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“¿Me puedo quedar en tu casa?”. Cómo funciona el sistema de intercambio para viajar por el mundo sin pagar alojamiento

La mayoría de los argentinos empezamos a hablar de...

“¿Me puedo quedar en tu casa?”. Cómo funciona el sistema de intercambio para viajar por el mundo sin pagar alojamiento

La mayoría de los argentinos empezamos a hablar de...

La mayoría de los argentinos empezamos a hablar de swap cuando el gobierno de Estados Unidos, a través del Tesoro nacional, hizo un acuerdo con el gobierno argentino y el Banco Central para realizar un intercambio de monedas: dólares que ingresaron al país por pesos que viajaron al país del norte.

Pero en materia de propiedades y turismo, hay un swap (intercambio) menos conocido y más ventajoso: son cada vez más los viajeros argentinos que se suman al intercambio de casas para vacacionar sin pagar alojamiento.

La película The Holiday mostró el inicio de una tendencia: prestar casas durante las vacaciones, de manera gratuita, es posible. En este caso, no hace falta estar en Inglaterra ni en Los Ángeles como en el filme de Cameron Diaz y Jude Law, las plataformas de intercambio ofrecen múltiples destinos nacionales e internacionales para disfrutar de un descanso más accesible.

La metodología es simple: los usuarios publican su casa con fotos y ubicación y elijen otra propiedad dentro de la aplicación. De esta manera, se realiza un préstamo mutuo, que puede ser simultáneo en casas y tiempos o diferido en el tiempo. También está la opción de prestar la casa y recibir puntos que pueden canjearse para ir a otros alojamientos en otro momento.

“Me acuerdo cuando nos tocó un ático precioso en Río de Janeiro, con vista al Corcovado y al Pan de Azúcar”, cuenta Rubén, un español que junto con su mujer y sus dos hijos recorren el mundo y comparten sus travesías en @algoqrecordar y en sus documentales “Hola, Mundo” y “Caminos”. Pero, su manera de viajar no es la tradicional. Hace nueve años probaron la plataforma Guest to Guest (actualmente Home Exchange) y no la cambian por nada. Es una red donde prima la confianza entre las personas y la comunidad: “Ofrecés tu casa como alojamiento y dejás tus cosas para que las use el inquilino. Donde fui había computadora, cámara de fotos y otros elementos para que podamos usar. Los dueños se fueron y dejaron todo allí, hay un acuerdo tácito de confianza mutua”.

La familia española tiene un vínculo especial con la Argentina. A través de estos intercambios se hospedaron un mes en un departamento porteño, y celebraron el primer cumpleaños de su hijo en este país. Otros destinos donde se alojaron fueron: Ciudad del Cabo -en un chalet de tres plantas frente a la costa-, en una casa en el centro de Roma y en Mariposa, dentro del parque nacional Yosemite, en EE.UU. Para realizar estos viajes la familia prestó su casa de Canarias, de esta manera recolectaron puntos que luego canjearon por estos alojamientos.

Uno de los principales frenos para quienes dudan, es permitir que desconocidos entren a su hogar. “Si no cambiás ese chip es difícil”, admite Rubén. “Nunca sabés quién quiere venir a tu casa y por qué”, agrega. Los usuarios no solo buscan vacaciones: también lo consideran una herramienta útil para viajes laborales o médicos.

“Es como visitar a un familiar”

Córdoba, Buenos Aires, Mar del Plata, Villa La Angostura, Puerto Montt, Puerto Varas, San Francisco, San Diego, Bakersfield, París, Caen, Bolonia, Barcelona y Sicilia: esos son los destinos en los cuales Daiana Martin Urban pudo alojarse por ceder su casa en Bariloche. Licenciada en turismo y creadora de contenido de viajes, es una de las pioneras argentinas en esta práctica.

“Cuando lo cuento no me creen”, confiesa la influencer, “pero hay cada vez más casas en las plataformas, más gente se entera de esta movida y participa”. Su vivienda, en la Patagonia argentina es especialmente codiciada, tanto por los locales, como por los visitantes internacionales. “Es una buena forma de intercambiar experiencias, ahorrar dinero y viajar menos acelerado conociendo lugares que quizás no son tan turísticos.”

Su experiencia favorita fue en Barcelona “sentí que estaba visitando un familiar”. La recibió una pareja inglesa de 65 años que dejó todo listo: comida, bebida y hasta un imán para que se lleve de recuerdo. “No es un Airbnb despersonalizado, es experimentar la cultura del lugar, te sentís en casa y la cuidás como si fuese tuya”, concluye.

No hay mal que por bien no venga

La cabaña de Nanci Bajbuj, en San Rafael, es ideal para quienes quieren conocer Mendoza desde un ambiente rural y natural. Su propiedad aparece en Intercambio Temporal y Amigable, un sitio argentino de intercambio de casas.

