Opinión. ¿Quién las hará?: para crecer en la producción de granos se requieren inversiones
El resultado de las elecciones del pasado 26 de octubre abren un panorama prometedor para nuestro país, en la medida que se pueda seguir avanzando en la liberalización de la economía las desregu...
El resultado de las elecciones del pasado 26 de octubre abren un panorama prometedor para nuestro país, en la medida que se pueda seguir avanzando en la liberalización de la economía las desregulaciones, la reforma impositiva, la reforma laboral, libertad sindical, etcétera.
Hay muchas tareas por delante. Un importante esfuerzo tanto del Gobierno como de la población: cambiar una mentalidad colectiva de un Estado controlador y regulador de todas las actividades económica a una que contemple un Estado observador y ordenador y una actividad privada creativa, pujante y que asuma riesgos.
Para nuestro sector, las perspectivas son positivas, en cuanto la reforma impositiva suponga un marco de baja constante de los Derechos de Exportación, hasta su eliminación en pocos años. Con otras actividades creciendo muy fuertemente como la explotación y exportación de gas y petróleo y la minería, se podrá sacar esta enorme carga que sufre el agro.
También será de gran importancia que esta corriente reformista llegue a las provincias y municipalidades y así dejen de crear empleos ficticios sin contraprestación y bajen su gasto improductivo, liberando fuerzas al sector privado.
Ya se ha escrito mucho sobre el incremento de la producción agrícola que se puede lograr si se hace realidad la eliminación de los derechos de exportación. Lo que debemos advertir es que para conducir estos mayores volúmenes de producción hay que realizar inversiones en infraestructura.
Las rutas argentinas por la que circula más del 90% de los granos producidos (por imperio de la presión de las federaciones y los sindicatos camioneros), están en su gran mayoría en muy mal estado; además de ser angostas, sin banquinas y, por supuesto, no ser autovías.
Hoy, con 135 millones de toneladas de granos circular por las rutas argentinas es un peligro, imaginémonos con 200 millones de toneladas ¿No deberíamos emprender seriamente la explotación de los ferrocarriles? ¿No habría que invertir en autovías o rutas amplias o por lo menos sanas? ¿Esto es inversión pública o privada?
Capacidad de acondicionamiento. Para llegar a las fábricas, molinos, aceiteras, el grano debe estar seco y limpio. Para ello el mismo debe pasar en un gran porcentaje por plantas de acondicionamiento. Hoy, esto es un cuello de botella para la logística, además de tener un costo altísimo. Hay que pensar en inversiones importantes en origen para evitar problemas en los destinos.
Como vemos, el escenario es muy prometedor y al mismo tiempo requiere ingentes y urgentes inversiones. La producción agrícola puede crecer de forma extraordinaria, pero se necesitará de grandes capitales para hacer estas inversiones y de varios años para llevarlas adelante. El agro abre múltiples áreas para hacer buenos negocios.
El autor es director de Cazenave y Asociados