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Palabras e ideas en medio del ruido

A María Laura Reigosa no le preocupa ser considerada una “hater”. Si es por odio, ella odia. Detesta algo muy particular (y omnipresente en ciudades como Buenos Aires): el ruido. “No tenemos...

Palabras e ideas en medio del ruido

A María Laura Reigosa no le preocupa ser considerada una “hater”. Si es por odio, ella odia. Detesta algo muy particular (y omnipresente en ciudades como Buenos Aires): el ruido. “No tenemos...

A María Laura Reigosa no le preocupa ser considerada una “hater”. Si es por odio, ella odia. Detesta algo muy particular (y omnipresente en ciudades como Buenos Aires): el ruido. “No tenemos potestad sobre nuestro silencio”, dice y enumera: música –de todo tipo y no necesariamente buscada– amplificada por altoparlantes; tránsito, motores, bocinas; reels o videoconferencias escuchados sin auriculares en espacios públicos; chirridos del subte, estruendos varios.

A diferencia de buena parte de los haters que pululan por las redes, María Laura prefiere hacer otras cosas antes que rumiar pestes, insultos y destrucción. Por caso, hace un tiempo se armó una página de Instagram cuyo nombre es en sí mismo una expresión de deseos (@silenciosa_buenosaires) y desde allí, con calma y en voz baja, se dedica a quitarle hierro el asunto, a veces permitirse alguna ironía y por lo regular a compartir sus hallazgos: lugares, pequeños bares, escondites y reductos donde, en medio del bullicio ciudadano, es posible respirar un aire parecido al silencio.

Lo suyo es algo así como un servicio a la comunidad.

Algo así como dar una respuesta, no muda sino plena de sentido, al inhabilitante juego del puro ruido.

Profesora de lengua inglesa, docente y degustadora de palabras, María Laura sabe tirar de ciertos hilos. Hace un tiempo retomó el teatro, una pasión que la acompañó desde chica en entornos siempre amateurs y guiados por “el puro deseo, el puro placer”. Esos impulsos tan, pero tan serios.

Este verano, participó en un taller de puesta en escena que dictó el director teatral y docente Christian Drut. Y entonces “se conjugaron los planetas”.

En el taller conoció a Romina Balduzzi, Francesca Capelli y Cecilia Milsztein. Mujeres de entre 40 y 56 años, todas con profesiones ligadas a la palabra (profesora de teatro, periodista, docentes de idiomas); algunas de ellas viven en Buenos Aires, otra en La Plata y una nació en Italia: en ese pequeño grupo resuena, desde ya, el español, pero también el inglés, el francés, el italiano. Y un sentido del tacto y del lazo y del pulso vital que anida en las voces, en los gestos, en las ideas, en las voluntades. Como parte de los ejercicios del taller, les dieron a leer algunos materiales escritos por el británico David Byrne. Tenían que elegir una frase para armar una situación. Eligieron: “Todos hablan del amor todo el tiempo”. Y allí se largó a rodar una rueda que, en menos de un mes, tendrá nombre, lugar y forma. Porque el 1° de junio las cuatro colegas y amigas estrenarán, en El taller multiespacio, Sobre el amor todo el tiempo, una puesta colectiva que nació del trabajo veraniego con Drut y de algo más: esa necesidad imparable, múltiple y diversa de construcción, celebración y puesta en común cultural que siempre encuentra, en esta ciudad, un espacio donde alojarse. Porque Buenos Aires es insufriblemente ruidosa. Pero también bienhechora para con los espíritus inquietos.

En Sobre el amor todo el tiempo María Laura, Romina, Francesca y Cecilia dejarán fluir pensamiento y emoción, cada una con un monólogo. “No es una obra ni femenina ni feminista –aclara María Laura–. Queremos hablar del amor humano, entre humanos”. Cuenta que planean incorporar, en las distintas funciones, la participación de una violinista, una bailarina, un artista plástico, una socióloga. Y que les gustaría que lo que ocurra en escena genere pensamiento sobre lo que ocurre, día a día, en todos lados. “La supuesta comunicación que hay en las redes, en realidad es falsa –argumenta–. Las redes nos hacen sentir importantes pero lo real es que, cuando la experiencia del amor ocurre, nadie es demasiado importante. Porque no hay ego, luchas, ni deseos de figurar”.

En eso anda. En buscar, en medio del ruido –ese particular aspecto del infierno– un lugar de silencio donde la reflexión sea posible.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/palabras-e-ideas-en-medio-del-ruido-nid13052025/

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