Bajbuj elije este método por dos razones: “Puedo conocer personas de varios puntos del país y además me permite no tener un gasto enorme en mis vacaciones”. Aunque la demanda no es tan alta como quisiera, presta su casa cuatro o cinco veces al año y nota que la modalidad crece.

“Tengo más de 40 intercambios. Acá: Villa La Angostura, Córdoba y Bariloche. Fuera del país: Grecia, Madrid, Chile, Estados Unidos, Italia, entre otros”, enumera. Una de las casas más impactantes que conoció fue en el centro de Madrid. El prestador canceló la reserva a último momento, y la plataforma se ocupó de conseguirle un alojamiento mejor ubicado y mucho más espectacular que el elegido.

Cómo realizar el intercambio

Aunque en The Holiday las protagonistas realizaron el swap a través de un foro, en los últimos años se desarrollaron diferentes páginas web que ofrecen este servicio. Además de Home Exchange e Intercambio Temporal y Amigable, existen People Like Us, Home Link e Intervac. La más utilizada a nivel internacional es la primera que, tras abonar una membresía anual de $149.000, ofrece intercambios ilimitados. A su vez, al pagar la cuota se otorgan 1300 Guest Points (puntos) de bienvenida para intercambiar por hospedaje (el equivalente a un alojamiento de una semana). Tiene dos modalidades de uso:

1. La forma clásica: dos familias intercambian sus hogares de manera simultánea en el tiempo, o diferida.

2. Usar los puntos: cuando un usuario encuentra una casa que le interesa, pero su dueño no quiere usar la que ofrece. De esta manera, el miembro que cede su casa gana puntos, que podrá canjear para alojarse en otro hospedaje en el destino que elija. Cada casa está valuada con un algoritmo que mide la ubicación, cantidad de camas y comodidades, y se le asignan puntos que luego se usan como moneda de cambio.

Esta plataforma cuenta con más de 200.000 integrantes y más de 360.000 casas en 155 países. En 2024 se organizaron 450.000 intercambios en todo el mundo, es decir 1.500.000 personas se hospedaron en otro hogar. “Se realiza un nuevo intercambio por minuto y más del 70% son a través de los Guest Points porque es más flexible”, afirma Estefi Giganti, embajadora de Home Exchange en Argentina.

A su vez, resalta que una gran parte de los usuarios argentinos se suman a la plataforma para hacer “el viaje soñado a Europa”, y después la utilizan para escapadas más cortas por el país. “Yo hace cinco años que la uso y es adictivo porque, al no gastar en alojamiento, terminás viajando cada vez que tenés unos días libres”. También explica que la flexibilidad es clave para conseguir mejores locaciones: “Por ejemplo, fuera de temporada está lleno de casas en Costa Esmeralda, el barrio cerrado de moda cerca de Pinamar norte”.

En tan solo un año y medio, en la Argentina, se duplicaron los socios, pasando de 1250 en el 2024, a 2500 en noviembre de 2025, cifras que reflejan el crecimiento de la tendencia en el país, y lo ubican como el número 16 con más miembros activos en su ranking interno.

Los destinos preferidos por los habitantes del país son Argentina, España, Estados Unidos, Brasil, Francia, Italia, Chile y México.

Y las ciudades argentinas más elegidas por los viajeros del mundo, en esta plataforma, son Buenos Aires, Bariloche, Mendoza, Córdoba, Villa La Angostura y El Calafate.

Entre diciembre del 2025 y febrero del 2026 los usuarios argentinos planificaron 480 intercambios a través de esta web. De este total, el 33% son en hogares dentro del país, el 14% en España, el 10% en Brasil, el 7% en Chile, el 5% en Estados Unidos y el 4% en Uruguay.

Alejo Boticelli es uno de los impulsadores de Intercambio Temporal y Amigable, una comunidad online de más de 250 miembros. Su primer intercambio fue hace muchos años en Mar del Plata, la persona que lo alojó nunca fue a su casa. Allí fue cuando se le ocurrió una idea: crear una rueda con el objetivo de que las personas establezcan lazos y se vinculen. “Yo te presto mi casa y no necesito ir a la tuya, pero puedo ir a la de Marta en Bariloche, y Marta no viene a mi casa, pero va a la de Héctor en Tucumán”. Antes, lo hacían a través de grupos de Whatsapp o en redes sociales, pero se les ocurrió hacer una página web para que sea más “seguro, rápido y directo”.

