se convirtió en la protagonista de El regreso de la laguna azul, secuela del film que lanzó a la fama a Brooke Shields. Luego trabajó con Robert Downey Jr. en Chaplin También tenía 15 cuando gracias a un acuerdo con EMI lanzó The Divine Comedy, su primer álbum.
La vida de Jovovich volvió a dar un giro cuando Richard Linklater la convocó para el papel de Michelle en Rebeldes y confundidos (1993). Durante el rodaje se enamoró de Shawn Andrews, uno de sus compañeros de elenco, y en un rapto de emoción se fugó con él a Las Vegas, donde se casó. A los dos meses, fue su madre quien se encargó de anular el matrimonio. Milla tenía 16 años.
El segundo matrimonio de Jovovich fue mucho más fructífero: a los 21 volvió a decir “sí, quiero” pero de la mano del director Luc Besson, quien la había elegido para formar parte de El quinto elemento, el film de ciencia ficción protagonizado Bruce Willis que no solo se convirtió en un éxito del género sino que, además, terminó de convertirla en una estrella de Hollywood. Asediados por las críticas que señalaban la gran diferencia de edad -él le llevaba 17 años- y sin poder superar los problemas de pareja, Jovovich y Besson se divorciaron un año después.
Desde ese momento, Jovovich supo construir una carrera marcada por su destreza física, su resistencia y su impronta de líder. Ese perfil se consolidó con su composición de Alice en la saga de Resident Evil. Luego protagonizó películas como Ultraviolet (2006), Los tres mosqueteros (2011), Survivor (2015) y Monster Hunter (2020), films que reforzaron su identidad como figura central del cine de acción. En 1999, Jovovich se reencontró con Besson en Juana de Arco, su proyecto soñado, al que defendió a capa y espada pese a las críticas.
Su hija, su mejor legadoTanto confía Jovovich en el amor que no dudó en pasar por el altar una vez más, y la tercera parece ser la definitiva. En agosto del 2009, la actriz se casó con el cineasta inglés Paul W. S. Anderson, a quien conoció en el rodaje de Resident Evil. Para ese entonces, la pareja ya le había dado la bienvenida a Ever, la primogénita, en noviembre de 2007. La familia se completó con Dashiel Edan, quien nació en 2015, y con la pequeña Osian Lark Elliot, la menor, quien llegó en 2020.
Políglota -habla ucraniano, ruso, inglés y francés-, cantante, directora de cine, diseñadora de moda y empresaria, Milla sumó a su legado en la industria una de sus mejores creaciones: su hija Ever. Actriz y modelo, la heredera de una de las parejas más firmes de la industria debutó en el cine en la piel de la versión infantil del personaje de su madre en Resident Evil. Luego se lució en Black Widow (2021) y se terminó de ganar la atención del público en el film de Disney Peter Pan & Wendy (2023).