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Los Pumas vs. All Blacks: dos nuevas oportunidades de quebrar el hechizo infranqueable

Un knock-on en las puertas del in-goal. Una pelota que no salió y un contraataque mortífero. Una secuencia de 10 fases para avanzar cinco metros, infructuosa. Un maul que cruzó la meta, pero en ...

Los Pumas vs. All Blacks: dos nuevas oportunidades de quebrar el hechizo infranqueable

Un knock-on en las puertas del in-goal. Una pelota que no salió y un contraataque mortífero. Una secuencia de 10 fases para avanzar cinco metros, infructuosa. Un maul que cruzó la meta, pero en ...

Un knock-on en las puertas del in-goal. Una pelota que no salió y un contraataque mortífero. Una secuencia de 10 fases para avanzar cinco metros, infructuosa. Un maul que cruzó la meta, pero en el que la pelota no logró aterrizar. Cuatro escenas en que los Pumas estuvieron a escasos centímetros de vencer a los All Blacks, cuatro jugadas que terminaron en pesadillas. La victoria de 2020 apagó estas imágenes que asediaban como un hechizo. Desde entonces, los argentinos consiguieron dos triunfos más. No obstante, el estigma no se cicatrizó por completo. Todos estos éxitos se dieron en el exterior: uno en Australia, dos en Nueva Zelanda. Vencer a los mejores de la historia en casa sigue siendo una cuenta pendiente para la selección nacional de rugby.

Ahora, la oportunidad de romper el maleficio se presenta por partida doble. Este sábado, en el estreno del Rugby Championship 2025, los Pumas reciben a los All Blacks en el estadio Mario Alberto Kempes, a las 18.10, en el partido de rugby más importante en la historia para la provincia de Córdoba. Siete días más tarde habrá revancha, por la segunda fecha, en Vélez, escenario de dos de aquellas cuatro batallas.

La vez que los Pumas estuvieron más cerca de vencer a Nueva Zelanda en la Argentina fue la de 1985, cuando igualaron en 21 en Ferro. A ese empate en el sexto enfrentamiento oficial en el historial lo sucedieron 27 triunfos consecutivos de los hombres de negro, once de ellos, en el país sudamericano. Algunos fueron lapidarios, como el 54-15 de 2012, la primera vez que vinieron en el marco del Rugby Championship, pero hubo tres que no sólo fueron muy ajustadas, sino en las que además los argentinos tuvieron nítidas chances de ganar.

De igual a igual

La última vez que los All Blacks jugaron dos partidos seguidos en la Argentina fue en 1985, en la cancha de Ferro. En el primero, los Pumas jugaron muy bien y marcaron dos muy lindos tries con los backs (Diego Cuesta Silva y Juan Lanza), pero los neozelandeses reaccionaron al final hasta imponerse por 35-20. Una semana más tarde, el desenlace fue otro.

“El partido en que la rompimos fue el primero de la serie. Los teníamos palo y palo, hubo una interrupción en la mitad de la cancha y ahí los neozelandeses se juntaron y se nos fueron en el marcador”, recuerda Fernando ‘Pope’ Morel, pilar de aquellos gloriosos Pumas de los años ochentas, en diálogo para LA NACION. “Fue el año en que le ganamos a Francia. Aparte el CASI salió campeón y jugamos con los All Blacks. Fue un año muy especial, muy fuerte. Ese equipo tenía un convencimiento de que podía ganar todos los partidos”.

La revancha no fue tan lucida, pero bastó el brillo de Hugo Porta para darles una chance a los argentinos: cuatro penales y tres drops, algunos de ellos, kilométricos, para que los Pumas llegaran 21-21 al epílogo con un scrum en favor a cinco yardas del in-goal ajeno. “En el segundo partido el mérito fue mantenernos en partido siempre. Los sometimos con los forwards y Hugo estuvo totalmente inspirado”, continúa Morel. “El final fue consecuencia de una toma de decisiones que puede pasarle a cualquiera. El manual no escrito del scrum-5 dice que el 8 no tiene que levantarse. Pero eso fue mala suerte del Flaco, alude a Ernesto Ure. “El scrum empujó, entramos al in-goal, yo vi la línea blanca y nos frenamos. Cuando íbamos a hacer el segundo empuje, el Flaco se levantó y se le cayó la pelota. Por eso no ganamos”.

El desenlace en aquel empate en Ferro

Dos años más tarde, los All Blacks conquistarían el primer mundial, un equipo que se erigió en uno de los mejores de la historia con figuras como John Kirwan, Grant Fox, David Kirk, Murray Mexted, Steve McDowall y Allan Whetton, que estuvieron en Ferro. Los Pumas de esos tiempos estuvieron a la altura de los mejores, con victorias sobre Francia y Australia y empates con Inglaterra y Nueva Zelanda, y propiciaron un auge del rugby en el país. “Lo que recuerdo es que ese equipo estaba mentalizado para jugar contra cualquiera del mundo y estábamos palo y palo”, concluye Morel. “Eso era lo que nos transmitían Pochola , Papuchi , el Pato García Yáñez, toda la conducción. Nos conocíamos mucho, teníamos un vínculo muy fuerte”.

Lamento monumental

Era sacarla afuera y festejar con 55.000 personas que establecieron un récord de público para un partido de rugby en la Argentina, la única vez que los Pumas jugaron en el estadio Monumental. Diciembre de 2001. Atrás habían quedado las dolorosas caídas de 1997 (93-8 y 62-10), que marcaron un punto de inflexión para la selección argentina. Tras el pase a cuartos de final en el Mundial Gales 1999, el equipo volvía a gozar de un pico de popularidad. Después de 10 años, los All Blacks volvían a jugar en el país.