Aunque no sabe con exactitud cuántos intercambios se realizan por año, él asegura que prestó su vivienda más de 10 veces. Observa algunas tendencias, como por ejemplo que las personas de Puerto Madryn y Las Grutas buscan intercambio en Bariloche. Córdoba es un destino solicitado por pocos días y lo mismo pasa con Buenos Aires, que es una ciudad de lapsos cortos para ir a eventos, recitales, o alojarse un día antes de un vuelo.

También sigue vigente la opción tradicional como alternativa a las páginas web: los grupos de Facebook continúan activos con usuarios que publican imágenes de su casa e indican a qué destinos quieren viajar. “Me encanta tu chalet, si estás interesada en el sur de Tenerife tengo un apartamento”, comentan en una publicación de una casa en La Toscana. También abundan las ofertas locales: “Intercambio mi depto durante el mes de enero 2026 en Mar del Plata. Busco casa en otro lugar de la Costa Atlántica”, publicó otro usuario dentro del grupo Intercambio de Casas Internacionales y Nacionales.

Hospedaje pet friendly

El verano se acerca, y para los amantes de los animales hay otra oportunidad para disfrutar de la Costa de manera gratuita: Trusted House Sitters es una plataforma que permite cuidar mascotas en sus propias casas a cambio de hospedaje. De esta manera, la persona que desea ser cuidador deberá entrar a la web y observar las locaciones, alojamientos y las fechas en las que se necesita el servicio. También está disponible la información de la cantidad y tipo de animales, y una breve descripción del dueño, de la casa y de las responsabilidades que deberán llevarse a cabo. Por otro lado, los dueños entran a otra sección de la web, en donde les aparece un catálogo de posibles cuidadores, con su información, experiencia y la ciudad en la que viven actualmente.

Este tipo de aplicaciones son cada vez más codiciadas: las personas no quieren estresar a sus mascotas, y sacarlas de su zona de confort. Esta tendencia también se vive en la Argentina, donde abundan los posibles alojamientos. Además de haber opciones en la ciudad porteña, entre diciembre y enero, hay mascotas para cuidar en Cariló, Mar del Plata, Córdoba, Bariloche y San Isidro. Para los que prefieren viajar al exterior, la aplicación tiene disponibles destinos impensados: Qatar, Bahamas, Punta del Este y Sídney, son solo algunas de las opciones.

Otra aplicación, con una lógica similar al de las apps de citas, es Rover. En este caso, se conectan dueños de animales que necesitan un paseador o cuidador, con personas que están dispuestas a hacerlo. Fue en Barcelona, y a través de esta plataforma, que la argentina Camila Gatti conoció a Pari, un dóberman. Empezó cuidándolo por las tardes en la casa del animal y luego sus dueñas le pidieron si podía quedarse los fines de semana ya que comenzaron a tener muchos viajes de trabajo. El perro sufría de ansiedad por separación y se estresaba si lo dejaban en guarderías. “Me encantó mi trabajo: me quedaba en una casa hermosa en Paseo de Gracia y con la excelente compañía de Pari”, recuerda Gatti.

¿Me puedo quedar a dormir en tu sillón?

Para las personas que deseen adentrarse aún más en la cultura del destino al que viajan, hay una opción más osada: dormir en el sillón de una familia o individuo. A través de una web, que tuvo su auge entre 2008 y 2013, los viajeros pueden conectarse con gente local que les presta una cama, un colchón o incluso un sofá. Couchsurfing es la plataforma donde se encuentran estos perfiles, y para poder acceder es necesario crearse un usuario y pagar un valor de aproximadamente US$15.

Aldana y Dino son una pareja argentina que realiza viajes por el mundo y los cuentan en su blog Magia en el Camino. Fueron grandes usuarios de la web ya que “posibilita conocer el mundo a través de su gente y su cultura”. Comenzaron en 2007 y alojaron a muchas personas en su hogar. Más tarde, realizaron un viaje de un año y medio, y aprovecharon esta plataforma en casi todos sus destinos. Se alojaron en una casa con una familia india y compartieron comidas sentados en el piso y con la mano; en Rusia asistieron a un partido de hockey sobre hielo; en Okan (Turquía) organizaron un show de magia en el psiquiátrico en donde trabajaba el dueño de la casa; asistieron a un partido de fútbol entre Beijing y Shangai en Alessandro (China), entre otras experiencias destacables por ser invitados de una casa local. “No lo hubiésemos vivido si nos alojábamos en un hotel”, concluye Aldana.

Actualmente la pareja usa la plataforma de manera esporádica, ya que muchas personas se crearon perfiles para “zafar” una noche y no borraron su cuenta. De esta manera, hay infinidad de usuarios que no están activos, dificultando encontrar casas que realmente estén disponibles.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/propiedades/casas-y-departamentos/me-puedo-quedar-en-tu-casa-como-funciona-el-sistema-de-intercambio-para-viajar-por-el-mundo-sin-nid03122025/

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