Murió Roberto Mosca, un actor que cumplió todos sus sueños en el escenario
A los 83 años falleció Roberto Mosca, figura de destacada y extensa trayectoria que brilló sobre todo en los escenarios teatrales, según informó en la tarde de este martes la Asociación Argen...
A los 83 años falleció Roberto Mosca, figura de destacada y extensa trayectoria que brilló sobre todo en los escenarios teatrales, según informó en la tarde de este martes la Asociación Argentina de Actores. Había nacido el 3 de marzo de 1942 en Taranto (Italia) y se estableció en Buenos Aires junto con su familia cuando tenía ocho años. No faltó mucho para que pusiera en marcha su recorrido artístico participando en obras infantiles representadas en el Club Pinocho y luego en el Festival de Teatro Infantil de Necochea, donde hizo su debut profesional.
Ya tenía una primera experiencia sobre las tablas cuando empezó, siendo adolescente, a estudiar teatro en la Alianza Francesa. No hizo más que seguir una vocación muy temprana. “Un día, enfrente de mi casa en Taranto, donde nací, se instaló un circo. Curioso, me asomé corriendo la lona y veo que un señor se colocaba la nariz colorada, se pintaba de payaso… Pensé: ‘Yo quiero ser eso´. Tenía seis años”, recordó en agosto de 2023, entrevistado por LA NACION.
Despedimos con profundo pesar al actor Roberto Mosca, figura emblemática de la escena nacional con una trayectoria de más de seis décadas en teatro, cine y TV. Acompañamos con nuestras condolencias a sus familiares y seres queridos. https://t.co/buXIatFq8v pic.twitter.com/AtNK4XfaLd
— Asociación Argentina de Actores (@actoresprensa) June 17, 2025En ese momento, ya octogenario, Mosca disfrutaba del reconocimiento de sus pares y del título con que el mundo teatral lo identificaba: “El señor actor del Teatro San Martín”, en referencia a su presencia en el elenco estable del complejo, al que se incorporó en 1964. Llegó después de un largo aprendizaje del que siempre se enorgullecía porque iba más allá de los estudios formales. “Aprendí en la calle, en la vida, con los grandes. Esta profesión es así. Cuando la abrazás, no la soltás más”, dijo en aquella conversación de hace dos años.
El destino estaba ya escrito en el debut. Aquella primera experiencia profesional en el festival necochense, que en aquel momento era la cita más importante del año para el teatro infantil en la Argentina, fue premonitoria. En la obra Juguemos a la guerra le tocó interpretar a un payaso. Y a la vez, para disfrutar aquel precoz sueño de disfrutar del circo, tuvo que esforzarse. “¿Sabés lo que hacía para que me dejaran entrar gratis a ver las funciones? Acarreaba baldes con agua para las fieras, así podía ir cuando quería?”, confesó ante LA NACION.
Aunque había entrado al elenco estable del San Martín por su talento como actor dramático, Mosca siempre supo lucir sus dotes para el humor. Lo hizo tempranamente fuera del teatro en sus primeras incursiones televisivas: La revista dislocada, Balabasadas, La tuerca, Telecómicos, La cosquilla. “En Telecómicos hacía de un italiano que a la hora de la comida llegaba a pedir azúcar”, recordaba.
La carrera televisiva de Mosca fue muy prolífica, pero el personaje que más se recuerda de todas sus apariciones en la pantalla es Dana, el dueño del bar que aparece a lo largo de más de 100 episodios en Poliladron, el primer gran éxito de la historia de Pol-Ka, de la mano de Adrián Suar. También incursionó en el cine, con presencia en diferentes etapas de la pantalla local y en títulos muy diversos: comedias (Estoy hecho un demonio, La noche del hurto, La muchachada de a bordo, La herencia del Tío Pepe) y dramas (El hombre del subsuelo, ¿Qué es el otoño?, Elsa y Fred, Si se calla el cantor).
Pero su mundo principal estaba en el teatro. Estuvo muy cerca de Armando Discépolo desde que lo dirigió en una versión de Mateo. Luego se convertiría en un intérprete muy frecuente de la obra del destacado dramaturgo: Stefano, Cremona, Mustafá, Babilonia.
También acompañó en el escenario y en la vida a colegas como Ernesto Bianco, Roberto Carnaghi, Javier Portales (a quien acompañó durante su prolongada enfermedad) y sobre todo a Alfredo Alcón. “Somos los dos del 3 de marzo, con él hice Hamlet en Canal 13″, evocó.
Pasó un tiempo viviendo y trabajando en España, con apariciones destacadas a las órdenes de Chicho Ibáñez Serrador, y nunca dejó de tener una presencia destacada en las producciones más importantes del teatro independiente local, que alternaba con sus participaciones en las puestas oficiales del San Martín.
También hizo una carrera muy reconocida como director teatral, al frente de puestas como Borges Buenos Aires, Interviú, Delirio de grandezas y Rompecabezas para armar, cantar y bailar.
Su último y aplaudido trabajo, estrenado en junio de 2023, rindió fidelidad a toda una gran trayectoria. Fue el protagonista de Réquiem, de Hanoch Levin, el dramaturgo israelí más representada en todo el mundo, junto a Elena Petraglia.
De El diccionario, dirigida por Oscar Barney Finn y estrenada en 2008, obra que lo tuvo como protagonista junto a Marta Lubos y Daniel Miglioranza, Mosca tomó una frase que siempre usaba como guía de una vida comprometida hasta el final con el arte y la actuación: “Solo los dotados de la voluntad persisten en el camino elegido”.