“Siempre que iba a ver a River pensaba «ojalá algún día juguemos en el Monumental»”, cuenta Rolando ‘Yankee’ Martin, legendario tercera línea de los Pumas y reconocido hincha del club millonario. “Desde que entramos al estadio fue todo especial. Había gente por todos lados. Cuando bajamos del micro la gente nos alentaba, nos transmitía mucha energía. Estábamos muy enchufados. Se sentía que ese podía ser nuestro gran día. Tremenda fe nos teníamos. Habíamos tenido una excelente semana”.

Los argentinos ganaban por 20-17 con el tiempo cumplido, pero un despeje de Felipe Contepomi, el actual entrenador de los Pumas, se quedó en la cancha. En el contraataque, Scott Robertson, el hoy director técnico de los All Blacks, anotó el try que estableció el 24-20 y privó del triunfo a los locales.

El error de Felipe Contepomi y la derrota en el cierre

“Para muchos el haka es algo que intimida. A nosotros nos daba más energía”, sigue Martin. “Queríamos empezar ese partido, jugarlo. Era el rugby en su más pura expresión. Y lo jugamos superenchufados. Desde el minuto cero hicimos un terrible partido, y por esas cosas del rugby nos quedamos en la puerta de llevárnoslo. Pasó mucho tiempo ya, pero aún queda esa sensación de que ése era el día”.

Un aprendizaje camino al Bronce

Una de las escalas rumbo a la medalla de bronce de Francia 2007 fue la derrota que un año antes sufrieron los Pumas a manos de los All Blacks por 25-19 en la cancha de Vélez. Un try de Martín Durand y el pie de Federico Todeschini tenían a la Argentina a tiro frente a un equipo que tenía a Dan Carter, Leon MacDonald, Jerry Collins y Ali Williams entre sus figuras.

“Sabíamos que estábamos como para hacer un buen partido. Teníamos muchas expectativas de ganar”, rememora el Ninja Todeschini, autor de 14 puntos esa noche. “Fue un partido muy parejo, trabado, de mucha fricción. Lloviznaba y la pelota estaba difícil de maniobrar. Los teníamos controlados en formaciones fijas y en los duelos uno contra uno. Ellos nos hicieron dos tries con jugadas afortunadas. Fue de esos días en que estábamos bien, pero tuvieron esa cuota de suerte. La gran virtud de los All Blacks es su fortaleza mental, lo que los diferencia del resto. Tienen la capacidad de jugar al 80% de su potencial el 90% del tiempo”.

El marcador se mantuvo inalterado desde el minuto 18 del segundo tiempo. Los Pumas perdían por seis, jugaban con un hombre más por una amonestación a MacDonald y con el tiempo cumplido tuvieron un line-out en la yarda 5 del campo ajeno. Durante dos minutos insistieron utilizando todos los recursos hasta que, después de 10 fases, perdieron la pelota a pocos centímetros del in-goal. “El maul era una fortaleza nuestra, pero nos desgranaron rápido. Insistimos con el pick-and-go, pero estaban bien parados. Tenían un resto de energía superior al nuestro. Tiramos la pelota a la punta con una espalda que solíamos hacer y parecía que sobrábamos, pero a Felipe lo obligaron a pisar hacia adentro con una marca adelantada. Con cancha seca, quizás el pase habría salido más rápido. Después perdimos la posesión. Darnos cuenta de que perdimos por 6 puntos habiéndoles jugado de igual a igual fue una tristeza grande al principio, pero también una satisfacción muy grande a un año del Mundial”, abunda Todeschini.

Con el envión de Jaguares

Dos semanas después de que Crusaders y Jaguares protagonizaran la final del Súper Rugby en Christchurch en 2019, argentinos y neozelandeses volvieron a verse las caras con una ovalada por medio, esta vez, con los representativos nacionales y en la cancha de Vélez. El equipo de los Pumas era prácticamente idéntico al de la franquicia. En los All Blacks, en cambio, descansaron los campeones de la franquicia.

“Vélez estaba explotado”, recuerda el medio-scrum Tomás Cubelli. “Fue muy cerca de la final de Jaguares y era el último partido del año en la Argentina . Siempre creímos que ese día podía darse la primera victoria ante los All Blacks. La semana fue preparada para eso”.

Tries de Laumape y Retallick habían adelantado a los de negro, pero los Pumas aguantaban con el pie de Nicolás Sánchez. Al inicio del segundo tiempo, una conquista de Emiliano Boffelli los acercó a tiro de try (20-16). Tuvieron un par de chances; la última, un line a escasos metros del in-goal, con el tiempo cumplido.

“Recuerdo que nos costó un poco entrar al partido en el primer tiempo. Tuvimos un buen arranque del segundo y sobre el final tuvimos una pelota para ganar”, relata ‘Cubo’. “Recuerdo ese maul que estaba avanzando camino al try. Nos derrumbaron y le cobraron penal a Retallick, pero no le sacaron amarilla. Me pareció que era como para sancionarlo un poco más. En el último maul, cuando empezaba a avanzar, justamente Retallick nos lo frenó. Me quedé con un sabor amargo porque habíamos hecho buenas cosas para ganar. No tuvo que ser. Cosas del deporte”.

Fue la última vez que los All Blacks pisaron Vélez. Ahora se presentan dos ocasiones, en Córdoba y en Liniers, como para que los Pumas puedan vengar esas derrotas.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/rugby/los-pumas-vs-all-blacks-dos-nuevas-oportunidades-de-quebrar-el-hechizo-infranqueable-nid13082025/

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