Quién es Bjorn Hocke, el líder más radical de la ultraderecha alemana que logró un triunfo histórico
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BERLÍN.- En un clima de alta tensión tras su reciente victoria en dos elecciones regionales en el este de Alemania, Bjorn Hocke, líder de la Alternativa para Alemania (AfD) en Turingia, se posiciona como la figura más radical de la ultraderecha alemana. Con su retórica incendiaria y posturas extremas, Hocke ha logrado sacudir el escenario político y amenaza con debilitar aún más la coalición de centroizquierda de Olaf Scholz.
Hocke, de 52 años, prometió a sus seguidores en la pequeña ciudad de Arnstadt que detendría la inmigración, resolvería la escasez de viviendas, eliminaría el lenguaje inclusivo y suspendería el envío de armas a Ucrania.
“Aquí, en el este, está amaneciendo”, declaró durante el lanzamiento de la campaña de su partido en julio, en vísperas de las elecciones estatales de septiembre, en las que los sondeos ya apuntaban a una posible victoria de su partido.
Ayer, el partido de extrema derecha se convirtió en la primera fuerza política en Turingia y quedó por detrás de los conservadores en Sajonia, dos regiones de la antigua RDA. En Turingia el partido obtuvo el 32,8% de los votos, y en Sajonia el 30,6%, aunque es probable que no logre formar gobierno porque todos los demás partidos han rechazado cualquier tipo de alianza con ellos.
Este “cordón sanitario” político, establecido por las fuerzas democráticas en Alemania, busca aislar a la AfD debido a sus posturas extremistas y su retórica que muchos consideran una amenaza para los valores democráticos del país.
PolémicaHocke no siempre se dedicó a la política. Fue profesor de historia durante gran parte de su vida, enseñando en escuelas secundarias en Hesse, en el oeste de Alemania. Nació en Lünen, en Renania del Norte-Westfalia, y creció en una familia conservadora donde desde joven mostró un interés por la historia y la identidad nacional alemana.
Antes de unirse a la AfD, trabajó como docente, donde ya era conocido por sus puntos de vista nacionalistas y su énfasis en una educación basada en valores tradicionales. En 2013, dio un giro a su carrera al ingresar en la política con la AfD en Turingia.
Con su aspecto juvenil y ojos azules, Hocke es visto por sus seguidores como un protector que desafía el statu quo político en Alemania. Sin embargo, sus detractores lo consideran una amenaza para la democracia.
Simson bedeutet Freiheit! pic.twitter.com/xTqqCkJPYC
— Björn Höcke (@BjoernHoecke) August 30, 2024Su condena por utilizar un eslogan nazi en un mitin del partido y sus constantes ataques al “régimen dictatorial de la coalición” son considerados intentos de instaurar un régimen autoritario populista en Alemania.
Durante un discurso en mayo de 2021 en Merseburg, Hocke finalizó con la frase “¡Todo para Alemania!”, un lema que fue utilizado por las tropas de asalto nazis (SA). Aunque Hocke alegó desconocer el origen de la consigna, los fiscales sostuvieron que era plenamente consciente de su significado, y su empleo del eslogan se interpretó como un intento deliberado de normalizar ideas extremistas en la política alemana.
“Afirma estar luchando por restablecer la justicia y la libertad en Alemania contra lo que él dice que es una dictadura de coalición”, declaró según Reuters a la radio pública el historiador Jens-Christian Wagner, responsable del memorial del campo de concentración de Buchenwald. “Pero lo que realmente está haciendo es intentar establecer un gobierno populista autoritario en Alemania”, afirmó.
Desde que Hocke se unió a la AfD hace 11 años, el partido ha evolucionado de ser una agrupación de economistas de derecha dura que querían eliminar el euro a una organización que libra guerras culturales y apuesta por un triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre.
Por su parte, Hocke mencionó que eliminaría el uso del lenguaje inclusivo durante un mitin en la ciudad de Arnstadt, en el estado de Turingia, en julio de 2023.
Inmigración, voto joven y suspensión de armas a UcraniaEl principal tema para los votantes de la AfD el domingo fue la inmigración, y en particular la cuestión de los refugiados y el asilo.
En su libro Gesprächband, publicado en 2018, Hocke habló de la necesidad de “revertir los cambios demográficos” causados por la inmigración, a la que describió como una amenaza existencial para la identidad y la cultura alemanas. También defendió una política de “remigración” para repatriar a los inmigrantes que, según él, no se integran a la sociedad alemana.
La cuestión del asilo se reavivó a nivel nacional poco más de una semana antes de la votación, cuando tres personas fueron asesinadas en un festival callejero en Solingen, en el oeste de Alemania, y un hombre sirio que se enfrentaba la deportación fue arrestado bajo sospecha de haber llevado a cabo el ataque.
En Turingia, Hocke ha ganado el apoyo de jóvenes que lo ven como un modelo de masculinidad o un protector patriarcal. Sus discursos se acompañan de música marcial y se difunden en redes sociales como TikTok. Sin embargo, su retórica polarizadora también ha provocado la salida de miembros del partido y la vigilancia de su ala juvenil por parte de las agencias de inteligencia alemanas.
🇩🇪 | Bjorn Hocke reprocha a un periodista categorizar a AfD como de "extrema derecha":
«Somos el partido número uno en Turingia. ¿No querrá categorizar a un tercio de los votantes de Turingia?». pic.twitter.com/IPUp7w8bmN
Hocke ha desafiado abiertamente los tabúes establecidos en la política alemana. También en su libro criticó abiertamente la cultura de la memoria del Holocausto, sugiriendo que el país necesita un “cambio de 180 grados” en la forma en que aborda su pasado nazi y calificó el monumento del Holocausto en Berlín como un “monumento vergonzoso”.
A la vez, considera “un gran problema” que se describa a Adolf Hitler como “la encarnación del mal absoluto”.
Por su parte, Hocke ha centrado su campaña en la idea de lograr la “paz” entre Ucrania y Rusia, declarando que quiere poner fin al suministro de armas a Ucrania, que hoy alcanza un volumen de millones de euros en ayuda militar.
Agencias Reuters y AP